viernes, 11 de diciembre de 2009

Zapatos








Titulo: Zapatos
Autora: Pandora_Hades
Pareja: JaeMin
Género: Lemon


Estaba sentado cómodamente en el gran sillón rojo de cuero que adornaba la sala de descanso, sus ojos estaban enfocados en el plasma que mostraba un variety show, una grabación, como no tenía tiempo para verlos el día del estreno, el pedía amablemente que alguna persona del staff le grabara los capitulo. Se supone que ese momento era uno de los mas íntimos en la vida de Shim Changmin, tenía su bebida cola favorita, comida para alimentar un pelotón, todo prolijamente ordenado en la mesa de centro color caoba. Definitivamente era un momento de relajación total…. Pero algo andaba mal.. Muy mal..

TAP TAP TAP

Intento ignorar aquel molesto ruido, es más, ni siquiera quería saber de dónde provenía, pero ahí estaba, insistente, ensordecedor, perpetuó…

TAP TAP TAP

Un pequeño tic se formo en su ojo izquierdo. Shin Changmin estaba llegando al límite de su paciencia, con el ceño fruncido le dio la espalda a su programa favorito y que tanto ansiaba ver, solo para encontrarse con la desagradable sorpresa de que su mente nuevamente le estaba jugando una mala pasada. Huellas, veía huellas de zapatos por toda la sala, se gruño los ojos con fuerza y con un tono amenazante se dirigió al ser que le causaba tantos problemas.
- Hyung….- intento llamar su atención, pero al parecer su hyung estaba en otro mundo, como siempre. – Hyung..- esta vez su voz se hizo más profunda y ronca.

Se puso de pie de golpe, esperando que eso alertara a su hyung de su molestia, al parecer eso había dado resultado. Le miraba con una expresión de duda, con esos ojos grandes que le atravesaban el cuerpo, con ese rostro pulcro que se le hacía tan suave, con… changmin detuvo sus pensamientos al darse cuenta de que inconscientemente su enojo estaba siendo disipado, no, esta vez Kim Jaejoong no se saldría con la suya.

- ¿Qué sucede minnie? – pregunto jae como si nada
- Cómo que ¿qué sucede?.. te dije que no usaras zapatos en la casa me sacan de quicio – avanzo hasta quedar a muy escasos centímetros de jae, improvisando una pequeña batalla de miradas.
- Changmin ah, eres al único que le molesta, nadie más me ha reclamado –
- ¡¡Soy el único que está en la casa hyung!!– chillo al escuchar aquel pobre argumento
- Olvídalo, no voy a sacarme los zapatos, los compre para usarlos – dicho esto, jae dio la vuelta ignorando a minnie, mientras se dirigía a la cocina una pequeña sonrisa cargada de maldad adorno el rostro níveo de jae, le encantaba sacar de sus casillas al pequeño, sus facciones se acentuaban más, sus ojos demostraban un torrente de emociones, hasta el tono de su voz cambiada, hasta podría afirmar de que se volvía más sexy. Rio ante sus pensamientos, todavía no concebía la idea de que su pequeño niño había crecido y se había convertido en un joven maduro.

Abrió el refrigerador para buscar algunas verduras, no quería que minnie estuviera mucho tiempo enojado con él, así que por ese motivo le iba a hacer un sándwich, sabía que el único punto débil de su niño era la comida, sobretodo la comida hecha por sus manos, eso y un lindo puchero harían que minnie recuperara su buen humor.

Al momento de cerrar la puerta del refrigerador se encontró cara a cara con minnie, esto le causo un sobresalto, haciendo que soltara los ingredientes para la merienda.

- Que torpe jaejoong hyung – rápidamente se agacho y empezó a recoger el desastre el suelo, todo esto bajo la atenta confundida mirada de jae.
- Tonto, me asustaste, no te aparezcas así… tú y tus síndromes de voyerista – una de sus manos de acerco al lado izquierdo de su pecho, su corazón latía fuertemente, aún no sabía si era por el susto, o si fue por la proximidad de sus rostros.
- Debo aceptar que estos zapatos son lindo, buen cuero, buen color…- recito minnie mientras que con sus yemas comenzaba a acariciar los pies cubiertos de jae
- gra-gracias..- articulo trabajosamente jae, ahora tenía otro problema, su respiración se empezó a acelerar cuando sintió una de las grandes manos de minnie posarse en su pantorrilla derecha y acaso, estaba..acariciándole suavemente?, su rostro se torno rojo, muy rojo, su temperatura subía con rapidez. Debía de estárselo imaginando, minnie nunca, el nunca lo provocaría de esa forma.

Estaba a punto de pedir que se detuviera, cuando de forma inesperada siente un leve empujón y posteriormente un brazo que le sujetaba fuertemente la cintura haciendo que su caída sea de forma paulatina y finalmente el frio piso de la cocino choco con su espalda.

Sus ojos negros se centraron en la mirada de satisfacción de minnie, su cuerpo inconscientemente se estremeció al sentir el largo cuerpo del más joven recostado sobre el suyo.

- Mi-mi-nnie…
- Te dije que no usaras zapatos en la casa..- jae se deleitó con cada silaba que salía de la fresca y deseable boca de minnie, pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando sintió que minnie aprisionaba con su mano izquierda sus muñecas, mientras que con su mano derecha apretujo el muslo izquierdo de jae, alzando la larga pierna de su hyung quedando en una pose extremadamente comprometedora.

No sabía lo que estaba haciendo, solamente que aquella última acción de su hyung lo había molestado de sobremanera, quería vengarse de él, por eso iba a sacarle los zapatos a la fuerza si era necesario, pero el proceder había tomado un giro erótico. No podía sacar esa sonrisa traviesa de su rostro, ni tampoco podía mover sus manos, al parecer estas se sentían extremadamente cómodas, y para qué hablar de su cuerpo, sus cuerpos estaban tan juntos que no daban espacio al aire, podía sentir la hebilla del cinturón del pantalón de jae presionando su abdomen. Hace mucho tiempo que había asumido que jaejoong le atraía, le encontraba un ser maravilloso, lleno de luz, frágil pero poderoso a la vez, más nunca se había atrevido a avanzar con su hyung, sus llegadas solo eran juegos, un simple fanservice más y el era feliz con eso, con tan poco. Quizás esta era la oportunidad, estaban solos, muy pocas veces el podía estar solo con el objeto de sus deseos, su mente maquino en tan solo unos segundos un plan estratégico, pasara lo que pasara, el iba seguir adelante, quizás sea un poco egoísta, pero él sabía que jaejoong le perdonaría todo, incluso lo que estaba a punto de pasar.

Un pequeño gemido salió de los prominentes labios de jae cuando minnie se movió para tomar algo de distancia, sus ojos no se apartaban del cuerpo de su niño, este tan solo vestía una sudadera y un pantalón de pijama holgado. Se mordió el labio inferior sin querer, changmin se veía tan varonil, tan cool, su cabello desordenado le daba un aspecto salvaje y eso era justamente lo que él no quería ver, no por nada había reprimido por años sus verdaderos sentimientos para con el menor, por el bien de DBSK, por el bien de su sano juicio, por el bien de su pequeño. Jaejoong estaba consciente de la admiración que sentía minnie para con él, no quería ver a su niño confundido y sufriendo por su culpa, aún era joven, el futuro de minnie era ser un buen padre con una linda esposa en una acogedora casa, ese era su profundo deseo, así debían serlas cosas.

- Minnie, ¿Qué estás haciendo?, si quieres que me los saque tan solo tenias que pedirlo amablemente, esto me incomoda, quítate de encima- jae utilizo todas las artes de actuación que había aprendido, debía mostrarse sereno y enojado, casi se le rompe el corazón al ver la mirada de confusión de minnie, pero sabía que era lo mejor para él. – shim changmin te dije que te bajaras – esta vez sus palabras fueron acompañadas con un forcejeo y un tono de fastidio, odiaba admitir que minnie tenía más fuerza que el.
- No quiero, te lo pedí amablemente y no me hiciste caso, ahora pagaras las consecuencias. Ahora yo te los voy a quitar….los..zapatos – rápidamente le saca el zapato izquierdo tirándolo lejos ante la atenta mirada de jae. Posteriormente fue despojado de su otro zapato, esta vez minnie aprovecho la oportunidad para sentarse a horcajadas sobre el cuerpo de su hyung, el cual tenía una cara de pocos amigos que contrastaba perfectamente con su rostro enrojecido.
- ¿feliz? Ahora bájate – advirtió jae
- No, ahora viene tu castigo por ignorarme – poco a poco el cuerpo de minnie se fue tendiendo sobre el de jae, haciendo que sus labios quedaran a escasos centímetros
- No es gracioso, basta..- los sentimientos de jae eran un torbellino, se sentía furioso al ser tratado como un niño mientras su cuerpo temblaba ante la cercanía de los cuerpo, el miedo le invadió al sentir que su parte intima reaccionaba ante el imperceptible vaivén de las caderas de minnie, pero sobretodo le molestaba que sus ojos acumularan sin querer aquella sustancia salina que tanto odiaba, expuesto y sin poder hacer nada, tan cerca del cielo y sin poder abrir las alas, sintió pena por el mismo.

Changmin se sobrecogió al ver el mapa de sentimientos en el rostro de jae, quiso dejarlo hasta ahí excusándose que eran un juego solamente y reír para luego olvidar, pero, eso sería engañarse a el mismo. Su expresión lasciva cambio a una de infinita ternura para acercarse a sus labios y sellar todas sus dudas con un beso.

Al principio sintió como todo el cuerpo de jae se tensaba, para luego empezar a forcejear con gran fuerza, pero el aguanto estoicamente cada sacudida del cuerpo del mayor, no quería dejarle ahora, ya la había probado aquellos labios color cereza que tanto le llamaban la atención, que tanto anhelo saborear, ahora ya no pararía, necesitaba más de jaejoong.

Autocontrol, palabra olvidada permanentemente del diccionario de jaejoong, no sabía en qué momento el beso de changmin se le hizo indispensable como el aire, no sabía el momento exacto en que su ávida lengua empezó una pelea con la de su niño, tampoco se percato en qué momento sus manos fueron liberadas y fueron a parar en el pecho bien formado del menor, lo único de que estaba consciente era que minnie le abrazaba con fuerza como queriendo partirlo en dos, con temor a perderle.

Literalmente la ropa de jae voló por toda la cocina, la única prenda que seguía en su lugar era la ropa interior, minnie estaba punto de sacarla cuando una pequeña risa escapo de sus labios, jae le miro confundido.

- Son mis calzoncillos…-
- Yo… lo si..ento… es que..- antes de que jae arruinara el momento con sus explicaciones sin fin, minnie volvió a atacar su boca, pero esta vez sus manos estaban acariciando el abdomen plano de jae.

Estaba nervioso, era su primera vez, pero como hombre sabia que puntos hacían sentir bien a otro hombre, una de sus manos se metió directamente dentro del calzoncillo de jae, el cual exclamo un gemido de sorpresa y satisfacción.

- Esta duro abajo hyung..- exclamo con voz ronca mientras tomaba el miembro de jae entre sus dedos – y viscoso..-
- Changmin..no… digas.. esas co..- jae se retorció en su puesto al sentir como la mano de minnie subía y bajaba a lo largo de su intimidad, pequeños gemiditos empezaron a inundar la cocina, era un hecho, jae había perdido la voluntad.

Minnie estaba fascinado con todas las expresiones que su hyung guardaba para estos momentos y a su vez se sintió celoso al pensar que otras personas hayan disfrutado lo mismo que él, pero había una gran diferencia, esto no era simplemente un revolcón.

- Minnie…minnie…minnie…- repetía jae como un mantra, la velocidad del menor aumentaba más y más, jaejoong no podría creer soportar por mucho tiempo. Sus manos buscaron aferrarse a algo, y ese algo lo encontró en changmin el cual gustoso se inclino para ser salvajemente devorado por los labios de jae. – mi…nnie…ah…mi…- su cuerpo se tenso dejando así liberar su semilla, la cual embadurno la mano de changmin y sus respectivos abdómenes

Cayo exhausto sobre las frías baldosas azules, intentado normalizar su respiración, su cerebro todavía no podía creer lo que había pasado en su amada cocina. Busco con la vista a minnie y lo encontro desnudo y quitándole lo último que le quedaba de ropa, unos manchados calzoncillos.

- Changmin- reunió valor para hablar..- esto.. ha ido demasiado lejos, yo… yo no quiero..dejémoslos hasta acá, fingiremos que nada paso, será lo mejor…- su voz se quebraba a cada palabra, cada silaba. – min, no podemos..ahhhh min….- se tapo la boca para no gritar, su pequeño, su niño, su amor imposible, estaba penetrándolo con unos de sus dedos, acaso el pensaba llegar hasta el final?- sa-saca-lo, du-ele….min…
- Jae…egoísta, no pensarías que…me iba a conformar con eso, yo quiero todo, te quiero todo – otro dedo fue introducido en la cavidad estrecha de jae – relájate por favor…
Jae buscaba otra excusa para detener este psedu-incesto, pero el dolor y la pequeña cuota de placer que estaba experimentando le nublaban los sentimientos, instintivamente sus piernas se abrieron para darle un paso más profundo a changmin, el cual con una radiante sonrisa, introdujo un tercer dedo.
- Minnie..hazlo…- hablo quedito jae, mientras se mordía un dedo obscenamente. Si a su minnie le hacía feliz llegar al final, entonces que así sea.

Confianza, eso era lo que minnie necesitaba y el único que podía dárselo era jae. Rápidamente quito sus dedos de la entrada de su hyung, escuchando un suspiro de frustración. El menor se ubico entre las piernas de jae, mientras dirigía su erguido miembro hacia la gloria.

Jae tan solo se predispuso a apretar los dientes, cuando sintió como el glande se abría paso entre sus paredes internas, una punzada de dolor le hizo arquear su espalda, sentía como literalmente le partían en dos. Changmin al ver el sufrimiento dibujado en jae, le abrazo por la cintura y busco sus labios, necesitaba relajarle, sino, con la estrechez que ejercía jae, le obligaría a terminar antes y ese no era el plan.

Despacio y controlando sus impulsos, changmin se fue introduciendo por completo. Se aferro al cuerpo de min como un desesperado mientras bufaba repetidamente en su oído. Las que dieron la partida a la danza erótica, fueron las de caderas del mayor, las cuales sin ningún pudor alguno buscaban un contacto más profundo.

- Rom…rómpeme…minnie…- susurro al su oído con un tono cargado de sensualidad

Palabras mágicas, las cuales dichas en otra boca hubiesen sonado obscenas, pero de la boca de jae, de su jae, solo era una invitación al paraíso.

Su cuerpo empezó a moverse de forma lenta, tratando de hacer el menor daño posible del que había ya había causado, los pequeños gemidos cada vez que llegaba al fondo del cuerpo de jae le volvían loco, quería mas de esa boca, quería mas gemidos dirigidos a su persona.

Changmin quería llegar hasta lo más profundo de su hyung, enloquecer cada fibra de su ser, agradeció mentalmente a los protagonistas de sus tan valiosos “videos especiales”, gracias a estos, minnie se había memorizado las mejores posiciones a la hora de amar. Con un rápido movimiento, salió del cuerpo del mayor, tomo sus piernas temblorosas y las posiciono sobre su hombro. La retaguarda de jae, quedo expuesto y a total merced del menor, el cual de un solo golpe entro en aquella cavidad que su cuerpo extrañaba.

Un grito de placer inundo lo oídos de changmin, sabía que había tocado el punto erógeno de jae y volvió a embestirlo para volver a escuchar la hermosa melodía que su hyung cantaba solo para él. Con su mano derecha comenzó a masajear al ritmo de sus embestidas el henchido miembro de su amado, una sonrisa surco sus labios al ver el rostro de satisfacción de su hyung.

- Mi…mi..minnie….ahh…fu..erte-
- Hyung…hyung….-

Ambos se habían perdido la noción del tiempo, las embestidas de minnie cada ves eran mas irregulares y más profundas, el pequeño sabia que el final estaba cerca, podía sentir el típico hormigueo subir por su abdomen, podía sentir el cuerpo de su hyung envolver su miembro con fuerza, demasiadas sensaciones enloquecedoras.
Con los últimos resquicios de fuerza, logro acercar el rostro de su pequeño al suyo, su cuerpo le indicaba que estaba a punto de alcanzar el clímax, pero quería terminar sintiendo la sensación de los labios de minnie sobre los suyos.

Sus ojos se nublaron y su cuerpo se estremeció de la cabeza a los pies, el orgasmo llego de golpe al sentir los prominentes labios de jae mordiendo los suyos con fuerza, sintió el cuerpo de jae contraerse bajo suyo, no podía pedir más, ambos estaban llegando al clímax juntos. Su mano acelero el ritmo y pudo sentir como la esencia de jae embadurnaba tanto su mano como sus abdómenes.

Lleno, completo, esas eran las palabras que describían en esos momentos a jae, el cual trataba de regular su respiración mientras acariciaba el sedoso cabello de minnie, no quería pensar, su mente era un mar de confusiones, por una parte la felicidad inundaba cada fibra de su ser y por la otra, la realidad, la triste realidad le golpeaba como un balde de agua fría, había profanado el amor puro que minnie sentía por él, se supone que era el mayor del grupo y tenía la madurez suficiente para decir no, pero se dejo llevar, desde ahora las cosas no serian iguales y eso le rompía el corazón.

El silencio era sepulcral, changmin no quería levantar la cabeza, estaba muy cómodo sobre el pecho del mayor, disfrutando de las sensaciones post-orgasmicas, pero un leve sollozo llamo su atención, eso y un súbito estremecimiento hicieron que suavemente salió del cuerpo de su hyung y fijara la vista en su rostro.

- ¿Qué sucede jae?- dijo preocupado mientras intentaba beber con sus labios las copiosas lagrimas que surcaban el rostro de su hyung-
- Lo…lo siento…- chillo jae, aferrándose al cuerpo de changmin
- ¿Que sientes?..hyung, ¿qué pasa? – atrapo el rostro de jae entre sus manos y obligo a que este le mirara directo a los ojos, enfrentándole .Una mirada triste y un silencio eterno eran las respuesta de jae, y eso estaba exasperándolo. Busco algún indicio de reproche, de asco, alguna acción que le advirtieran el estado anímico de su hyung, pero solo tristeza podía percibir de esos hermosos ojos negros. Incapaz de sostener aquella mirada, le abrazo – yo, soy el que lo siente hyung – le susurro al oído - lo que paso entre nosotros… quizás tu.. estas arrepentido?…- aspiro una gran bocanada de aire, esperaba que jae respondieron con un fuerte no, pero el perpetuo silencio solo causaba que su corazón se oprimiera - yo…te.. quiero hyung – susurro bajito mientras abrazaba con todas sus fuerzas a jae, y unas lagrimas rodaban por su rostro – pero no… no de la forma que tú me quieres, yo.. no me odies…por favor…- sin querer un sollozo salió de sus labios, era tan difícil pronunciar aquellas palabras – hyung…
- Te amo…

Acaso había escuchado bien?, Kim Jaejoong, había dicho lo que él creía que había dicho?. Alzo la vista y volvió a enfrentar la mirada de jaejoong.

- Jae tu.. yo.. escuche..-
- Siempre te he amado – esta vez jaejoong estaba se mostraba más tranquilo, como si se hubiese quitado una gran carga- no quería que te enteraras, eres joven changmin – con una de sus manos acaricio la mejilla derecha de minnie mientras una sonrisa surcaba su rostro – yo no quería confundirte. Quiero que seas feliz, que tengas una familia.. siempre has soñado con tener una..
- Jae tonto! – reclamo el pequeño con el rostro azorado – soy feliz contigo, qué más puedo pedir..
- Pero, conmigo no vas a poder.. soy un hombre changmin!
- Oh en serio, ¿Eres hombre?, no me había dado cuenta – ironizo
- Changmin…estoy hablando en serio-
- Yo también estoy hablando en serio, sabes todo el tiempo que hemos perdido?, sabes cuantas noches soñé con hacerte el amor tiernamente en mi cama? No, no sabes, me has tenido con el alma en un hilo, pensando que no correspondías mis sentimientos, de ahora en adelante me importa un comino lo que creas que es lo mejor para mi, para mí solo tú eres lo mejor. – replico enojado, y claro que estaba enojado, ahora que sabía que jae también lo amaba no lo dejaría ir, aunque eso significara tratar de hacer entender a su hyung por medio de sus tan conocidos “One Touch” que debían de estar juntos.

Su ceño se fue frunciendo cada vez más al escuchar la carcajada de su amado jaejoong resonando por toda la cocina, pero su enojo se fue disipando al sentir unos labios sobre los suyos, un casto y tierno beso.

- Alguna vez te dije que te ves lindo cuando estas serio? – canturreó jae
- Con esa sonrisa no me convencerás, eres mío kim jaejoong, poco me interesa que te den ataques de moralidad-
- Soy feliz…- dijo de forma encantadora besando tiernamente la punta de la nariz de su niño, tenia tanto miedo de lo que pasara en el futuro, pero como dicen por algunos lugares hay que vivir el presente, y ahora, Kim jaejoong amaba locamente a ese niño serio y era capaz de hacer cualquier cosa por verle sonreír.
- Te amo jae..- dijo mientras arreglaba el cabello de su amado
- Yo también te amo minnie-
- Ahora que lo pienso, puedes usar esos zapatos exasperantes cuando quieras..- sonrió maliciosamente mientras se recostaba al lado de jae
- Changmin ah!, porque has cambiado de opinión?-
- Porque así puedo quitártelos de nuevo, a donde quieres que te los quite la próxima vez, en la cama o en el baño?-



FIN



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