miércoles, 10 de marzo de 2010

WITH YOU FOREVER



Título: WITH YOU FOREVER…
Autora: Felina
Clasificación: NC-17
Pareja: YooSu
Género: Romance
Resumen: Junsu nunca se había sentido tan molesto como esa tarde… extrañamente… aquel parecía ser el día en que una luz brillara nuevamente en su vida…








*WITH YOU FOREVER*

*****

Esa tarde él estaba más que molesto o enfadado… esa tarde, Kim Junsu estaba verdaderamente enojado…

E-N-O-J-A-D-O

En todas y cada una de sus letras…
En el amplio sentido de la palabra…

Y no parecía haber poder humano que lo calmara…

El estrés, la presión, los desaciertos y la mala suerte habían rebasado toda capacidad suya de autocontrol y sonreír sin mirar atrás…

Esa tarde, Junsu solo quería explotar… pero extrañamente no es que pudiera hacer aquello tampoco, porque podía sentir ese ardor en la boca del estómago y ése nudo en la garganta resultado de coraje y ganas de llorar o gritar… le escocían los ojos por el llanto que llevaba minutos tragándose, y ya se había cortado las palmas de sus manos por tenerlas tan fuertemente empuñadas con los nudillos blancos y el corazón golpeándole con fuerza en el pecho… sentía tantas cosas que no podía canalizar ninguna y solo el enojo parecía dominarle manteniéndose a flote, pero todavía sin tener el valor de largarse a llorar, de gritar hasta lastimarse la garganta, o golpear y patear algo hasta el cansancio…

Y estaba ahí sentado en una banca del Aeropuerto esperando que las horas pasaran y llegara su momento de partida, enfurruñado en su lugar sin importarle esas gotitas de sangre que comenzaban a secarse en las leves cortadas que con sus uñas previamente se había hecho… el móvil ya había sonado un par de veces pero él no tenía ánimos de contestar como su nada sucediese en su interior, como si no le quemara el estómago o aquél nudo en la garganta no le impidiese hablar…

Sabía que nada arreglaba con esa actitud, pero tampoco era como si pudiera hacer algo en ése instante… al menos no tenía cabeza para pensar en nada. Su móvil timbró por tercera vez, pero Junsu solo bufó desesperado y optó por apagarlo sin querer saber quién más se empeñaba en fastidiarle el día…

¡Como si no lo estuviera pasando tan mal ya!

Y no… quizá no habían sucedido cosas demasiado importantes… vamos, que no era como si le hubieran quitado su patrimonio de la nada… pero… ¡es que esa mañana se había levantado con el pie izquierdo!

Había llegado tardísimo a la Universidad por culpa del pesado tráfico y su auto que había decidido descomponerse justo ese día… así que también había perdido pase para presentar un examen para el que se había preparado con esmero las últimas dos semanas sacrificando tiempo libre con tal de dar lo mejor de sí… pero el profesor debía odiarle que ni siquiera oportunidad de hablar le dio.

Después de eso había tenido un altercado con uno de los chicos más populares del campus manchándole por accidente pero habiéndose ganado la exclusión de la lista de “futuro chico al que ligar” de ése que traía loquitas y lerdos a varios… él sentía algo de atracción y en algún punto intermedio entre el antes y el después de ese despliegue de altanería que solo acentúo su malhumor…

Luego una llamada de sus padres que le necesitan urgentemente en Japón para vaya a saber Dios qué diantres porque no le dijeron pero sí le apuraron… salió de la escuela como rayo apenas la última clase terminó, tomó un taxi rumbo a su casa y el muy maldito le había cobrado una millonada por míseros 15 minutos de viaje, y solo había ganado algo más de estrés y coraje cuando se hubo tragado todas esas palabrotas que pensó para ese idiota.

Se machucó los dedos al cerrar la maleta y casi da de bruces contra el suelo al bajar las escaleras del Edificio pues el Elevador también había decidido descomponerse… ¡vive en el 6º piso! No es que no le guste el ejercicio, pero tenía el tiempo encima y quería alcanzar el vuelo de las ocho de la noche, se había visto en la necesidad de tomar otro taxi rumbo al aeropuerto, el conductor pervertido no había parado de mirarle por el retrovisor y hacer preguntas muy personales que evadió tratando de ser amable, pero terminó por bajarse mucho antes enfadado y avergonzado por esa insinuación tan descarada de ese libidinoso al que creyó capaz de raptárselo y violarlo.

Todavía no paraba de digerir todo aquello cuando la linda chica de boletería le dijo que ya no había lugar para el vuelo de las ocho pero que salía otro a las 10… a Junsu se le vino el alma encima y maldijo por lo bajo su mala suerte pagando el ticket para dentro de tres horas y no pudiendo creer lo mal que había estado su día.

Es que, vulgarmente dicho, solo le faltaba que lo meara un perro…

Arrastró su maleta hasta la Sala de Espera, ya con el ceño fruncido y pensando en un montón de maldiciones, pero cuando se había dejado caer en el asiento… el coraje y la desesperación fluían por sus venas son poder expresarlos, como sí que pasaba por sus pensamientos…

Intentó relajarse inhalando-exhalando profundamente… pero nada detenía la furia de su corazón agitado…

Quiso distraerse escuchando música… pero no dejaba de pensar en todo lo que le había pasado y sin encontrar culpable de su mala suerte…

Se esforzó en leer de ése libro, como siempre cargaba al viajar… pero le temblaban las manos y solo quería gritar y llorar…

Al final se había quedado solo sentado sin hacer nada y esforzándose por digerir todo lo sucedido… de pronto sentía que le hacía falta un hombro en el cual llorar o unos brazos en los que consolarse, una sonrisa que le contagiara y palabras confortantes que le levantaran el ánimo…

Le hacía falta un buen amigo a su lado…

O un novio enamorado…

- ¿moka caliente?... – interrumpió una voz masculina… el pelirrojo levantó la mirada encontrándose con un amigo al que hacía cerca de medio año no veía….

- ¿Yoochun?... – el pelirrojo murmuró sin parpadear, mirándole fijamente y sintiendo un calorcito diferente instalarse en su estómago… el chico de cabellos azabaches había sido su primer amor y aún le había querido durante años hasta que se fue a Estados Unidos por un año de intercambio académico…

- el mismo que viste y calza… - sonrió el pelinegro sentándose a lado de su amigo… - te vi algo enfadado y recordé que el moka caliente siempre te relajaba, así que… - volvió a extenderle el vaso mientras sonreía con sus sensuales labios que solían curvarse en coqueta sonrisas naturales…

- gracias… - sonrió sintiéndose de pronto avergonzado, tomando el moka y bajando la mirada… en completo silencio… y así de fácil el mal humor se había ido a algún lado reemplazado por la vergüenza y un cosquilleo que en esos meses casi había olvidado…

- ¡yah! Meses de no vernos y eso es todo lo que vas a decirle a tu mejor amigo, ¿ni un abrazo siquiera, Junsu ah?… - el pelinegro sonrió divertido y fingiendo molestia, cruzándose de brazos y volteándose de medio lado casi dándole la espalda…

El pelirrojo seguía en silencio, Yoochun trató de mirar de reojo pero no tenía buena periferia… luego un sollozo le hizo girarse de nueva cuenta hacia su amigo…

- ya, no es para tanto… - pero los hombros del pelirrojo seguían temblando y él ya solo se sentía culpable por haberle hecho llorar… ni siquiera le había hablado golpeado… - no llores, no quise… oye, Junsu ah… - le tomó por los hombros y luego el moka fue a parar al suelo y los brazos del pelirrojo se aferraron a él tomándole totalmente por sorpresa… - ya, Junsu ah… está bien… - le acarició la espalda en un gesto de apoyo y habiéndose dado cuenta de que lo que sea que tenía así a su amigo era más de lo que podía aguantar…

- quiero que vuelvas ya… - sollozó amortiguando sus palabras contra el hombro del pelinegro… - me haces demasiada falta, Chunnie… - el nombrado sintió que algo se removía en su interior al escucharle llamarlo por ese apodo… era el único que le decía así… - no te vayas más, quédate conmigo, Chunnie… - y solo entonces el propio pelirrojo pareció comprender cuánto le necesitaba a él… a su amigo y confidente, al que le seguía en sus bromas y juegos, el que se reía con él pero no de él… el que le conocía al derecho y al revés…

- no me he ido, Junsu ah… siempre he estado, solo tenías que llamar… - susurró en su oído sin importarle ya el piso manchado de moka ni las miradas curiosas que les volteaban a ver…

- ¡no lo entiendes Chunnie!... – sollozó más fuerte apretándole más contra él… - mi vida es miserable sin ti… - aún con las mejillas mojadas por las lágrimas, las sintió arder por el sonrojo… prácticamente se estaba declarando…

- tu vida no es miserable… - sonrió enternecido por ése Junsu que casi parecía un niño chiquito que se ha caído y llora por el golpe recibido…

- sí lo es… lo es si tú no estás… - y se aferró… casi sin darse cuenta de que lo hacía… de que dejaba demasiado al descubierto su amor por el pelinegro… se aferró a su cuerpo deseando más de ese calor, más de esas caricias que eran dejadas en su espalda y en sus cabellos pelirrojos…

- hey… Junsu ah… - intentó separarle pero más parecía que el pelirrojo se aferraba a su cuerpo… y murmuraba su nombre sollozando contra su cuello… - no me has preguntado porqué estoy aquí, sabes…

Y algo hizo un clic en su mente… y con las pestañas mojadas por esas pequeñas gotas de agua salada, el pelirrojo se apartó mirándole con sus bellos ojos avellana interrogantes…

- por… porqué estás aquí… - le cuestionó apartándose ya con las mejillas a tope de carmesí, sintiéndose demasiado avergonzado y con el corazón latiéndole violentamente en el pecho… los dedos del pelinegro resbalaron por sus mejillas limpiando la humedad de esas lágrimas y la sonrisa que le dedicaba solo hizo que temblara un poco más… aún enamorado como siempre…

- porque… me di cuenta… de que tampoco valía la vida sin ti… - los ojos del pelirrojo se abrieron de par en par y sus labios quedaron entreabiertos buscando un aire que de pronto le faltaba… - así que regresé… - el pelinegro sonrió ampliamente con un rubor en sus mejillas y el corazón latiéndole acelerado… algo nervioso y asustado… - pero veo que también te vas… con tus padres a Japón?...

Nada… Junsu no podía decir nada… estaba en shok… estaba… sorprendido y emocionado… y solo quería de pronto volver a abrazarle y sentir para siempre su calor… que le dijera dos hermosas palabras e hiciera todos sus sueños realidad… porque lo único que su corazón sabía… era que seguía profundamente enamorado…

Enamorado de Yoochun…

- Te Amo… - y tarde se tapó la boca con sus manos cuando ya esas palabras habían salido de sus labios…

El pelinegro fue quien entonces abrió sus ojos de par en par… y su corazón por un segundo debió detenerse antes de volver a latir a prisa y sentir toda la emoción posible del mundo recorrer cada fibra de su ser… sus brazos atrapando nuevamente al pelirrojo en un abrazo fuerte mientras hunde su rostro contra su cuello…

- Te Amo también… - y susurra aquellas palabras con una dulzura que el pelirrojo jamás pensó podría escuchar venir de esos labios sensuales que ahora rozaban su oreja…

Y el aliento cálido que golpeaba contra su piel solo le hizo sentir algo más emocionado… y sonreír… sonreír bobamente mientras se deja mecer entre sus brazos y toda la calma del mundo vuelve a su cuerpo y se siente de pronto muy feliz… tanto que así, solo abrazados, el tiempo se va y ellos solo se dan cuenta cuando la voz femenina al altavoz anuncia el vuelo de Junsu próximo a salir…

Y se separa casi con miedo del pelinegro… porque aún había miles de cosas que decir y besos por compartir y más… una caricia es dejada en su mejilla y una sonrisa dulce le hace casi olvidar nuevamente que tiene que tomar su maleta y partir…

- oye… hay que irnos… - y fue el mismo Yoochun quien se puso de pie tirando de la mano de Junsu, quien apenas parpadeando toma su maleta y la arrastra siguiendo al pelinegro… creyendo que le despediría… y quizá… le daría un beso antes de tener que separarse por a saber cuántos días y retomar una charla que aún siente incierta…

Y luego se extrañó cuando vio al pelinegro sacar un ticket de su chaqueta y entregarlo a la azafata… ¿Yoochun iba con él?

- Chunnie… - susurró claramente confundido…

- te abstraes demasiado en tu mundo cuando estás estresado… - sonrió el pelinegro… - he visto tu boleto antes y compré el mío para acompañarte… llamé a tus papás para pedir permiso y están contentos de que les visite también… - explicaba emocionado mientras era él mismo quien sacaba el boleto del pelirrojo y lo entregaba a la azafata antes de tirarle por ese pasillo que les lleva al avión…

- ¿vienes conmigo?... – y parecía que sus neuronas no asimilaban del todo bien lo que pasaba… porque era casi demasiado bueno para ser verdad…

- por supuesto… quiero… pasar tiempo contigo y… recuperar algo de todos estos meses sin vernos… y… - miró a todos lados notando que más pasajeros iban delante y detrás de ellos… - sigo esperando el momento oportuno para poder besar a la persona que más me importa en este mundo… - susurró en su oído con algo de vergüenza sin soltar su mano y sonreír al notar el brillo en los ojos del pelirrojo y el sonrojo que cubre todo su rostro…

Y terminaron por sentarse juntos en el avión, suerte que Yoochun había convencido a una señora para cambiarle de lugar… ok, le había ofrecido algo más de dinero… pero lo valía… lo valía si las cosas habían resultado mucho mejor de lo que esperaba, porque se había estado muriendo de nervios y drenándose el cerebro en el vuelo rumbo a Seúl acerca de cómo iba a expresar su sentimiento a su mejor amigo… y las cosas se habían resuelto casi por sí solas… el Destino en definitiva lo quería…

Volteó a mirarle notando cómo Junsu aún iba sonrojado y ahora se mordía el labio inferior… es que siempre había estado enamorado de él, pero había sido realmente difícil aceptarlo hasta que no hubo estado tanto tiempo lejos… y ahora le tenía, ahí a su lado… con sus manos entrelazadas… y un sentimiento compartido…

Pero aún moría de ganas por besarlo…

Y no lo soportó… no soportó esperar a un lugar apropiado o a estar a solas… le tomó el rostro y se acercó a sus labios posando los suyos despacio… Junsu apenas pudo reaccionar cuando ya sus bocas estaban unidas… y cerró los ojos dejándose llevar por esa suavidad que era más perfecta de lo que había soñado… sus labios calzaron a la perfección y danzaban con una armonía envidiable… la textura de los labios de Yoochun era suave y le hacía casi volar en una nube… eso debía ser un beso de amor en definitiva… suspiró en medio del beso y al entreabrir sus labios la lengua del pelinegro se coló haciéndole jadear y temblar de contentura y emoción, y una serie de sensaciones que no podría describir en ese momento… Yoochun le sintió nervioso pero entregado, enredando entonces su lengua y sintiendo que el corazón le latía contento y emocionado… feliz…

Se separaron apenas por la falta de aire… y fue maravilloso encontrarse con el rostro sonrojado del otro, los labios rojos y la respiración alterada… habían tenido un primer beso de verdad…

Y poco importó que la gente alrededor pudiera mirar… estaba hecho y nada ni nadie les separaría… Junsu estaba seguro de que sus padres le entenderían… aunque claro está, antes tenía que averiguar porqué la urgencia de tenerle en Japón, y ya luego vería el momento de darles a conocer su relación (la que aún no estaba definida)… Yoochun por su parte, solo pensaba en que tenía que hacer grandes méritos para no llegar a quedar mal con sus “suegros” (porque lo eran, verdad?) pues amaba demasiado al pelirrojo como para dejarle ir…

Así fuera contra el mundo entero…

Ahora solo sabía, que así como iban juntos uno al lado del otro… quería que fueran siempre por la vida… para siempre…


**FIN**


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