jueves, 31 de diciembre de 2009

My Best Friend's Umma



Titulo: My Best Friend's Umma
Autora: ugogirl
Parejas: YunJae
Género: Romantico
Extención: Oneshot
ADVERTENCIA: Lemon o Slash, alteración de datos, mpreg






El ángel más hermoso de la tierra, incluso cuando el resplandor alrededor de aquel ser ha desaparecido, incluso cuando nuevas razones de sonreír aparecen en su vida, razones que lo preocupan, razones que lo cansan, razones que se vuelven pesadas.
Un chico de no más de quince años era llevado al quirófano después de unos largos meses de espera. Los doctores corrían, y las enfermeras no dejaban de preparar los instrumentos con los que la operación seria efectuada. Verse en aquel lugar, en aquella camilla, y sin nadie más que aquel por el que ahora luchaba, daba miedo. La anestesia siendo inyectada en su espalda baja fue lo último que pudo sentir después de perder el conocimiento.

Las horas pasaban y su cuerpo seguía recostado en aquella camilla. Los doctores seguían moviéndose intentado hacer lo posible por ayudar a esa personita. Su caso era demasiado complicado, el chico tenía una edad muy tierna y su caso era demasiado delicado. Entonces todos sonrieron, por fin habían hecho lo que esperaban, las caras de alegría de las enfermeras y las tranquilas de los doctores que habían estado presentes. Y por primara vez, después de tantos meses sentía que volvía a nacer.

Cuando por fin despertó, sentía su cuerpo tremendamente cansado. Su cuerpo aun estaba algo entumecido y sus ojos apenas si le querían responder. Entonces lo escucho, su mirada fue directamente a esa enfermera que sostenía la razón por la que estaba en aquel lugar. Su rostro tomo un brillo especial, por dios era la criatura más hermosa que el chico alguna vez haya visto. Sus lágrimas cayendo de su rostro ante tal felicidad y sus manos indicándole a la señorita que quería sostener a su bebé. El niño le fue entregado, y por fin respiro aliviado. Tantos sufrimientos que había pasado, el ser abandonado por sus padres que lo habían juzgado como una perra al haber quedado embarazado a tal edad. Su novio que de tan solo oír la noticia lo había dejado pronunciándole tan solo aquellas palabras que durante tantas noches retumbaron en su cabeza “no lo quiero… eres un estúpido, debías de cuidarte… no es mi culpa que seas un imbécil” y de esa forma se había ido de su vida sin importarle nada mas, sin importarte él ni su hijo.
Pero en aquel momento no había tiempo para arrepentirse, tantas veces que había pensando en parar su embarazo, en matar a aquel hermoso niño que ahora dormía tranquilamente en sus brazos, habiéndose tranquilizado al momento que la joven de blanco pusiera al niño en los brazos de su umma.
Lo observaba sin apartar la vista del pequeño. El era fuerte, el seria fuerte para poder sacar a su bebe adelante, para poder salir de los problemas que tendría en cuanto saliera de aquellas cuatro paredes.

Los días transcurrieron y por fin le dieron de alta, aquel amigo que fue el único que le ayudo, que con suplicas logro que sus padres le ayudaran, estuvo ahí hasta que el pudo hacerse cargo por completo de aquel pequeño…


******

-Umma!!! – se escuchaba a un chico gritar desde las escaleras

-Chunnie, ¿Qué haces despierto a estas horas? –pregunto el chico algo confundido

-pero… si ya son las 6:40, el autobús llega a las 6:50 umma –le dijo el chico algo confundió por la pregunta de su umma

-ahhh!! –Se sorprendió el hermoso chico –mi reloj está mal TT___TT

-jajaja está bien… bueno yo ya me voy –el chico le daba un lindo beso al hermoso joven, siendo detenido una y otra vez por el mayor que quería darle de comer a su bebe, y que no podía dejarlo ir sin unos cálidos besos

-ya umma .>.<. ------- No asía mucho había entrado a aquella escuela. Después del divorcio de sus padres y la mudanza a la capital de Korea, el joven había tenido problemas para integrarse a su nueva vida. Hacía ya dos meses que había conocido a aquel chico de aura relajada y alegre. Había sido su primer amigo y aun que ahora tenía algunos más, el chico seguía siendo el mejor de todos ellos, y el más raro también. Los estudiantes caminaban en todo el salón de clases, algunos permanecían con sus parejas mientras que otros simplemente dormían en sus bancas. YunHo había optado por leer un buen libro “Hado Mítico” era el nombre de aquella increíble historia. El chico ponía caras de sorpresa, tristeza, alegría, conforme la historia iba transcurriendo las facciones de su rostro también lo asían. El joven estaba tan metido en la historia que justo cuando llegaba al Lemon con el joven hibrido y el moreno, no pudo evitar que sus mejillas se encendieran hasta el punto máximo, razón por la cual no se dio cuenta que su buen y querido mejor amigo Yoochun se había sentado frente a él. El menor de los chicos solo reía al ver el rostro de su amigo en aquel tono, y es que por el tirulo podía presentir que era lo que estaba leyendo en aquel preciso momento. -Felina es increíble, ¿verdad? –pregunto Yoochun sonriendo ante la sorpresa de su amigo -Chun –dijo algo aliviado al ver que era su amigo el que estaba ahí -jajaja… ¿Qué leías pervertido? –pregunto pícaramente -na… nada –dijo algo nervioso -jaja… ok, si tu lo dices amigo… jajaja… me sorprende que leas este tipo de cosas Aunque sus mejillas se habían puesto como dinamita, el moreno siguió leyendo su libro dejando en esta ocasión que el otro leyera algo. Claro solo por un momento ya que el profesor había entrado y aplacando a todos los estudiantes comenzado su clase. ******** El sábado había llegado, Yoochun ese día no tenía mucho que hacer, así que decidió invitar a su gran amigo YunHo a su casita. El mayor de los chicos al momento de escuchar aquello se sorprendió de sobremanera, hacia ya un año que conocía a su amigo y nunca había ido a su casa, ni siquiera conocía a su familia, estaba tan emocionado e inquieto por eso. Después de cancelar con Changmin, ya que todos los sábados sin falta iba a su casa, comenzó a arreglarse, no quería darles una mala impresión a los padres de su amigo. Dado que él no sabía a dónde ir, Yoochun había pasado por él. Los dos chicos caminaban en la calle principal, mientras conversaban de cosas sin importancia. -antes te digo algo –comenzó el menor de los chicos –sabes que yo tengo una beca, así que mi casa es pequeña y muy modesta -jajaja… no tienes que decírmelo, está bien eso, para mí no es ningún problema –sonrió el mayor -pues sí, pero… comparada con tu mansión mi casa es súper, súper pequeña, no quiero que me molestes después –termino el menor -ya te dije que si, mejor apúrate que ya quiero conocer tu guarida Así después de unos diez minutos de caminata, los chicos se detuvieron en una humilde, pero hermosa casa. YunHo se sorprendió, en realidad no era tan malo como el menor lo asía ver, incluso le pareció un lugar acogedor. Caminaron por el pequeño jardín principal y por fin el castaño abrió la puerta de su casa. -¡¡llegue!! –Grito el chico mientras dejaba sus zapatos en el lugar –ven –se dirigió a su amigo –ya llegue –volvió a repetir esta vez más despacio YunHo volteo la cabeza hacia el frente para encontrarse con la persona que estaba en aquel lugar. Sus ojos se abrieron de par en par, estaba completamente anonadado al ver a aquella persona. Su cabello negro era simplemente hermoso, esos lentes que no opacaban los hermosos ojos de aquel ser. Era simplemente el ser más bello que alguna vez haya visto y si su amigo no le hubiese comenzado a hablar no se hubiese dado cuenta de donde estaba. -hola –dijo el joven –mi nombre es Jung YunHo –hizo una reverencia -yo soy Kim JaeJoong –contesto el hermoso joven –bueno, iré a preparar algunos bocadillos, mientras pueden subir a tu habitación Chun –dijo el joven cortésmente -bien, entonces YunHo, ven conmigo, tengo que mostrarte algunas fotografías –tomo al chico del brazo y se encaminaron al segundo piso. Al llegar a la habitación y cerrar la puerta el chico comenzó a buscar entre sus cosas –tengo como cinco albumes, mi umma es algo… -Yoochun –interrumpió el mayor –esa persona… ¿Quién es? Si es tu hermano, ¿Por qué no lleva tu apellido?, ¿es tu primo?, ¿Quién es? –El castaño no pudo evitar comenzar a reír fuertemente -¿Qué pasa? –dijo esta vez algo molesto -es que ese chico no es mi hermano ni mi primo jajaja… él es mí… -chicos –entro el joven a la habitación –perdón, estaba la puerta abierta –se disculpo –aquí les dejo unas bebidas, es jugo de manzana pero si gustan soda puedo traerles -no, así está bien con el jugo, a YunHo casi no le gusta la soda –añadió el joven -ah, eso es bueno ya saben que eso es algo malo para la salud, bueno chicos… ahora si me retiro –dijo el joven –bueno eso hasta que les traiga lo demás –sonrió –bye… -los dos chicos esperaron a que el chico saliera de la habitación para poder seguir buscando los libros y seguir conversando -me decías Yoochun –volvió a retomar la conversación el mayor -así, mira esto –le mostro algunas fotos de él y aquel hermoso joven –nos vemos lindos, ¿cierto? –pregunto sonriendo -si “el se ve lindo” –pensó el mayor –pero me dieras quien es o ¿no? -sí, claro que sí, bueno ahora mira esta –le mostro otra donde se encontraba un chico de unos dieciocho años con un bebe de unos tres -¿no reconoces? -es JaeJoong –dijo YunHo convencido –y… ¿Quién es el bebe? –pregunto curioso al no dar con ninguna respuesta -soy yo –sonríe el joven -¿tu? -sip, ese chico de abajo es mi umma –YunHo no sabía que decir -tu… ¿umma? –pregunto nerviosamente -sí, el es mi umma… tampoco no está muy viejito, de hecho tiene treinta y dos años –decía el chico con una linda sonrisa -espera, sí el tiene treinta y dos años… y tú diecisiete… -comenzó con sus cálculos matemáticos -eso quiere decir que te tuvo a los… ¿quince años? –pregunto dudoso -así es, jajaja… ¿sorprendido? -sí, pero… ¿y tu appa? –pregunto aun más interesado, y es que aquel hermoso joven le había interesando de sobremanera -mmm… resulta que mi umma tenía un novio, creo que se conocían de toda la vida, entonces el tipo convenció a mi umma de… bueno de hacer eso, entonces en cuando se entero que lo había embarazado… se largo, dejo a mi umma solo así que… pues solo lo tengo a él –explico un poco molesto, siempre le pasaba cuando recordaba a ese bastardo -los abuelos también lo dejaron, mi umma salió adelante solo, bueno al principio fue ayudado por mi tío Hwan, él fue el único que le apoyo y no le dejo solo en ningún momento, así que… bueno esa es mi historia, bueno la de mi umma –esta vez por fin termino el chico con su relato -vaya… es admirable, debió de haber sido muy duro… -si lo fue, pero mi umma dice que gracias a mi salió adelante, jajaja… es por eso que ahora yo tengo que cuidar de él, mi umma es increíble y no permitiré que nadie lo lastime, así que jaja… como veras lo quiero mucho –volvió a tener su expresión alegre -ya veo… De aquella manera las horas habían pasado, YunHo estaba encantado con JaeJoong, es que era un chico tan lindo y simpático, era tan delicado y perfecto. Yoochun no lo noto, no noto que un nuevo enemigo se estaba presentado y es que eso era lo que sentía cada que alguien se acercaba a JaeJoong con otras intensiones. Después de que los chicos terminaron de comer y de que el moreno averiguara algunas cosas de su pelinegra fantasía, ya que para ese momento simplemente le era imposible dejar de pensar en el. Jae se sentía extraño, podía notar como ese chico no dejaba de verlo y lo peor de todo aquello era que se ponía muy nervioso, y su corazón comenzaba a latir rápidamente, como si algo le intimidara, como si algo le preocupara. Sentía la mirada penetrante de YunHo sobre su cuerpo y no podía evitar sentir un gran calor en sus mejillas acompañada con un muy singular mareo en su estomago, como si fueran… ¿mariposas? Que revoloteaban ahí dentro. Hasta cierto punto eso no era tan incomodo pero entonces y sin poder evitarlo vio como el chico quitaba aquel saco escolar tan molesto de su cuerpo y como con ese acto su camisa se había levantado ligeramente permitiéndole ver los bien formados pectorales del chico. Su corazón comenzó a latir aun más fuertemente de lo que ya lo hacía, y sintió como una fuerte necesidad de acercarse a él se incrementaba… “¿Qué me pasa?” -¿tienes calor? –pregunto alegremente, y después de ver que no tenía sentido pensar en cosas que simplemente no correspondían -algo –sus mejillas se encendieron, no quería ser demasiado evidente pero simplemente el solo hecho de tenerlo tan cerca lo ponía muy nervioso -jajaja… ¿quieres que le baje al aire acondicionado? –esa sonrisa, por dios esa hermosa sonrisa del ser más perfecto que alguna vez sus ojos hayan visto -no es necesario, así está bien –intento regularizar su respiración -mmm… bueno, pero si sigues con calor, solo dime, yo le bajare al aire –esas palabras habían sonado tan… no lo sabía, pero habían sonado como a una invitación… Entonces los dos chicos fueron interrumpidos por un Yoochun que regresaba del baño, el cual para mucha suerte de YunHo había tardado eternidades ya que tenía una muy extraña manía de permanecer horas viéndose al espejo, lo cual claro se había incrementado desde que su corazón comenzara a latir fuertemente por un muy lindo chico. -YunHo –le hablo su amigo -¿estás bien?... te ves algo rojo… ¿tienes fiebre? –pregunto el joven con preocupación -eh?... no, es solo que tengo algo de calor y el suéter me estaba ahogando, pero ya estoy bien –dijo rápidamente para tranquilizar al otro chico -bueno, oye, sigamos viendo las cosas que tengo, tenía que mostrarte algo que encontré en inter ayer, seguro que te fascinara… De aquella forma el día había terminado… ******** Unas semanas después y con la hermosa y bien esperada visita de YunHo, los chicos se la habían pasado de maravilla, incluso más que estar con su mejor amigo Yoochun, el menor se la había pasado intentado pasar tiempo con el pelinegro, desde ayudarlo a cocinar, hasta saber que hacía para echarle una mano, en el buen sentido de la palabra claro, aunque el moreno no podía negar que de vez en cuanto sentía la necesidad de tocar aquel hermoso cuerpo. Yoochun estaba en otro mundo así que en realidad no se fijaba en aquellos detallitos, ni siquiera en el hecho de que su amigo se invitaba solo a su casa y que la mayoría de las veces lo dejaba solo recostado en su cama, o simplemente tomando una siesta, mientras que el se la pasaba con su umma, preguntando y tomando terreno, o algo por el estilo ya que el menor no sabía ni qué hacer con eso que sentía desde el primer día que vio a JaeJoong. JaeJoong estaba en su habitación preparando algunas cosas que tenía que terminar para su trabajo, lo cual le era difícil ya que como no había terminado sus estudios y no tenía mucho tiempo para hacerlo, dedicándose más a los trabajos donde usaba sus dotes gastronómicos. Y la razón de todo aquello había sido su hijo, el cual era más importante que nada en el mundo, o por lo menos nada en el mundo de Jae. En eso estaba hasta que escucho como el timbre sonaba, se levanto rápidamente y sin esperar más le abrió la puerta a aquella persona. El mayor se sorprendió al ver a YunHo en la puerta de su casa, bueno no precisamente por ese hecho, lo que le había dejado algo sorprendido era el hecho que su hijo no estaba con el joven; pero no quería ser un maleducado, así que le invito a pasar. YunHo se sentía tremendamente apenado por eso, pero simplemente no lo podía entender, le habían entrado unas ganas increíbles de verle. Entonces los dos entraron a la casa y después de sentarse en uno de los cómodos sofás de la estancia, Jae sonreía tiernamente mientras le preguntaba si quería algo de tomar, el verano acababa de terminar, pero aun se sentían sus efectos. El chico negó con la cabeza, así que ahora simplemente permanecían en un silencio sepulcral. -¿y Yoochun? –al no obtener respuesta se sintió algo arrepentido de haber preguntado aquello, no quería que el chico se sintiera mas incomodo y con aquella pregunta creo que lo había logrado -yo… -después de pensar muy bien lo que iba a decir el chico prosiguió –quería verlo –soltó rápidamente -¿querías verme? –aquellas palabras lo habían confundido, ¿Cómo que quería verlo?... ¿en qué sentido se lo decía? -¿a qué te refieres? – pregunto aun con mucha confusión en su mente -no se… solamente tenía ganas de verlo… ¿le molesta? – su mirada lucia algo suplicante -jajaja… bien, entonces… ¿de qué querías hablar conmigo, YunHo ah? – pregunto ahora muy divertido -ah… -exacto, ¿de qué quería hablar? –Bueno… no sé, me gustaría que me hablara de usted –dijo algo nervioso, Jae no era tonto, pero es que simplemente se le hacía imposible pensar en que ese chico estuviese coqueteando con él, bueno o lo que fuese que hiciera -¿de mi?... –se señalo –pues… en realidad no hay mucho que contar, fue un chico que se embarazo a los quince años, que tuvo a su hijo y tuvo que cuidarlo solo, y que desde entonces no ha podido tener una relación estable, no se… supongo que no nací para eso –dijo con un tono melancólico -le molestaría contarme de… de eso…. –dijo mas nervioso que antes -de… ¿de cómo me embarace y esas cosas? – pregunto al no entender exactamente a qué se refería -si… claro si no le molesta –“que encantador” pensaba el mayor -está bien… “no creo que tenga nada de malo”… ***********FLASH BACK************ Dos chicos salían de la secundaria de lo más felices, iban tomados de las manos como siempre lo asían, y cada que tenían oportunidad se besaban o abrazaban. Se veían tan enamorados, tan cercanos y parecían casi inseparables. De esa forma todo el tiempo estaban juntos, y siempre pasaban momentos muy agradables. La salida de la secundaria ya había llegado, después de haberse arreglado para la graduación, los chicos habían salido a la escuela para el gran evento. Todos los chicos estaban completamente felices y todos se la pasaban tomando fotografías y abrazando a sus compañeros que ya no volverían a ver, o que simplemente ya no verían como antes. Después de eso llego la gran fiesta de despedida, todos habían decidido por uno de los mejores antros que habían en la ciudad, las luces, el alcohol, y los bailes provocativos lograban que muchos de los alumnos desaparecieran de la fiesta, bueno eso, y algunos más que simplemente por el hecho de hacerlo se habían retirado casi al instante de aquel divertido lugar. Las carisias y los besos se incrementaban a cada segundo, los besos y esos toques íntimos que se intensificaban a cada momento, provocaban tantas sensaciones desconocidas. Entonces el placer les había hecho perder toda cordura, dejándose llevar solamente por la calentura de sus cuerpos. Después las embestidas tomando mayor velocidad, incrementando de fuerza, sus cuerpos cansados ante el orgasmo de su primera vez, del final de aquel acto. Después de eso ya no se veían demasiado, las vacaciones con sus familias les habían mantenido ocupados y por lo tanto separados de aquel calor que los dos extrañaban o por lo menos eso parecía. Había pasado más de un mes de aquel acto, y ya tenía algunos días que se sentía de una manera extraña, primero los mareos, después su incremento de apetito, su sensibilidad con olores que antes no le habían molestado, y esos desmayos que ya se habían presentado, aun que en pocas ocasiones. Lo pensó mucho, no sabía que le pasaba, pero después de vomitar y arto de aquella situación decidió ir al médico, sus padres habían salido a un viaje de negocios así que tuvo que ir solo a ver a aquel doctor que tan mal le caía. Al día siguiente cuando le llamaron ya que las pruebas estaban listas, una corta visita al médico fue suficiente para dejarlo en shock, no sabía qué hacer, estaba asustado, pero no podía negar que de cierta manera estaba feliz, entonces lo único que se le ocurrió en ese momento fue llamar al causante de su estado. El chico llego un poco tarde a la casa del otro, pero por fin había llegado, así que Jae tomo aire y todas las fuerzas que pudo, para abrirle la puerta. -¿pasa algo Jae? – entraba a la gran estancia de la casa -tengo algo que contarte –estaba preocupado, feliz, ansioso, tantos sentimientos que se acumulaban en el –vamos a mi habitación –el chico acercándose a él, demasiado cerca, demasiado… -¿quieres hacer cositas malas, lindo? –dijo el joven, con una sonrisa picara y un toque que hizo temblar al otro -no precisamente –pero el chico ya devoraba su cuello con pasión -Junho… tengo que… -pero simplemente le era imposible hablar con esos labios en todo su cuerpo, rostro, cuello, y ahora su pecho –¡¡Junho, basta!!... ¡¡¡estoy embarazado!!! –soltó al notar que el otro no se iba a detener -¿Qué, que? – pregunto incrédulo a lo antes mencionado -estoy embarazado –volvió a repetir pero esta vez más suave que la vez pasada, es que estaba asustado -estás jugando conmigo, ¿cierto? –porque no tenía otra explicación para la estupidez que el hermoso joven estaba diciendo -no… yo… aquí tengo los resultados de la prueba de embarazo –camino rápidamente hasta llegar al sofá donde tomo los papeles del laboratorio más los que le había dado el médico –aquí están –se los entrego al chico que los revisaba viendo ese POSITIVO en la maldita prueba de embarazo –primero hice la prueba casera –volvió a caminar al sofá y ahí tomo aquel artefacto que dejaba ver las dos rayitas en el resultado –la hice muchas veces y todas… -la preocupación se le notaba en la voz, ver aquella expresión de confusión e incredulidad en el rostro de su novio –todas salieron positivas… -¡¡Eres un imbécil!! –Grito el joven sin miramientos -¡¿Cómo te fuiste a embarazar idiota?! –el pelinegro sentía las lagrimas acumularse en sus ojos, no se esperaba aquello, que tonto había sido –mira estúpido… yo no sé quién te haya cogido, pero ese bastardo que llevas ahí dentro… ¡¡¡No es mío!!! –en ese momento ya no pudo seguir reteniendo aquellas gotitas saladas que ahora recorrían sus mejillas -es tuyo… -soltó sintiendo como se ahogaba en su propio llanto –tú has sido el único con… con el que he intimado… yo… -imbécil… eres un idiota… -por favor… deja de decir eso… yo… es nuestro hijo… -el joven lo sabía, ese mocoso era suyo, pero no iba a arruinar su juventud por Jae ni por nada -sabes que Jae… -dijo algo más tranquilo –no me interesa, yo no quiero a ese mocoso, si lo quieres tener, si lo quieres abortar, regalarlo, tirarlo… no me importa, no lo quiero y eso es todo –miro al destrozado chico sintiéndose algo culpable –adiós Jae… -yo te amo… -lo tomo del brazo intentando que pudiese hacerlo reaccionar -te quería, Jae, pero nunca te ame, no desperdiciare mi vida por esa cosa, ni por ti –y de esa manera salió de su vida tan fácil como había entrado hacia ya años Unos meses después y simplemente al ya no poder esconder su estado, el chico tuvo que contarle a sus padres toda la verdad, los señores Kim estaban en completo shock, su hijo estaba embarazado, eso era algo simplemente… simplemente terrible, era un chico de quince años, era un niño Y de esa manera que le pareció mentira, sus padres lo habían dejado solo, toda la fortuna de su familia le fue revocada y sin piedad le habían dejado a su suerte, lo habían corrido de la casa y dejado sin nada. Al no tener ni la menor idea de dónde ir había llegado a casa de su amigo. Este como buen chico que era le alojo en su casa, aun cuando sus padres se habían opuesto rotundamente. ************* END FLASH BACK************* -el tío de Yoochun me ayudo mucho y es gracias a él que conseguí un buen trabajo que me permitiera cuidar de Chun como se era debido –termino -el restaurante –añadió el menor -así es, después de eso me correen del lugar, así que tuve que buscar otro lugar… aff… casi de todos, o me corrían o renunciaba –dijo el chico resignado a su mala suerte -pero ahora… -ahora trabajo con Hwan, tengo que ayudarlo con la administración de un nuevo restaurante que su familia a abierto, es un poco difícil ya que no tengo tanto contacto con la cocina como se supone que debería de ser, pero lo sé llevar, ahora solo espero que el lugar no quiebre por mi culpa –sonrió tiernamente, aun que, sus ojos se entristecieron –odio que Yoochun tenga que trabajar para ayudar con los gastos… todo es mi culpa -claro que no es su culpa JaeJoong hyung, es algo admirable todo lo que ha hecho, la verdad que lo admiro mucho –decía como si lo estuviese defendiendo -jajaja… si, supongo que embarazarse a los quince años es algo de lo que debas estar orgulloso -no me refería a eso… es solo que… la forma en la que ha salido adelante, como no cayó ante nada… eso es admirable –decía como si de su más grande héroe se tratara -gracias –un fuerte sonrojo de parte del mayor –tu… ¿tu sales con alguien? –pregunto el joven curioso, como si temiera a la respuesta -aahhh… -dudaba si contarle de su novio, pero… ¿Cómo negar a Changmin? , ¿Cómo podía mentir? –Sí, salgo con alguien… pero… -sentía la necesidad de darle una explicación, pero… -cuídala… -dijo el chico -es un chico –Jae se sorprendió -pues entonces cuídalo, hoy día es un poco más difícil salir con gente de tu mismo sexo, bueno aun que sea aceptable y todo eso, pero aun hay personas que siguen viéndolo como algo innatural… -lo sé… -y dime… tú ya sabes mis cosas, ahora es mi turno de preguntar –su cara se puso seria -¿tienen intimidad? –YunHo permaneció en silencio, y entonces Jae se dio cuenta de lo tonta que había sido su pregunta, en un intento de corregir sus palabras, interrumpió a YunHo antes de que este le contestara –me refiero a que… a que no quiero que le pase lo mismo que a mí, ya sé que tu ya casi eres mayor de edad, pero aun así son unos niños, y no sabes lo horrible que es que te dejen abandonado, y que nadie este contigo, es por eso que quiero saber, para así reprenderte o simplemente advertirte –el moreno sonrió ante aquello, ¿Por qué le había sonado como una escusa? -pues… en realidad no, no tenemos intimidad… -un gran alivio en su alma y esa sonrisa que se incrementaba en su rostro -eso es bueno Yun… Ho –en un movimiento las ganas de tocar esos labios tan rojos se incrementaron en su interior ¿Qué le pasaba? Jaejoong no solo era mayor que él, era el padre de su mejor amigo, de Yoochun. Jae se quedo un momento quieto, después de dejar de reír se quedó viendo como aquellos carnosos labios se acercaban a él, pero no se había movido ni un solo milímetro. Aquellos ojos brillantes y ese aroma que lo embriagaba eran increíbles. Lentamente sus ojos se cerraban, su corazón estaba latiendo rápidamente y sentía aquel extraño ardor en su estomago, se sentía como un adolescente en su primer beso. Entonces cuando comenzó a sentir la respiración del otro cerca de su rostro comenzó a sentir como aquello se incrementaba y la cordura simplemente los había abandonado. De aquella forma con las respiraciones completamente agitadas y sus mejillas hasta el punto máximo, los chicos comenzaban a cerrar sus ojos, lentamente, muy lentamente, y sus labios estaban a punto de tocarse, tan cerca… -¡¡umma!! –Se escucho desde la entrada -¡¡llegue!! –un fuerte sonrojo y un movimiento brusco para que su adorado hijo y mejor amigo no los viera en aquella situación. Eran casi las seis de la tarde, lo que era algo extraño -¿YunHo? –El chico se acercaba prestándole muy poca atención al hermoso color rojo de sus mejillas y aquella mirada esquiva -¿Qué haces aquí? –Pregunto al no encontrar respuesta a la razón de la visita del chico, pero no obtuvo respuesta –tu novio te estaba buscando, se veía algo… ¿umma?... ¿Por qué tan callado? –en ese momento el joven reacciono, es que ese “tu novio te estaba buscando” resonaba es su cabeza, eso y el hecho de que había estado a punto de besar al mejor amigo de su hijo -Chun –se levanto de donde estaba - ¿Por qué llegas tan tarde? –pregunto el chico algo ‘molesto’ por su tardanza, aunque el supiera que había otra razón que causaba su disgusto -perdón umma, es que tenía que hacer algo en la escuela, pero… ¿Qué haces aquí YunHo? –pregunto una vez mas -ahh –no tenía ni la menor idea de que contestarle, pero que debía hacer, no podía decirle que había venido a su casa para poder pasar más tiempo con su umma del cual estaba completamente enamorado –vine a buscarte –prefirió mentir -¿enserio? Pues creo que deberías de preocuparte más por Changmin, te estaba esperando, se suponía que hoy tenías que esperarlo en la escuela ¿te olvidaste de eso? –maldición, se reprimía YunHo, ahora recordaba que hoy era el primer día de club y siempre iba por el pequeño como desde que salían ya hacía meses -sí, lo olvide –admitió aun con el dolor de su alma, de saber a JaeJoong junto a él -si bueno, será mejor que mañana te disculpes y le des muchos besos ya que se disgustara contigo, amigo –volvió a hablar el menor de los chicos ignorando por completo lo que hacía poco estaba a punto de pasar. En ese momento JaeJoong se levanto de donde había estado importándole muy poco la mirada de los dos jóvenes y sin esperar más camino hasta la cocina, siendo detenido claro a mitad del pasillo -¿umma? –pregunto Yoochun algo curioso por su actitud, normalmente se hubiera puesto como loco por haber llegado a esa hora -¿sí? –volteo el otro, es que no era como que hubiese pasado, pero estaba casi 100% seguro que el chico lo iba a besar, y ahora salía con que le daría muchos besos a su noviecito. El mayor se sentía… ¿celoso? -¿estás bien? – pregunto de verdad preocupado -si… ¿quieren comer? – pregunto aun en otro mundo -yo no umma ¿y tu YunHo? –el mencionado negó con la cabeza -bueno… entonces será mejor que fueras a ver a tu novio, YunHo, no vaya a ser y se moleste contigo –decía algo molesto, ver las lagrimas de alguien siempre era algo doloroso -… -Yoochun sentía algo de tensión en el ambiente, pero… no tenía ni la menor idea de que les pasaba a los chicos -bueno… si quieres puedes quedarte un poco más, tengo algo que contarte –decía el chico algo serio, y fue ahí cuando YunHo noto esa marca roja en su mejilla -si –sentía el enojo del mayor, porque podía sentir su mirada clavada en su cuerpo, eso de verdad le ponía nervioso, pero entonces a su mente llegaron algunas cosas que podían sonar tontas… estuvo a punto de besarlo, y el chico no había opuesto resistencia, no se había desapartado, no dijo nada, entonces… ¿sentía lo mismo que él? –con permiso JaeJoong hyung –hizo una reverencia y sin esperar respuesta subió las escaleras junto con Yoochun -mi umma está muy raro –dijo el castaño –está muy, muy raro –decía intentando descubrir la razón de aquella actitud -¿Por qué lo dices? –pregunto YunHo realmente curioso -últimamente se la pasa en otro mundo –abrió la puerta de su pieza –siempre esta distraído y en ocasiones se pone como tomate… como si pensara en algo vergonzoso… no se –dejo su mochila en la cama –esta diferente, odio eso –con algo de rencor, asiendo que YunHo se asustara -¿Cómo que odias eso? –pregunto el joven al no comprender a lo que se refería -¿a qué te refieres Yoochun? -que conozco esa actitud… creo que mi umma esta… enamorado –el mundo de YunHo se vino abajo, JaeJoong hyung, enamorado, eso era imposible, no podía estar pasando aquello -¿enamorado?... –seguía en ese mundo de… ¿dolor? -¿sabes de quien? –temía la pregunta tremendamente -pues no, la verdad no lo sé –algo triste por darse cuenta de que su umma lindo ya no le contaba tantas cosas como antes El pelinegro no dejaba de moverse de un lugar para otro, su corazón seguía tan, tan confundido, es que todo eso que ahora le había pasado, había estado a punto de besar a aquel chico y para variar una gran espina se había clavado en el corazón del pelinegro por dos razones más, tenia novio y en parte aunque inconscientemente, era su culpa que el novio de ese chico se sintiera triste. Pero en ese momento lo que más le importaba era él, sus sentimientos, ¿Por qué se sentía de esta manera? El conocía esos sentimientos, él sabía exactamente que le estaba pasando, pero no estaba bien, aquello no estaba bien, enamorarse de un niño, porque aquel era un niño. -Kim JaeJoong, esto no te puede estar pasando a ti –pensaba el chico preocupado –no me puede pasar… no puede… -seguía pensando aun con su cuerpo completamente agitado –acaso siempre tengo que enamorarme de personas que no debo –se repetía por aquella extraña forma de su corazón a actuar Después de escuchar los problemas de su amigo que le parecieron tan parecidos a los suyos, el chico término convenciéndose que tenía que hablar con él, acerca de aquellos sentimientos que tenía hacia su umma, pero antes de eso tenía que solucionar sus problemas con Changmin ya que si algo odiaba era que las personas que consideraba importantes lloraran. Eran tan difícil cuando ese jueves llego a la escuela siendo recibido con abrazos y besos que por primera vez le causaban… no se podía decir qué asco, porque no era así, pero simplemente ya no eran iguales de dulces, ya no eran placenteros y que oírlo rogándole por una explicación, aunque quería decirle lo que realmente le pasaba, no pudo ver aquel cuerpo destrozado, tirado en aquel lugar mientras el solo podía salir de aquella habitación que significo tanto para su relación, y escuchar aquellos sollozos y explicaciones de su abandono, pero ya no podía hacer nada mas, ya había tomado su decisión. Aunque se sentía terrible, aunque sentía que era un miserable quería verlo, quería ver a JaeJoong, esas semanas que no le había visto habían sido suficientes para sentirse en el hoyo más profundo y oscuro en el que alguna vez haya estado, ya que de un lado acá todos habían comenzado rumores acerca de su rompimiento, muchos que no le agradaban en absoluto. ********* Después de caminar todo el camino de la escuela hasta su casa, todas esas semanas sin JaeJoong eran como un tormento y sin saber la razón cuando el chico acordó ya estaba frente a la casa de su amigo Yoochun. Su mano temblaba, no estaba seguro si soportaba ni un momento más. Con el corazón a mil por hora, el chico comenzó a tocar la puerta importándole muy poco el timbre blanco del portal, simplemente quería que esa puerta se abriera y poder ver esa hermosa sonrisa, esa que él había arruinado aquella primera vez cuando intento besarlo. La puerta se abrió lentamente, el propietario de la casa salía con aquel hermoso delantal rosado que lo hacia ver tremendamente hermoso. Jae no era grosero, pero sentía que no tenía que dejarlo pasar, estaba asustado de todo lo que ahora pasaba en su vida. Al ver aquellas intenciones YunHo entro a la casa sin esperar a la invitación del otro, se armo de valor y tomo al mayor del brazo asiendo que así la puerta se cerrara. -ya no puedo mas –dijo con aquel tono desesperado que no le dejaba en paz –yo… yo de verdad no quería que esto pasara, de verdad que quería evitarlo, pero no puedo… cada que veo su sonrisa, cada que estoy cerca de usted no puedo evitar sentirme de esa manera, yo también estoy asustado, yo tampoco comprendo exactamente que me paso, pero… ya no puedo seguir ocultando lo que sintió, lo que comencé a sentir al momento de verte –Jae se mantenía expectante, con aquella expresión triste que había tenido estas últimas semanas –Hyung, no sé si tú te sientas igual que yo, no sé si… usted se sienta de la misma manera, pero… lamento decirle, de verdad que lamento decirle que… que me he enamorado de usted –en ese momento un par de lagrimas bajaron por las mejillas del chico, no podía ser cierto lo que le estaba pasando –por favor… no se quede callado, yo… no me importa saber que no sientas lo mismo que yo, solo, solo no me deje de esta manera, no quiero quedarme con la duda… tengo que saber si usted también siente lo mismo que yo… o si… o si simplemente tengo que dejarlo en paz, por favor… -yo… -sentía que los ratones le habían mordido la lengua, su mente estaba tan trabada que no podía pensar en nada prudente -perdón… -dijo soltando el brazo del mayor -¡tienes novio! –casi grito el chico antes de que el menor diera algunos pasos así la salida –yo… yo no quiero que… -ya no salgo con el… el fue muy importante para mí, el fue parte de una etapa simplemente maravillosa para mí pero… yo no puedo seguir con él si todo el tiempo me la paso pensando en usted, como estar con alguien más si…. si tu estas en todo –sentía como las lagrimas querían salir de sus ojos -pero… -tantas escusas que podía decir, la edad, su novio, su hijo… pero no podía, no salía nada de su boca, estaba complemente trabado -solo, solo piénselo JaeJoong hyung, por favor… -dijo antes de salir corriendo de aquella casa JaeJoong se quedo pasmado, las palabras de YunHo resonaban en su cabeza, el también sentía algo, algo que le quemaban su interior, porque no podía ver a ese chico como un amigo de su hijo, no podía verlo de esa simple manera si sentía que todo su suelo temblaba cada que el chico estaba cerca, o de solo pensar en el. Prefería miles de cosas, pero en ese momento lo peor que le pudo haber pasado fue que su hijo llegara y lo viera de aquella manera. Después de platicar y de omitir la verdadera razón de su llanto, los dos comenzaron a hablar de muchos problemas y cosas que le habían pasado al menor en la escuela. -todos están tan raros estos días… creo que esta yo, jajaja –rio el chico -¿Por qué dices que todos? –pregunto el chico algo curioso -es que… no te he contado umma, pero… bueno, resulta que YunHo salía con un chico llamado Changmin –mierda, que era peor que te repitieran el nombre de tu… ¿rival? –pues ellos eran súper felices y todo eso –una espina mas –pero ahora me entero que YunHo ya ha terminado con él, no sé porque, no sé ni cuando, pero todos en la escuela comenzaron a decir que ya no salían, y que había sido YunHo quien lo había cortado… Entonces no había mentido como él creía, porque cuando analizo el asunto simplemente llego a la conclusión de que el otro le estaba mintiendo… ******** Acaba de salirse de bañar y después de ponerse su pijama no le quedo nada más que dormir, pero por alguna extraña razón decidió bajar a la estancia, siempre había preferido ver televisión en esta y ahora que su familia se encontraba de viaje quería aprovechar la casa por completo. Las luces permanecían apagadas, y el sonido del televisor era tremendo. YunHo solo permanecía con la mirada perdida observando aquellas imágenes que pasaban por el aparato. Su mano se movía inconscientemente cambiando de canal una y otra vez, había llorado, si había llorado, aunque creyera que eso solo era de maricas, pero es que se sentía de una manera simplemente destrozada, quería gritar, quería hacer tantas cosas, quería simplemente desaparecer. Entonces cuando estaba a punto de quedarse completamente perdido en sus pensamientos el sonido del timbre lo sorprendió descolocándolo un poco. Estaba muy desanimado pero lamentablemente su personal ya se había retirado a dormir o a sus casas respectivamente. El chico no quería abrir pero aquella persona no dejaba de tocar aquel aparato insistentemente y ya estaba arto de escucharlo. Iba casi en cámara lenta y aun con aquella expresión desanimada llego hasta la puerta de aquella hermosa casa. Al instante en que abrió la puerta el chico se quedo en shock, estaba a punto de preguntar algo, o de por lo menos decir el nombre de aquella persona, pero al instante fue interrumpido por aquellos labios que sin previo aviso habían comenzado a devorarlo por completo. El chico ni siquiera había cerrado los ojos, estaba tan sorprendido que no podía pensar en nada. Aquella lengua había comenzado recorrer su cavidad por completo y aquellas manos sosteniéndose de su nuca apretando el cuerpo ajeno con el suyo, intentaban tocar este insistentemente. Tantas preguntas que tenía para ese momento, tanto que quería saber, o por lo menos una explicación que le ayudara a entender que era lo que pasaba, todo aquello se fue a la mierda cuando escucho aquellos jadeos que salían de la boca ajena. El dulce sabor de aquella boca invadía sus sentidos, con la poca cordura que le quedaba y no dispuesto a no dejarlo ir, el moreno tomo al otro chico de la cintura llevándolo adentro de la casa, donde y sin temor a ser vistos por algún guardia seguían con su apasionante acto. Maldito oxigeno, los chicos tuvieron que separarse por la falta de aire, pero aun con las mejillas sonrojadas y aquellos jadeos seguían viéndose directamente a los ojos. -que… -pero no valía la pena pronunciar palabras demás -aashh… -puso uno de sus dedos en los labios del chico impidiendo que una palabra más saliera de aquella garganta –solo ámame –pidió el pelinegro ansioso por sentir suyo todo aquello que YunHo le había prometido, porque al momento de decirle que lo amaba sentía que ya había hecho su juramento de amor -hyung… -no estaba loco para rechazar aquella oferta, pero no quería que las cosas pasaran… tan de repente, no sin saber antes que aquello era lo que realmente quería el joven –de verdad… de ver… -si YunHo, por favor, yo… yo también te amo –los labios del mayor volvieron a juntarse con los del moreno, estaba completamente seguro de lo que quería y no le importaba nada más en aquel momento Las palabras en esta ocasión ya no fueron necesitadas, los cuerpos de los chicos hablaban por si solos y todas aquellas caricias que ambos se otorgaban eran la más placentera forma de comunicación. Besar cada palmo de aquella blanca piel ya era una adicción, sentir aquellas manos aferrarse a su espalda dejándose hacer por completo era la experiencia más maravillosa que nunca jamás hubiese tenido. Jae había terminado en el sofá donde antes el joven Jung viera el televisor que seguía encendido. Sus cuerpos en medio de aquella casi oscura habitación sintiendo como el calor y el deseo por pertenecer a la otra persona se incrementaba, todas estas nuevas sensaciones que los dos chicos comenzaban a experimentar. El mayor se portaba de lo más dulce con el otro chico, sabia por el propio JaeJoong que desde asía años no había sido tocado de aquella manera; quería que fuera completamente inolvidable para ambos. El moreno comenzó a desabrochar aquella delicada camisa de Jae, desabotonaba cada uno de los botones con cuidado, asiendo de aquella situación algo completamente erótico. El cuerpo de Jae comenzaba a enrojecerse a causa del calor, la vergüenza y el placer que aquellas manos le ocasionaban a su cuerpo. Pero él no podía quedarse así nada más y dejarse dominar por un chiquillo, uno muy guapo y seductor por cierto. Alzando sus manos lo suficiente como para alcanzar la musculosa de YunHo; el chico comenzó a subirla lentamente asegurándose de rosar cada parte de aquel cuerpo moreno, sintiendo como a cada momento la vergüenza iba desapareciendo de su mente, como ahora moría por tocar y besar de la misma forma que el otro lo estaba haciendo. Le necesidad de sentirse hizo que lo más rápido que sus brazos se lo permitieron, desvistiera al hombre encima suyo. El menor de los chicos término de desabrochar aquella camisa, veía el blanco pecho del joven sintiendo aquellas ganas tremendas por besarlo, por probarlo. Sin esperar un momento más se agacho llegando a aquellos rosados botones que rápidamente habían tomado un color más rojo. El mayor gemía al sentir aquella lengua chupando sus pezones, sentía ese típico cosquilleo en su pecho que comenzaba a llegar a su vientre bajo, aquella electricidad viajando por sus partes intimas era tremendamente placentero. El moreno mordía y jalaba aquellos botones provocando pequeños gritos en el otro joven, su mano estaba completamente ansiosa y curiosa por explorar aquellas partes del joven que creyó nunca podría tocar. Después de bajar por su pecho y tocar su cintura repetidamente, el joven llevo su mano hasta la entrepierna del pelinegro. Comenzó a acariciar aquel pedazo de carne por encima de esa molesta mezclilla. No dispuesto a esperar más, el joven desabrocho aquel botón bajando el zipper lentamente disfrutando con cada expresión que el otro ponía. Sus mejillas enrojecidas y aquel brillo en sus ojos eran simplemente encantadores, sus labios estaban mojados y podía adivinar que moría por ser besado, observar aquello era completamente excitante, ver como el otro se ponía con cada toque que era proporcionado por su cuerpo era la cosa más maravillosa. Su mano viajaba por toda la extensión de aquel pedazo de carne, el mayor de los chicos sentía aquella fricción que le provocaba tanto placer, aquella sensación que hace años ya no sentía, aquella que ahora podía probar con el joven que le había robado el corazón. JaeJoong comenzó a morder sus labios sintiendo esa mano traviesa viajar por todo su sexo caliente, hubiese llegado a sacarse sangre si no hubiese sido por los labios de YunHo que lo habían aprisionado nuevamente, sus salivas se mezclaban formando el más dulce de los sabores, sus cuerpos ya no soportaban y de un momento a otro los dos habían terminado sin ropa. Los dos se observaban, sus miradas viajando por el cuerpo ajeno, miraban la perfección ajena y aquellas tremendas ganas que tenían por poseer al otro, se incrementaban. Pero aun así estaba nervioso, era cierto que el mayor no tenía relaciones desde hace mucho, pero él en cambio nunca lo había hecho, no tenía ni la menor idea de que hacer en el momento decisivo, tenía miedo de lastimar a su hyung, pero también tenía miedo a dejarlo ir. Después de observar por segundos que le parecieron eternos, el mayor de los chicos tomo las manos de YunHo entre las suyas y con una hermosa expresión en su rostro, el chico le sonrió tratando de decirle que estaba bien, porque sabía perfectamente lo que pasaba por su mente en ese momento. Aun con algo de timidez el mayor llevo los dedos de YunHo hacia su boca. Comenzó a humedecer aquellos para que de esa forma el joven pudiese prepararlo. El moreno sonrió ante aquel acto, no había porque arrepentirse, estaban ahí y los dos querían eso, los dos lo deseaban. Cuando estos ya estuvieron bien humedecidos, el menor se posiciono en un lugar que le permitiera ver perfectamente lo que asía. Antes de que sus dedos perdieran la saliva del otro, el joven comenzó a introducir uno de los dedos, lo que provoco un grito de parte del mayor, un dedo mas fue introducido siendo seguido por el tercero. El chico los movía en círculos intentando no lastimar al otro, sentía como la cavidad del mayor a cada momento se iba acostumbrando a esos tres invasores. -hazlo ya –rogo el mayor sintiéndose al borde del delirio No tuvo que decir nada, después de sacar sus dedos de aquella cavidad el joven se posiciono entre las piernas de Jae poniéndolas en su hombros, el sillón no era para nada incomodo, después de haber sacado los cojines había dejado un espacio perfecto para poder moverse. El miembro de YunHo estaba palpitante, con cuidado y lentamente comenzó a introducirse en aquella estrecha cavidad sintiendo el más grande de los placeres, al mismo tiempo que sentía el más grande de los miedos al pensar en no hacerlo bien. -aahhh… -grito el mayor al sentir al otro dentro de cuerpo –aahh… -¿quiere que espere? –pregunto con la respiración algo agitada -solo… solo un poco –dijo cerrando los ojos intentando que su cuerpo dejara de doler –listo –dijo después de unos segundos –puedes moverte… ahhh… mmhh… -el moreno había comenzó a hacer lo que el otro le había pedido Las embestidas comenzaron lentamente, sintiendo como sus cuerpos les rogaban por velocidad, los chicos comenzaron a hacer lo que sus instintos les ordenaban. Jae tocaba todo lo que podía, las manos y piernas le temblaban así que por esa razón no era muy activo en el acto. YunHo se encargaba de masajear la entrepierna del pelinegro, logrando aumentar el placer del joven. -aahh… mmhh… hhhaa… -gemía el mayor al sentir su cuerpo siendo embestido por el menor -hhhmmm –el moreno estaba disfrutando de aquella estreches, sentía su miembro tan bien -ahhh… mmhh… Yun ahh… YunHo… más rápido… aahh –siguiendo las palabras del chico, YunHo había comenzado a moverse rápidamente El placer era infinito, el orgasmo se estaba acercando y los dos chicos ya no podían seguir alargando aquello. YunHo acelero sus movimientos aun mas, quería sentirse al fin de aquel placer, hasta el borde de la excitación. Unos minutos después el mayor de los chicos se derramo en sus vientres, mientras que segundos después el moreno llenaba dentro del cuerpo de Jae. El mayor sentía su cavidad llena y podía sentir aquel líquido derramarse por sus piernas cuando el moreno salió de su cavidad. -aahh… -respiraba cansado -JaeJoong hyung… -aun se sentía confundido, es que a pesar de lo que había pasado, no sabía si aquello había sido algo de momento o algo que realmente el mayor deseaba –esto que… -yo también te amo –dijo de repente el mayor –no sé ni cómo paso… es que aun no lo puedo creer –YunHo lo miraba expectante –pero… de lo que estoy seguro es que te amo… jeje –sonrió tímidamente -¿está seguro? –insistía el menor -sí, dios aun no puedo creer que haya hecho esto –dijo volteándose asiendo que de esa forma su rostro quedara contra el sofá -jajaja… yo tampoco creí que esto sucedería… es increíble JaeJoong hyung –el mayor volteo a verlo sonriendo -ya no digas estas cosas que más me apeno… mmm… no crees que sería más romántico si durmiéramos en tu habitación –dijo al darse cuenta de que cualquier persona podría haberlos descubierto -tiene razón… yo lo cargo… ******** Los días iban pasando, las cosas habían dado un giro completamente diferente en la historia. Jae y YunHo ahora habían iniciado una relación, claro que aun no le habían contado nada a Yoochun, los dos estaban completamente asustados ya que no sabían de qué forma el otro actuaria, pero de lo que estaban completamente seguros, era de que querían permanecer juntos por el resto de sus vidas. Algunas semanas habían pasado, ya casi un mes para ser exactos, desde que los dos jóvenes aceptaran el amor que se tenían. Muchas veces desde ese momento habían estado juntos disfrutando de su compañía, calor y cuerpo. Ese día los chicos habían salido dejando solo a JaeJoong, así es salido, porque YunHo ya casi vivía en aquella pequeña casa, claro que eso de cierta forma no le importaba a Yoochun. El pelinegro se encontraba en la estancia de la casa, Hwan, su mejor amigo de toda la vida había ido a visitarlo. Las horas pasaban y los dos chicos estaban por demás felices, comieron, vieron televisión, platicaron, incluso hablaron de negocios. Faltaban algunas horas para que Yoochun y YunHo llegaran de aquel viaje escolar, en ese sábado delicioso que por culpa de la preparatoria no habían podido disfrutar, pero entonces y sin previo aviso paso algo que alarmo al tío de Chun. -Jae… ¿Jae, estas bien? –preguntaba al joven que casi caía al suelo después de un fuerte mareo -si… si estoy bien –respondió aun con dificultad -pues no parece… creo que será mejor que vayamos al médico –porque aquella expresión de cansancio le preocupaba más de lo normal -no es necesario, la verdad es que solo fue un –intento caminar nuevamente, pero al igual que antes termino en brazos del joven -claro que no, ahora mismo nos vamos al hospital Sin más los chicos partieron al lugar indicado, después de que le hicieran los estudios y de ser regañado una y otra vez por Hwan por no haber dicho nada acerca de esos mareos que últimamente tenia, los chicos llegaron a la casa del pelinegro viendo que Yoochun ya había llegado. -¿y YunHo? –pregunto Jae curioso -hola umma, yo también te extrañe –respondió “indignado” el joven -jeje perdón Chun… ¿Cómo les fue? –pregunto para disimular su necesidad de ver a YunHo -pues bien… YunHo tuvo que ir a su casa, al parecer sus papas acaban de llegar de viaje, así que estará con ellos –dijo alegremente -oohhh… le dices en la escuela que me gustaría hablar con él –dijo algo… ¿nervioso? -claro umma… hay… muero por ir a la escuela… -suspiro el joven… enamorado… pudo deducir su umma -jajaja… ---------- Sus ojos están completamente abiertos, nunca, bueno si, pero la verdad no tan pronto había esperado recibir aquella noticia. Su respiración se había complicado y no porque le pareciera algo malo lo que le acababan de decir, no por nada, pero siempre se ha dicho que uno nunca está preparado para ser padre. Jae permanecía expectante, veía como el chico se tambaleaba, ¿se desmallaría? Pues era lo que parecía en aquel momento, y no sabía si reír por su expresión o llorar por no recibir respuesta alguna. -yo… -decía aun algo atarantado –voy… voy a ser padre –había sido una pregunta, ¿no? Es que su tono más bien era como si tratara de auto convencerse -si, YunHo… vas a ser papá de un bebe mío, nuestro –decía algo… impaciente -… -¿YunHo? –se mordió el labio inferior -… Pasaron más o menos cinco minutos desde ese momento cuando de repente y sin razón alguna, bueno claro la felicidad, el moreno había gritado y rápidamente había tomado a Jae entre sus brazos cargándolo en ellos. El mayor solo sonreía ante el acto del otro chico, la verdad se había asustado mucho, pero ahora le daba la seguridad de que estaría con él. -me asustaste tonto –dijo casi con lagrimas en los ojos -jajaja… perdón amor… pero… es que simplemente la noticia me tomo por sorpresa… estoy tan contento de escuchar esto… tendremos un bebe juntos… seré padre, uno muy joven pero padre al fin de cuentas -si… bueno yo seré padre por segunda vez, así que se cuando te digo que… te prepares, será algo difícil y… -y tendremos que contarle a mis padres, y a Yoochun –dijo algo preocupado por aquello -si… no sé cómo lo vaya a tomar mi Chun T_T pero es que no quiero dejarte, tendremos que hablar muy seriamente con él… ----- Ese mismo día los dos jóvenes habían llegado a casa. Yoochun estaba en la estancia, pero no parecía de muy buen humor, cosa que de verdad sorprendió a Jae, ya que el chico siempre estaba con una sonrisa y más desde unos días en adelante. El chico los observo, los dos mayores caminaban hasta donde el otro y con las manos entrelazadas se sentaron en uno de los sofás del lugar. El menor de los chicos permanecía con la misma expresión molesta, que se incremento al ver como YunHo sostenía la mano de su umma. -Chun… tenemos que hablar contigo –dijo Jae muy nervioso -¿hablar?... umma… antes tengo que hablar con YunHo en privado –dijo el chico con el seño fruncido -pero lo que tengo que decirte Chun… -dije que quiero hablar con YunHo, umma de verdad es importante, y tiene que ser ahora –intentando no sonar grosero con JaeJoong -está bien, regresamos en un segundo JaeJoong hyung –dijo el moreno levantándose siguiendo a Yoochun a su habitación. Los dos iban muy callados, y cuando entraron al cuarto, el castaño volteo a donde su moreno amigo -así que… mi mejor amigo… -un tono que para nada le agrado al mayor -claro que soy tu amigo Chun –dijo este defendiéndose -sí, tanto que te acuestas con mi umma, ¡lo embarazarte maldita sea! –YunHo se sorprendió, ¿Cómo era que el chico sabía eso? –vi la prueba del laboratorio, y por lo que veo ahora no me cabe ni la menor duda de que eres tu el que… ¿Cómo pudiste YunHo? –sentía que estallaría en cualquier momento -escucha Yoochun, yo de verdad quiero a tu umma, el es muy importante para mí, nuestro bebe, tu hermanito… nosotros lo cuidaremos y… y la verdad quiero que podamos tener tu aprobación, porque… porque si no es así… si no es así yo se que JaeJoong sufrirá mucho, tú no quieres que tu umma sufra y yo tampoco… -¿desde cuándo sentías esto? –pregunto con aquel semblante cansado -desde el primer día que lo vi… yo… yo me enamore desde que lo vi… -… sabes que… ya, ya cállate que si no me harás enojar mas –camino hasta la puerta de su cuarto dispuesto a salir de ella -Chun… -se sentía tremendamente triste, nunca creyó que su mejor amigo le fuese a decir algo así, pero es que no lo había podido evitar -ah, por cierto… -se giro el joven nuevamente –ni creas que te llamare papá –una sonrisa y una última mirada antes de salir de la habitación -maldito –susurro sonriendo ante tal susto, ese Yoochun si que sabía cómo mentir…

FIN

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