Título: Tu, mi obsesión
Autor: Feefi!
Pareja: YooSu
Género: Slash
Extención: Oneshot
Me había aprendido sus horarios de memoria. Por suerte no habíamos tomado clases en que las horas toparan en el Instituto.
Mis favoritas eran sus clases de piano. Lo miraba desde la ventana más cercana a él, mientras yo comía mi almuerzo. No me daba miedo que me mirara, sabía perfectamente que nunca notaría mi presencia. Soy un tarado sin suerte, la buena suerte siempre me ha esquivado.
Mirarlo tocar el piano, mirarlo mover esas manos. Quería que ellas me recorrieran a mi, no a un montón de teclas. Estos pensamientos me hacían perder el sueño. Aaaaah lo deseaba tanto…
Mi condición no había sido tan precaria hasta la semana pasada, cuando me lo encontré en aquella fiesta; bueno, más bien sólo lo vi.
Él bailaba, mientras yo iba ya en mi tercer “Sex on the beach”.
Entonces reconocí a su acompañante: era ese pendejo de nuestro nivel, que era famoso por ser tan inteligente y por ende adelantado un año. Idiota, ni siquiera era tan agraciado para moverse. Changmin, creo que se llama.
Los observé bailar. El pelo de yoochun (el sólo mencionar su nombre hace que mi lado más pervertido se active) se le pegaba al cuello y a la frente por el sudor. El verlo así me excitaba, me hacia pensar en las cosas mas indecentes que jamás haría con alguien…cosas que con otra persona me daría incluso vergüenza hacer.
Lo que me despertó de aquellos morbosos pensamientos fue lo que hicieron luego.
El verlos besarse sólo me hizo pensar una cosa: “Já, también es maricón, lo sabía”. Para mi sorpresa no sentí celo alguno, sólo me parecía algo excitante; tenía que seguir mirando. Mi mente cada vez estaba más distorsionada este último tiempo, y él era el único culpable. Luego se fueron, seguramente al motel que quedaba a dos cuadras. Yo en cambio seguí tomando. Esa noche creo que tuve sexo con un tipo llamado Yunho, o algo así. Los recuerdos no son muy claros pero dudo mucho que fuera un sueño, siempre terminaba en lo mismo en ese bar.
En fin eso ya fue, y yo ahora seguía pegado a esa ventana. Ahora tocaba y cantaba. No hay manera de que recuerde la canción, sus labios copaban mi concentración completamente. Quería besarlo, quería besarlo ya. La desesperación por poseerlo lo antes posible y no podía concentrarme. No había manera de que yo fuera capaz de detener la erección que comencé a sentir en mi pantalón, ya típica a esa hora.
Entonces la clase acabó.
Podía seguir almorzando tranquilo, su próxima clase comenzaba en cuarenta minutos más (esto de salir temprano los miércoles era fantástico, podía dedicarle el resto de la tarde a él). La clase de ingles, la más sexy de todas, por su acento claramente. Me gustaba imaginármelo en micaza hablándome así mientras me quitaba la ropa
Ahora hasta el postre tenía sabor a sexo…
Me disponía a levantarme cuando noté la presencia de alguien parado detrás de mí. No había dicho una palabra, pero sabía que se trataba de él.
-Junsu, desde mañana las clases de piano serán en la sala de enfrente. Podrías mirarme desde aquí, pero desde el patio de Los Nogales se ve mejor.
Fín ~
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