sábado, 3 de abril de 2010

2x1





Título: 2x1
Autor: Carla_anyo
Pareja: JaeMin - Homin
Género: Lemon
Estado: Proceso



2x1 cap 1


~Siempre me dejas Kim JaeJoong, sin importar cual sea la razón, siempre me abandonas…nunca te has detenido a notar todo lo que hago por ti, por estar a tu lado…todos los sacrificios que hago para poder compartir el tiempo contigo…tu solo…tu solo no lo notas, no te importa, eres tan ciego…tan ciego, cuando todo lo que hago es tan simple de ver.~

~Ya estoy aburrido, aburrido de estar ahí siempre para ti, aburrido de soportarlo todo, de siempre esperarte, estar al pendiente de lo que hagas, cuidándote, amándote en silencio…Para ti no soy mas que un amigo, uno al que puedes utilizar a tu antojo, uno que siempre te dirá que si, al que le puedes pedir lo que se te ocurra, el mismo que utilizas cuando te sientes solo y dejas de lado cuando ya no te sirve.

~He sido tu utensilio por demasiado tiempo, 18 años a tu lado, juntos desde siempre…ya basta, ya no mas…no puedo aguantar otro día, ni siquiera creo ser capaz de aguantar una hora.~

Aun así hoy atendí el teléfono, leyendo tu nombre en el visor de llamadas, soy todo un masoquista, estoy sentado frente a ti en el lugar de siempre, “La cabaña” el café que siempre te ha gustado y el cual odio, pero como es costumbre, nunca te has detenido a preguntar mis gustos.

- Como te decía Minnie, Jandi es toda una idiota… ¿sabes lo último que se le ocurrió? – me comenta jae con tono despreocupado, mientras se deleita con su malteada de frutilla.

“No...no se ¡no tengo idea! Ni mucho menos me importa lo que hagas con tu noviecita de cuarta” quiero gritarte a la cara, pero me contengo…a pesar de todo, lo amo demasiado como para hacerte daño y mis celos son asunto mío, no es un peso que él deba cargar.

- No…dime ¿qué se le ocurrió? – contesto con una tranquilidad que me asombra…de verdad soy bueno fingiendo.

- Quiere tener un hijo… - me susurra, cubriéndose la boca…como si eso fuese ayudar en algo.

Tuve que contener las ganas de gritarle que terminara con ella ahora ya, “¿un hijo? Que diablos tiene esa tipa en la cabeza, apenas tienen 18 años, ni siquiera han terminado la escuela ¡por dios!” pienso mientras termino de tragar el café que tenia en la boca, para no escupírselo en la cara.

- No crees…que están un poco jóvenes…digo ¿tu como padre?... – no puedo evitar el sarcasmo, la situación me supera.

- Si…yo – ahora me mira un tanto enojado, tal vez ofendido por mi comentario. - ¿Acaso no crees que llegue a ser un buen padre? – deja su malteada de lado, este es un signo absoluto de su enfado.

- No, te veo como un chiquillo irresponsable que depende de sus padres – le digo la verdad, ni siquiera trabaja, es un mimado.

- Claro…y tu si serias buen padre ¿no? – muerde su labio, ya es definitivo, está que se levanta y me pega directo en la cara.

- Pues si, trabajo, vivo solo, me mantengo a mi mismo…soy responsable, perfectamente podría mantener a un hijo – sonrío, solo quiero molestarlo, no me interesa en lo más mínimo aquella idea de tener un hijo.

- Claro, te falta la novia – trata de hacerme enojar, pero no lo logrará tan fácilmente. – por cierto Changmin…ahora que lo pienso nunca te he visto novia…cuidado me sales marica – levanta una ceja, intrigado por ver mi reacción.

No sabe la puñalada que me acaba de enterrar directo al corazón, “¿marica?...¿acaso soy marica por el hecho de amarte? ¿es eso algo malo?... Eso es lo que piensas, que lástima, todos estos años a tu lado han sido un desperdicio, jamás pensé que fueras tan idiota tan ciego”

- Pues si, me gusta un chico…de hecho estoy saliendo con el ¿algún problema? – no se porque lo digo, pero que más da.

- Ya basta Changmin, no estoy para bromas – me contesta reclinándose en el asiento.

- No bromeo – me pongo serio al decirlo, comienzo a levantarme del asiento ya no aguanto más aquí.

- Espera Changmin…si es enserio yo…yo con lo de marica, era solo una broma – se levanta, talvez un tanto apenado por hacerme sentir mal.

Esta mentira es demasiado, nunca debí haber dicho algo como eso “¿novio?...ahora ¿de donde me saco un novio?” pienso mientras camino sin importarme nada, solo dejo lo suficiente para pagar la cuenta sobre la mesa.

- No te preocupes, no tengo problemas en admitir mi realidad – camino más rápido, tratando de escapar, de alejarme de él.

Oigo sus pasos, aun me sigue, es testarudo, hubiese deseado que se alejara al saber mis gustos, pero al parecer no será así, necesita no sentirse solo y para eso debe tenerme a su lado, es un completo egoísta, todo lo hace por su propio bienestar…no se porque lo amo, no es mas que un niño inmaduro.

- …No te creo, si es cierto eso que dijiste ¿Quién es tu novio? Y ¿Porqué no lo conozco? – suelta una carcajada al creer que me a atrapado mintiendo.

- Es Yunho, no te lo presenté porque ya lo conoces – no me volteo a verlo, pero puedo sentir su asombro.

“¿Cómo mierda se me ocurrió decir que era él?” Yunho, nuestro compañero de clases, la última persona en la tierra con quien me sentaría a hablar, un rebelde sin causa, que solo actúa como idiota para llamar la atención…me estoy convirtiendo en un mentiroso compulsivo, logrando hundirme más y más con cada palabra que pronuncio.

- ¿Yunho? ese idiota… no me hagas reír si ni siquiera hablas con él– no me cree y no lo culpo, es una mentira imbécil.

Sigo en silencio, camino hasta llegar a mi carro, me subo en el esperando que Jae siga mis pasos, después de todo vino conmigo, lo pasé a buscar ya que es tan infantil que le teme a manejar, es por eso que nunca a utilizado el convertible que le regalaron sus padres para su último cumpleaños. No lo miro directamente pero oigo cuando se sube y cierra la puerta, enciendo el carro y me dirijo a su casa, espero que no me hable en todo el trayecto, no quiero tener que cubrir una mentira con otra, eso solo empeoraría las cosas.

- Min…No se porque me mientes así…mañana voy a comprobar que todo esto es una broma, ¿te molestó algo? – suena seguro de lo que dice.

- No me molesta nada – es lo único que respondo, fingiendo estar demasiado concentrado en el camino.

- Bueno… - oigo su risa y puedo imaginarlo cubriéndose la boca. – Con que Yunho, podrías haber nombrado a alguien mas creíble – utiliza sarcasmo restregándomelo en la cara.

Llegamos a su casa, lo miro con cierto resentimiento, tratando de odiarlo, pero al momento de ver su piel blanca, sus labios rojizos que me invitan a probarlos, el brillo de sus ojos...todos estos detalles que he aprendido a apreciar con el tiempo, en ese mismo momento se derrumban mis ansias por acabar con este sentimiento de amor hacía él. Puede que sea un mocoso insoportable que no nota mis sentimientos, talvez ni le interesen, pero ha sabido ganarse mi cariño mi amor, siendo tan tierno a veces, tan inocente. Debo retener mis deseos de abalanzarme sobre él y apoderarme de aquellos labios tan carnosos y tentadores.

- Bueno, bye novio de Yunho – me regala una de sus sonrisas, esta vez sin cubrir su boca, acto seguido abandona el carro y se encamina hacia la entrada de su casa.

Sujeto fuertemente el volante del vehiculo entre mis manos, reclino la cabeza apoyándola en el respaldo del asiento, reflexiono y me doy cuenta de que he metido la pata hasta el fondo “Mañana Jae le preguntará a Yunho”.

- ¡Demonios! – exclamo dándole un golpe al manubrio. - ¿Cómo pude ser tan estúpido? – enciendo nuevamente el carro y comienzo a manejar con dirección a mi departamento.


En el trayecto pienso en todos los desenlaces que podría tener esta situación, me imagino a Jae entrando a la sala, acercándosele a Yunho y preguntándole si es mi novio, en algunos de estos desenlaces que maquina mi mente Jae es golpeado hasta casi romperle todos los huesos del cuerpo, en otros Yunho queda con cara de *¿y éste de que psiquiátrico se escapó?*, en los más relajados Yunho se ríe descaradamente frente a todos los alumnos, que lo miran como si fuera un desquiciado…Cosa curiosa, en todos los posibles resultados mi mentira es un fracaso, porque no hay forma de que Yunho me siga el juego o ¿si la hay? “imposible, ese es un zorro de dos patas”, entonces se me ocurre que tal vez pueda intentar persuadirlo, en verdad no se porqué quiero hacerle creer a Jae que estoy en una relación, todo fue por azar, me puse en esta situación sin querer, pero algo dentro de esto me está comenzando a gustar ya estoy cansado de estar oyendo sus líos amorosos, “tal vez deba darle a probar algo de su propia medicina”.

Está decidido, mañana debo llegar temprano al colegio, mucho antes que Jaejoong para intentar hablar y convencer a aquel chico con el que apenas he cruzado dos palabras, ya puedo concebir que tendré que hacer a cambio de que finja ser mi novio, eso si es que llega a considerar el fingirlo…porque seamos sinceros no todos los días se te acerca un zafado de tu mismo sexo a decirte ~¡Ey tu! Finge ser mi novio, por que quiero darle una lección a un desgraciado ~. Si alguien me dijera eso, puedo asegurar que le dejaría al menos un ojo morado, eso si ando de buenas.

Me encuentro abriendo la puerta de mi hogar, me siento cansado, necesito descansar para enfrentar la negociación que aún tengo por delante.

(mañana del día siguiente)

¿Pueden creérselo? son las 6 de la mañana y voy camino a la escuela, ni siquiera en los días que me toca ser encargado del salón me levanto tan temprano, creo que me voy a enfermar o algo, nunca había visto el sol a esta hora, es extraño hasta podría decir que me da miedo, es que acaso ¿es legal tener que despertarse tan temprano?.

Voy con tiempo de sobra, las clases no empiezan sino hasta las 8 y espero que por algún milagro de la santísima y maldita vida Yunho haya caído a la cama por algún tipo de enfermedad extraña, contagiosa y si de pedir favores se trata espero que mortal, no le deseo mal pero si se muere mucho mejor, así todo esto se terminaría sin problemas y sin que nadie salga dañado, tendría que fingir estar afligido por la muerte de mi tan amado novio, pero eso era lo de menos.

¿Acaso alguien sabia que mi colegio no abría sus puertas, sino hasta las 7:15?, definitivamente yo no tenía ni la más minima, remota ni puta madre idea, tuve que pasar una hora como idiota sentado en la acera congelándome hasta los huesos. Ahora estoy dentro de la sala, con la mirada fija en la puerta corrediza de ésta, cada vez que alguien entra siento alguna especie de adrenalina fluir por mis venas.

Ya han llegado casi todos los del salón, por un momento pienso que tal vez mis plegarias han sido escuchadas y Yunho yacía enfermo, moribundo o de plano muerto en algún lugar, ya ni siquiera le presto demasiada atención a la puerta. Hasta que por fin cruza aquel umbral justo en el momento de comenzar las clases, seguido por Jae… de nada me sirvió madrugar, tendría que esperar hasta el receso adelantándome a mi “mejor amigo”…ahora la cosa era ¿Cómo diablos me acerco?...tengo todo un plan mental: pedirle a Yunho que me cubra las espaldas por unos días y luego fingir una ruptura abrupta, sin sospechas ni cosas raras.

Suena el timbre avisándonos que es hora de receso, todos salen disparados, menos Yunho quien siempre se sienta a leer en su lugar, es así como me levanto del asiento y fijo mi objetivo en aquel muchacho antisocial que se sienta en la ultima fila de asientos, en una esquina, ahora se encuentra con la mirada perdida hacia la ventana, es en ese momento en que veo como Jae se me adelanta y apoyando su mano sobre el pupitre de Yunho llama su atención.


- Hola – lo saluda despreocupadamente.


“Mierda, mil mierdas juntas, ¡hijo de su reverenda madre!” exclamo en mi fuero interno al saberme impotente y descubierto por aquel muchacho molestoso, la verdad sabía que todo acabaría de esta forma y mi comportamiento ha sido bastante infantil “¡Ah! Kim Jaejoong, sé muy bien que te vas a burlar de esto hasta el día de mi muerte”.



- Hola – le contesta Yunho alzando una ceja.


Esto tiene que acabar aquí, me acerco a ellos e interrumpo su pequeño saludo.


- Jae olvídalo, ya vámonos - le aclaro sujetándolo del brazo.


- ¡Lo sabia! ¡era todo mentira! – exclama, echándomelo en cara.


- Si si ten tus 5 minutos de superioridad – comienzo a enfadarme.


- se puede saber ¿De que hablan? – Yunho nos pregunta aun con la ceja alzada sin entender mucho la situación.


- Verás – comienza a explicarle mi amigo. – Changmin dice que tiene novio – le sonríe abiertamente. – y dice que ese novio eres tú – estalla en carcajadas gozando su momento de triunfo.


En este momento el “antisocial” se levanta de su asiento bruscamente, haciéndonos retroceder unos cuantos pasos. Lo sabía esto iba a resultar como uno de mis desenlaces con una pequeña y a la vez gran diferencia, los lesionados seríamos ambos. Me imaginaba los titulares de prensa “Mueren dos estudiantes asesinados a golpes por insinuársele a un compañero de clase”.

Yunho se nos acerca, con el rostro completamente serio, pero poco a poco en él se dibuja una sonrisa de origen maligno, solo le faltan los cachos la cola y el tridente.


- ¿Quién dijo que era mentira? – se acerca sonriendo y sujeta mi mano, logrando entrelazar nuestros dedos.


- Le sigues el juego… - Jae suelta una carcajada irónica.


Sin previo aviso mis labios se ven atacados, en menos de un abrir y cerrar de ojos soy alado por Yunho, quien sujeta mi nuca para no dejarme escapatoria, se acerca tanto a mí que ya no queda espacio entre nosotros, una de sus manos baja hasta tocar mi trasero…Todo esto se salió de control, no sé si esto es realidad o un simple sueño torcido, no sé porque no lo aparto, mucho menos entiendo porque me gusta el roce de su piel, sus labios. Pierdo de vista a Jae, no se si aún ve la escenita.


- hmmm…mmm – trato de hablar pero sus labios no me dan tregua.


Su lengua se mueve salvajemente dentro de mi boca, haciendo lo que se le da la gana, entonces por fin me libera, pudiendo recuperar el aliento perdido, me suelta y debo buscar apoyo en uno de los pupitres, volteo a ver a mi derecha y veo a Jae, con la mayor cara de sorpresa que se puedan imaginar, completamente pálido, como si hubiese visto a Freddy Krieger.


- Yo…y..o… - tartamudea Jae aún incrédulo.



- Minnie es mi novio – afirma Yunho, sujetándome de un brazo obligándome a estar de pie a su lado. – He oído hablar mucho de ti – rodea mis hombros con uno de sus brazos. – Espero nos llevemos bien, por el bien de tu exquisito amigo – termina acercando su rostro hasta mi cuello, depositando un beso sobre él.


Estoy tan shockeado como Jaejoong, quien nos mira hecho una piedra a un metro de distancia. Si…hecho una piedra, la estatua de la libertad se ve mil veces mas flexible que él en estos momentos, no es para menos yo debo estar de la misma forma, no entiendo para nada la actitud de este lunático.


- Me debes unas cuantas – susurra a mi oído, mientras suelta una leve carcajada.


Es definitivo, yo mismo cavé mi propia tumba…





2x1 cap 2




Es definitivo, yo mismo cavé mi propia tumba…

Quiero hablar, decir algo, pero tengo la lengua pasmada, ni siquiera puedo tragar bien debido al nerviosismo, siendo rodeado por el brazo del hasta entonces antisocial. Pero ¡diablos! De verdad no lo comprendo “¿Por qué hace esto?, ¿Por qué me sigue la corriente? Ni siquiera somos amigos, solo nos hemos topado dos veces donde por cortesía obligatoria nos hemos saludado…más allá no ¿será gay de verdad? ¿Le gusto?”.

Lo miro de reojo con algo de temor por su cercanía, ya que yo no soy gay no señoras y señores, a mi me gusta una sola persona que por cosas del destino resulto ser de mi mismo sexo, con quien fantaseo todas las noches de todas las formas que se puedan imaginar, haciendo reales en mi mente todo tipo de cosas placenteras que se me han ocurrido…bueno supongo que visto de esa forma si soy algo gay…al carajo si soy gay.

En fin homosexual o no, hay algo en este chico que me da mala espina, el mismo lo dijo ~ me debes unas cuantas ~ “¿querrá dinero?, ¿Qué le haga los trabajos y lo deje copiarse en exámenes?” todo mundo sabe que no es el más brillante ni aplicado de los alumnos, creo que por ahí va la cosa.


- Yo….yo... – tartamudea Jaejoong quien comienza a pestañear nuevamente, apoyando su mano en uno de los pupitres, se nota su asombro.

- ¿Tú? – le pregunta Yunho apoyando su mentón en mi hombro, abrazándome por la espalda, rodeándome con sus brazos por la cintura.


Con sus actos, el muy maldito logra que una corriente eléctrica recorra toda mi espina dorsal, el nerviosismo lo tengo al máximo, en cualquier momento comenzaré a sudar frío, mi piel se eriza al ser conciente de su cercanía, su tacto, puedo oír el sonido de su respiración tan cerca…no se Por qué diablos todo esto me coloca en este estado, “¿Por qué él me provoca estas sensaciones?”.


- No… - mi amigo baja la mirada apretando sus manos en forma de puños. – Esto es una mentira, un juego…ustedes dos ni siquiera reconocían la existencia del otro hasta ayer en la mañana – nos mira con ojos acusadores. - ¿Me creen tan idiota? – sonríe de lado haciéndonos notar el sarcasmo aún a la distancia.


- Jaejoong, yo.. – hablo dispuesto a disculparme y arreglarlo todo, jamás lo había visto de esta forma, realmente enojado, su mirada, que siempre solía ser cálida ahora era fría.


- Eso es cosa tuya – Yunho me interrumpe. – La verdad es que Minnie y yo preferimos guardarlo como secreto, ya sabes…dos chicos saliendo juntos, la escuela armaría un escándalo y la imagen ejemplar de Changmin se vería perjudicada – miente descaradamente, como si hubiese tenido todo planeado con anterioridad. – Finalmente Min no soportó más el silencio y te lo confesó…actuamos tan bien hasta el día de hoy que nadie pudo haber sospechado ni siquiera tú… - sus palabras fluyen tan fácilmente que me sorprende, hasta yo me creería ese cuento. – Espero sigas siendo un buen amigo y no le comentes esto a nadie, para que podamos seguir juntos – sonríe nuevamente, estrechándome entre sus brazos.


Todo está en silencio, tanto así que puedo sentir los latidos de mi corazón, completamente acelerados, debería hablar y aclararlo todo, decirle que no somos nada, que no fue mas que un impulso, un tonto impulso por lo que me dijo, actué estando enfadado. Pero me callo, aquella mitad oscura y vengativa de mi ser me lo ordena, me dice que por una vez sea egoísta y le haga notar a Jae que no estaré por siempre a su lado, haciendo lo que me pida, estando ahí para ser utilizado y desechado, siento tratado como un producto desechable.


- Me disculpan, pero no soy tan idiota como para caer en estos trucos – Jaejoong sonríe como si se tratase de una broma.


- Jae…es que…¿de verdad crees que soy tan poco digno de ser amado por alguien? – aquellas palabras salen ásperamente, lastimando mi garganta a su paso, dejo caer mis brazos hacia los lados.


Jaejoong me vigila con la mirada, renuente a confiar en mis palabras, o talvez simplemente es que eso es lo que cree, lo mas seguro es que piense que nadie podrá llegar a amarme sinceramente algún día, puede que piense que no soy más que un buen amigo para todos, que no se me puede ver de otra forma. Me deprime mucho el pensar en estas cosas, llevo tantos años amándolo, viendo como él le entrega su corazón a otras personas sin notarme me hace daño, pero se muy bien que es mi culpa, por quedarme ahí a su lado, observándolo, vigilándolo, cuidándolo y recibiéndolo de vuelta cuando fracasa…siempre en silencio. Siento en mi pecho una presión, angustia y ganas de llorar, una vez más siento que lo odio, con todas mis fuerzas pero que lo amo aún más. Una lagrima lucha por abrirse paso, por escapar de mis entre mis ojos, pero algo me distrae, una mano que sujeta repentinamente a la mía, entrelazándolas, uniéndolas, dándome su apoyo. Abro los ojos de par en par sorprendido “¿Es posible que Yunho haya notado que es lo que siento?”, no importa, a veces…a veces también necesito del apoyo de alguien, aunque sea de una persona que me es completamente desconocida, por alguna razón se siente bien.


- No es eso….es que, soy tu mejor amigo y sé que me lo hubieses dicho – aclara Jae tal vez un tanto arrepentido, se acerca y sujeta la mano que tengo libre. – Min…necesitamos hablar…los dos solos – dirige su mirada al antisocial que se encuentra demasiado pegado a mí.



Intento hablar, trato de soltar una que otra palabra, pero al momento de hacerlo suena el timbre, el receso ya se ha terminado y los alumnos comienzan a regresar al salón, suelto la mano de Jae y me libero del agarre de Yunho justo a tiempo, ya que algunos de nuestros compañeros están entrando.

-…Luego – susurro siendo oído por ambos, me volteo y regreso a mi asiento.


El resto de la mañana pasó entre clases, exámenes, tareas. En el segundo receso hice hasta lo imposible por escapar, lo logré, al tocar el timbre salí disparado y me escondí en un lugar alejado, “así soy capaz de evadir las preguntas de Jaejoong…por ahora”.

Ya es la hora de salida y vuelvo a repetir la misma hazaña, me encuentro ya fuera del colegio, por hoy podré evadir mis problemas, mañana me tocará enfrentarlos.


- Tenemos que hablar – aquella voz logra que detenga mis pasos, poco después de cruzar el portón del colegio.


Es Jaejoong, quien seguro se encuentra unos cuantos pasos a mis espaldas, “¿es que acaso justo ahora te tiene que dar por hacerte el buen amigo?” justo cuando quiero estar solo y tenerlo lejos, hace todo lo contrario.


- Ahora no – contesto volviendo a caminar.


-¡Ey Changmin! – sujeta mi brazo fuertemente. – Tengo derecho a una explicación, ¿por qué no me lo dijiste antes? – su mirada es incriminatoria.


“y a este ¿Qué le dio?...¿Acaso se cree el rey del mundo?, ¿Porqué diablos tendría que darle reportes diarios de mi vida?” Suelto una carcajada llena de sarcasmo, no puedo creer su actitud, nunca antes le había interesado mi vida privada, lo más probable es que se sienta asqueado o confundido por el hecho de que tenga “novio” en vez de “novia”.


- Disculpa…pero ¿Qué? – le respondo con palabras llenas de ironía. - ¿Alguna vez me comunicaste cuando empezabas a salir con una chica? – suelto una carcajada desviando la mirada, la situación me molesta y me extraña.


- Es distinto…ven conmigo – sujeta mi mano y comienza a arrastrarme.


- Hola amor ¿me esperaste mucho? – soy detenido por otra fuerza que se apodera de mi brazo derecho.


Me volteo intrigado al creer reconocer el tono de voz del antisocial, Jung Yunho me sonríe y guiña el ojo, “¿estará tratando de ayudarme otra vez?” pero claro está, toda ayuda se devuelve, esa es la regla general de la vida y sé muy bien que por todo lo acontecido hoy me va a hacer pagarle de vuelta y con creces.

- Disculpa pero…mi novio y yo tenemos una cita – se dirige a Jae, mientras se acerca y me abraza por la espalda, apoyando una de sus manos sobre mi pecho.


- No tengo tiempo para estas estupideces – el tono de voz de Jae cambia drásticamente a uno de enfado. – Sigan con su teatrito todo lo que quieran – se voltea y se aleja a paso rápido.


Sin sorprenderme demasiado lo veo alejarse una vez mas, poco le importa el hecho de que tenga novio, lo que le ha de molestar es que no tenga tanto tiempo para escuchar sus cosas y pasar el rato con él cuando no tiene nada más que hacer, cuando no esta con su novia de turno.


- Bueno “Novio” – El antisocial pone énfasis en aquella ultima palabra. – Lo mínimo que puedo hacer por mi amorcito es llevarlo a casa ¿no? - comenta con un evidente tono de burla, acercándose demasiado a mi oído.


- No soy tu novio y bien lo sabes… - me libero de su agarre y comienzo a caminar con destino a mi departamento, queda solo a unas cuadras de distancia.


Vivo solo desde los 16 años en aquel lugar, gracias a la ayuda de los padres de JaeJoong quienes convencieron (mas bien chantajearon) a mi madre para que me concediera la emancipación, así pude descansar de las golpizas de una mujer alcohólica y resentida que veía en mi a la sombra de aquel hombre que tanto la hizo sufrir, no la culpo ni tampoco me detengo mucho a pensar en aquello no vale la pena pasarse la vida resentido ni odiando a personas que simplemente no lo merecen. Los mismos padres de Jae me ofrecieron cuidados y vivir bajo su techo, ya que nos hemos conocido desde siempre, pero no pude aceptar, nunca he deseado ser una carga, decidí comenzar a trabajar a medio tiempo, prefiero vivir con lo justo y lo necesario sabiendo que es mío.


- Como digas – oigo su voz a mis espaldas y puedo sentir como camina tras de mi siguiéndome mientras avanzo.


“¿Se las da de acosador?” pienso mientras acelero el paso en un inútil intento de dejarlo atrás, al girar en la esquina mas cercana a mi edificio, volteo sin evidenciar mis intenciones y lo veo caminando tranquilamente con la mirada fija en mi, sonriendo como si todo estuviera normal “Normal y un carajo…Este tipo esta de lo más loco, quien quita es un psicópata asesino y depravado sexual que no desea mas que mi cuerpo y fantasea con violarme para luego asesinarme” a veces… y debo admitirlo mi mente se deja llevar mas allá de lo debido, pero por como me mira este chico se nota que al menos le interesan los hombres, no deja de mirarme el trasero.


Me encuentro frente a mi edificio, detengo mis pasos me doy media vuelta y lo enfrento cara a cara, él se encuentra de lo más normal a unos cuantos centímetros de distancia con las manos en los bolsillos y cargando su morral sobre su hombro derecho, su expresión es relajada, me mira completamente divertido de eso estoy seguro, disfruta de esta situación.


- ¿Vives por aquí? – le pregunto levantando una ceja por la incertidumbre.


- Se podría decir que si – me contesta esbozando una amplia sonrisa, acercándose hasta ganarse a mi lado y sujetarme del brazo.


“…Espera, no me digan que…¿quiere entrar?” es lo que me da a entender, me siguió hasta aquí y se gana a mi lado observando, más bien estudiando con cautela el edificio en el que vivo, el cual es común y corriente, no sobresale, es uno más dentro de Seúl. De la nada y al llegar a esta conclusión, algo se despierta en mi pecho, mi corazón salta provocando un estruendo “espero que no esté tan cerca como para oír los latidos” para tratar de pasar desapercibido finjo toser, aprovechando también de esta forma liberarme de su agarre.


- ¿Se podría decir? – me alejo unos cuantos pasos, preguntándome el porqué de mi nerviosismo. - ¿si o no? – lo miro intrigado.


- Mmmm…te lo digo adentro – sujeta mi mano y me tironea, obligándome a seguirlo entrando al edificio. – Vamos que me está dando frío – me sigue arrastrando hasta llegar frente al elevador.


Estoy tan sorprendido que ni siquiera me da tiempo para reaccionar, al verme frente al ascensor y sentir la calidez de su mano que aún sostiene la mía pego un brinco hacia el lado, alejándome bruscamente de él, de inmediato soltándolo y limpiándome la mano con la camiseta.


- Pero que Diab… - me veo interrumpido al abrirse las puertas del ascensor.

Quedo estático observando como Yunho se sube a este, se apoya en la pared al interior, con sus ojos fijos en mí e interrogándome con la mirada, levanta su mano y con el dedo índice me invita a entrar.


- ¿Te vas a quedar ahí parado como idiota? – se acerca y sujeta mi mano metiéndome al elevador de una vez por todas.


La palabra idiota no me hace honores, soy un gran y completo TARADO (sí, con maypuscula), algo me dice que esto no va a acabar de una manera agradable al menos no para mí, pero por boca suelta es que estoy metido en esta situación, me tiene en sus manos y es definitivo, estoy entre la espada y…la espada (si sé que es pared pero denme una oportunidad de explicar mi estado) por un lado esta Jaejoong y aquella pequeña mentirilla blanca que le dije con respecto a mi actual novio, quien se encuentra a mi izquierda, aquella mentirilla por la cual si se entera, comenzará a dudar de mi actuar y es posible que se entere de mis sentimientos, ya que si bien el muchachito no es el más brillante tampoco es un completo hombre de las cavernas; por el otro lado esta este tipejo mi “novio” quien estoy seguro se valdrá de cualquier técnica para chantajearme y sacarle provecho a la situación, debe haber notado que por ahora no me interesa que se descubra la verdad… “estoy completamente jodido”.


- ¿Qué piso? – me pega un codazo justo en el estomago.


- ¡Auch! – me quejo, pega fuerte el muy condenado. – el quinto – respondo sin tomar mayores represalias.


De haberme encontrado en una situación mas provechosa le hubiese sacado la madre y media aquí mismo, pero llevo las de perder, me tiene agarrado de los cojones y supongo ha de saberlo muy bien.


Ya estamos frente a la puerta con aquel gran numero 23, mi departamento, me debato entre si introducir la llave, girarla hacia la derecha y abrir la puerta o fingir que no es la correcta, montar un teatro y no dejarle otra alternativa mas que retirarse.


- Ni lo pienses, si es necesario que llames a un cerrajero aquí me quedo hasta que llegue – se apoya en la pared dándome una mirada acusadora.


“¡MIERDA! Además de todo ¡Lee mentes!” pienso en mi fuero interno con los ojos completamente abiertos, hasta siento las pupilas dilatadas de la impresión.


- No…no leo mentes – sonríe y reclina un poco la cabeza.


“¡MIERDA POR SEGUNDA VEZ!” soy tan especial, al momento de pensar en un nombre ¿tuve que decir Yunho?….no pude inventarme algún nombre idiota como Lee soo man, alguna persona ficticia, o cualquier otro imbécil…. ¿Tuve que pensar en un idiota psicopático y psíquico?.


- ¿Vas a abrir? – me recrimina mirando la llave que sostengo entre mis manos.


No se que tipo de poder tiene, pero ni siquiera reclamo y abro la puerta como niño bueno…o asustado. Una vez adentro dejo caer mi morral en uno de los sillones, desato mi corbata y abro las persianas para que entre algo de luz al lugar. Es un departamento mediano, la sala de estar y el comedor ocupan la mayor parte ya que es espacioso, una pequeña cocina abierta un dormitorio y un baño, la decoración es sencilla más bien plana, muebles blancos y adornos negros, todo monótono, nada sobresale.


En ningún momento lo pierdo de vista, si bien no lo miro directamente, lo tengo dentro de mi radar, puedo captar como recorre el lugar con la mirada, observando los muebles, la decoración y en ocasiones moviendo la cabeza como queriendo dar el gusto bueno. Una vez terminada su inspección, se acerca al sofá que se encuentra en medio de la sala y se deja caer sobre él a sus anchas.


- Me gusta – declara en un tono de evidente aprobación.


- Pues que bueno – lo miro aún un tanto intrigado, sigo de pie. – Ahora dime ¿que quieres? Para que así te largues rápido – me acerco unos pasos hacia él.


- Vaya vaya, directo al grano…eso me gusta – muerde su labio, algo dentro de todo esto le parece atractivo. – Pues bien, a partir de hoy seré tu novio – afirma cruzándose de brazos.


- ¿Qué? – pregunto tratando de hacerme el tonto.


- No te hagas el imbécil – me sonríe para luego proseguir. – Se que te gusta tu amiguito cara de niña – se cruza de piernas mientras espera mi reacción.


“¡MIERDA POR TERCERA VEZ!” debo morderme la lengua para no soltar todos los insultos que tengo guardados para el día de su funeral, “es psíquico… debe serlo” me repito, mientras estoy paralizado sin encontrar ninguna otra explicación coherente.


- ¿Qué te hace pensar eso? – suelto estas palabras como mera defensa, pero al segundo me doy cuenta de lo idiota de la pregunta.


- Ni siquiera te voy a responder eso… - se reclina en el sofá. – Pues bien, “querido” Changmin, te tengo una propuesta – menciona el “querido” en un tono sarcástico.


- Plantéala, ya que creo no tener más opción que oírla – digo casi sin mover los labios por la rabia.

- Mantendré tu enamoramiento como secreto… - se pone de pie. – es más te ayudaré a que se interese por ti como pareja… - se acerca cada vez más hacia mí.


- Me suena demasiado bueno para ser verdad… - aprieto mis puños para contener el impulso de retroceder, no quiero parecer débil. - ¿Cuál sería el truco? – endurezco mi expresión facial, tratando de mantener el nerviosismo como secreto.


- Desde ahora en adelante… - ya se encuentra demasiado cerca, su rostro se encuentra apenas a unos pocos centímetros de distancia del mío. – …Soy tu nuevo compañero de departamento – susurra a mi oído, pasando a rozar el lóbulo de éste con sus labios.


“¡¡¡MIERDA POR CUARTA VEZ!!!” estoy tan completa y absolutamente anonadado, que ni si quiera reacciono al instante, puedo sentir la mirada traviesa de Yunho fija en mí. Apenas al par de minutos me doy cuenta de la realidad y tomo el peso de sus palabras “No le puedo decir que no, de hacerlo le contará todo a Jae…todos estos años de ocultarlo se irán por el caño”.


-¡¡¡¡¿¿¿¿Quéeeeeeeeeeeeee????!!!! – exclamo con todas mis fuerzas.


De haberle podido tomar una fotografía a mi rostro en este mismo instante lo hubiese hecho, para recordarme a mí mismo y por el resto de mis días, la interminable estupidez de la que soy poseedor.



Continuara...



2 comentarios:

Serranita dijo...

Esta muy bueno, espero actualización por favor
¡Gracias de antemano!

Unknown dijo...

waaaa...esta muuy interesante quieo conti....^^

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