jueves, 10 de junio de 2010

Doctor Kim Junsu




Titulo: Doctor Kim Junsu
Autor: Fuu
Género: Romance, Lemon, Mpreg
Parejas: Yunjae, Yoosu min?
Estado: Proceso






Doctor Kim Junsu cap 1
La personas de enferman, y luego después de una penosa ida al hospital… mueren. Yoochun sabía eso demasiado bien. Y lo aterraba. Estaba casi paranoico en esa gran sala de espera. ¿Por qué Dios? ¿Por qué justo él? ¡No necesitaba un resfriado!

El aroma a hospital lo ponía aún más nervioso; ese olor a alcohol y desinfectante y a enfermedades… No, era demasiado.

Algunas enfermeras pasaban y le sonreían como si fuera el único hombre a kilómetros. ¿Qué les pasa?, pensó Yoochun. En ese momento no estaba pendiente de su apariencia física, solo de su enfermedad.

Aunque soy consciente de lo atractivo que soy, pensó de forma petulante.

-Señor Park-una jovencita le llamó la atención-Puede pasar al consultorio del Doctor Kim.

Bueno, al fin iba a recibir su medicina, ¿o no?


*^*

Intentó relajarse en su asiento pero le fue imposible, tenía que recibir paciente tras paciente; el día iba a estar algo pesado. Junsu sabía que tenía sus responsabilidades como uno de los mejores doctores del hospital pero también necesitaba su dosis de descanso.

La puerta se abrió y entró un joven de aproximadamente su edad, no lo miró dos veces y abrió el sobre donde estaban los análisis del muchacho.

-Buenas tardes Doctor.

Levantó la mirada por sobre sus anteojos de marco grueso. Oh, era bastante atractivo, y su palidez era causa de su enfermedad… Otra vez diagnosticando antes de tiempo.

-Buenas tardes. Tome asiento.

Park Yoochun, veintidós años, según los resultados sufría de presión baja.

-Señor Park-dijo inclinándose sobre su escritorio-¿le gusta la sal?

A Yoochun le fue difícil mantener una expresión seria pero disfrazó bien sus emociones-Emm, no.

-Bueno tendrá que comenzar a ingerir mayores cantidades de sal o su presión no mejorará.

Miró aterrado al doctor. ¿No tenía un resfriado?

-¿No tengo un resfriado?-preguntó.

Junsu esbozó una pequeña sonrisa que casi causa a Yoochun un paro cardiaco, era un doctor joven, sexy y totalmente su tipo.

-¿Te molesta la nariz?-Yoochun negó con la cabeza-¿Dolores de cuerpo?-negó otra vez-Lo que salió en los resultados es que no consumes demasiado yodo…

-¿Me puede examinar?-preguntó de forma atrevida, lo que sea por ver al doctor Kim de cuerpo completo.

Junsu abrió los ojos y parpadeó varias veces, ¿A qué se refería el señor Park? ¡Ah! Su belleza lo había cegado momentáneamente. Se levantó, debajo de la bata de doctor llevaba una camisilla blanca y pantalones igual de blancos.

-Siéntese en la camilla y desabotone su camisa.

Eso pareció más una orden que una tierna e inocente petición para Junsu, hasta le sorprendió su tono de voz. Cuando Yoochun obedeció, eso fue otra cosa.

¿Estaba el doctor Kim ruborizándose? A Yoochun le pareció que sí. ¡Oh, SÍ! Estaba avergonzado, ¿acaso su bien esculpido torso le provocaba eso?

Junsu tomó su estetoscopio, las manos le temblaban-Respire hondo…

La piel de Yoochun estaba tomando temperatura, ¿el comienzo de una fiebre? Posó su mano justo sobre el corazón del mayor. Latía con fuerza.

-¿Todo bien?

Junsu sólo asintió sabiendo que si hablaba la voz le fallaría. Dejó a Yoochun para que se vistiese y agarró el sobre con los análisis.

-Ya sabe qué hacer.

-Sí…

Que atractivo, que atractivo…

Yoochun iba a convulsionar si no lo tocaba.

Junsu le dio la espalda. Y ahí pudo apreciar todo el esplendor de su…

-¿Señor Park?

La voz de Junsu lo trajo de vuelta al consultorio lejos de su mundo de fantasías.

-¿Si?

Lo único que quería era tirarlo en la camilla y hacerle ya saben que.

-¿No es usted ese profesor de Inglés que casi se convierte en embajador de Corea en los EE.UU.?

Yoochun sonrió por lo menos lo reconocía, punto a favor.

-Si, el mismo.

No estaba orgulloso, pero el hecho que Junsu supiera por lo menos quien era lo emocionaba a más no poder.

Por primera vez estuvo feliz con la decisión que había tomado. Si hubiera ido a los EE.UU. nunca hubiera conocido al increíble doctor Kim.










Doctor Kim Junsu cap 2
-Junsu…

Nada, ni una respuesta.

-Junsu…

Tenía que tener paciencia con su colega.

-¡KIM JUNSU!

Lanzó sus papeles por los aires ante el grito de guerra de Jaejoong. Ni cuenta se había dado que su colega acababa de entrar al consultorio.

-¡¿Quieres matarme?!-gritó de forma moderada a diferencia del mayor.

Jaejoong prácticamente era el mejor y el más destacado de los doctores en el área de pediatría. Los niños y las niñas simplemente lo adoraban, caían rendidos en cuanto lo veían; Junsu pensaba que ese encanto que tenía Jae era exactamente al de un niño pequeño y que por eso hacía tan bien su trabajo.

Y hoy estaba tranquilo, parecía hasta una persona normal.

-Hyung…

El mayor se dejó caer en la camilla donde el día anterior había estado Park Yoochun. Junsu casi chilla porque no quería que Jaejoong tocase esa preciada parte de su consultorio.

-No me llames “hyung” es inapropiado mientras trabajamos.

Junsu rodó los ojos- Eres tan profesional.

-Lo sé.

Ninguno de los dos habló durante un buen tiempo, hasta que Jae se levantó de un salto.

-Me voy. Tengo un paciente MUY importante que atender-dijo con una sonrisa que apenas le cabía en el rostro. Acomodó sus anteojos y lanzó un besito a Junsu-Bye bye~

Suspiró profundamente. Hoy no tenía ganas de ejercer su profesión. Pero desde siempre su sueño había sido convertirse en un respetado doctor en algún hospital caro y extravagante de Seúl y ahí estaba. Veintiún años, medalla de oro de su promoción y con unas ganas de volver a ver al señor Park que lo mataban internamente.


*^*

-Hola doctor.

Jae luchó por no lanzarse encima al papá sexy que acababa de entrar por esa bendita puerta con su bebé.

-Hola~

Yunho acunó al bebé en sus brazos mientras sonreía a Jae-¿Cómo estás?

Jaejoong, incapaz de seguir sentado detrás de su escritorio saltó de su silla y cogió al niño en brazos. Era suyo después de todo.

-Es mío también-dijo besando la frente del pequeño Sung Woong-Hola mi vida.

Besó a Yunho en los labios y volvió toda su atención el niño, ahora dormía plácidamente en sus brazos.

-No puedo creer que tan solo necesite estar en tus brazos para dormir.

No le despegaba la mirada al bebé, era demasiado lindo-Lo llevé nueve meses, ¿qué esperabas?-miró a Yunho y le pasó a Sung Woong-Tengo que volver a trabajar.

Besó a Yunho rápidamente y acarició con ternura a su bebé. Todos esos meses habían valido la pena. Al principio habían estado preocupados porque los embarazos masculinos eran poco comunes y los bebés corrían mucho riesgo; pero Yunho le repetía una y otra vez que todo iba a estar bien, y Jae creía en su esposo. Sung Woong era un niño saludable y lleno de energía, justo como su padre Jaejoong.

-Mmm, creo que tiene tus ojos-dijo después de una buena inspección al niño, Yunho rió y se dirigió hacia la puerta.

Si no salía de ahí por su cuenta entonces Jae no lo iba a dejar ir-Y tus labios.

Esas pequeñas visita significaban tanto para Jaejoong. Como era un doctor muy influyente en el hospital Yunho no quería que su carrera se perjudicara por Sung Woong y había decidido tomar el rol de “madre”. Cuidaba más del bebé que Jae y se quedaba en casa hasta la hora que Jae llegaba, y su horario no era flexible.

-Yunnie-dijo con voz queda al notar como Yunho posaba una mano sobre el pomo de la puerta mientras que con la otra intentaba que Sung Woong no cayera al piso-Mi vida.

El tono de voz tan dulce de Jae llamó su atención, hacía tiempo que no lo llamaba así… ¿Desde el nacimiento de Sung Woong?

-¿Sí?

-Mañana no vengo a trabajar.

Yunho volteó podía jurar que Jae le estaba echando una broma. ¡Nunca pedía el día libre! Parte de su vida era su profesión, él lo sabía.

-¿Qué?-Sung Woong se movió en sus brazos, volvió a acomodar la mantita blanca que estaba medio caía.

Jaejoong se acercó y arregló la mantita por Yunho viendo que apenas podía mover los brazos-Yo debería estar cuidando de él…

-No.

Jae simplemente no podía.

-Sé lo importante que es esto, el hospital, tus pacientes… Recuerda que no nos estás abandonando-dijo con total seguridad, Sung Woong sollozó un poco y luego tosió.

Estaba al borde de las lágrimas, porque no podía escuchar a Yunho decir eso. Era demasiado perfecto.

-¿Siempre eres así?-su voz se quebró a mitad de la oración, la cara de preocupación de Yunho provocó más acumulación de lágrimas.

Intentó abrazarlo con el bebé aún en brazos, Sung Woong quedó hecho un bodoque en medio de sus padres.

-Sólo contigo, Boo.


*^^*

Yoochun no tomó el elevador, el corrió escaleras arriba-desde el estacionamiento-sabiendo que estaba a punto de perder su cita con el Doctor Kim.

Una de las enfermeras lo miró de pies a cabeza antes de dejarlo pasar de esa forma por los pasillos. Dios sabía que le pasaba a ese joven.

-Y-yo…

Dijo Yoochun entre jadeos. Apenas le daba el aire para inflar un globo. La secretaria le pasó un vaso de agua que el vació de un trago. Una vez estabilizada cada parte de su anatomía decidió hablar.

-Tengo turno con el Doctor Kim Junsu.

La chica revisó unos papeles y luego volteó a su monitor, Yoochun de la impaciencia comenzó a inclinarse sobre el escritorio. ¿Qué demonios miraba y porque se tardaba tanto?

-Señor Park. Tome asiento que ya lo llamo… cálmese.

¡Esa chica no sabía nada!

-¡ESTOY CALMADO!-dijo más por la emoción de ver al doctor que por el nerviosismo que le producía la chica.

-¡Señor, por favor!-golpeó su escritorio con ambas manos asustando a Yoochun-Esto es un hospital…

Yoochun estaba a punto de explicar el por qué de sus acciones cuando una vez resonó por el pasillo.

-¿Park Yoochun?

Dios, no se cansaba de escuchar a Junsu diciendo su nombre.

-¡Sí!-le envió una mirada matadora a la secretaria y de forma despreocupada entró al consultorio. Todo por Junsu, hasta contraer el SIDA. Aunque no tenía sentido si el moría y Junsu seguía viviendo.

El doctor se sentó e indicó con un gesto que Yoochun tome asiento. No era extraño que algunos pacientes volvieran al día siguiente de la consulta, pero tipos como Park Yoochun parecían siempre tener sus razones y Junsu ya se imaginaba que quería el mayor.

-¿Te duele algo?

Todas esas excusas que Yoochun había inventado repentinamente volaron con el viento, no recordaba nada. Quizás la belleza de Junsu tenía algo que ver, río.

-Ehh…este…-revolvió su cabello que era casi imposible de despeinar con ese nuevo peinado-ayer comí sal.

“Ayer comí sal” No podía ser más patético. Yoochun estaba a punto de auto flagelarse frente a Junsu.

-Que bien…-no tenía nada más que agregar, el tipo estaba prácticamente gritando “¡Junsu me gustas!” Suspiró, ¿Por qué siempre resultaba así? ¡No quería tener nada con pacientes!

Yoochun rió. ¿Qué hombre que se respete se ríe de sus metidas de pata? Estaba arriesgando todas sus oportunidades con el doctorcito sexy.

Y que sexy estaba. La bata estaba desabotonada dejando a la vista su chaqueta blanca y esos pantalones que no hacían justicia, entallaban sus piernas perfectamente. Yoochun deseó ser el dueño de todo eso.

-Doctor Kim… ¿le gustaría salir conmigo?

Tenía que ser directo o no conseguiría nada.

-Oh, no…

¡Otro! Pero este no era como los otros, Yoochun era más… impulsivo, o eso aparentaba. Y Junsu no soporta a hombres inseguros, tímidos que tartamudean diez veces antes de conseguir pronunciar algo.

¡NO, no! No podía tener esos pensamientos. Y Yoochun no dejaba de mirarlo… Era un manojo de nervios. ¿Por qué Park tenía esos ojos oscuros y… ese cabello tan lacio, y la sonrisa que…? La lista seguía y seguía.

-Doc… espero su respuesta.

Junsu parpadeó varias veces antes de comprender algo que el mayor estaba diciendo-¿Qué decías?

Eso fue directo a su ego. Junsu no estaba jugando al decir eso.

Así que esto era lo que sentían las personas rechazas por sus amados… Una sensación a la que Yoochun no tenía ganas de acostumbrarse.

-Vamos a tener una cita.

-Si te refieres a una consulta habla con…

Yoochun se levantó de su silla con tal fuerza que casi cae para atrás-No voy a hablar con tu secretaria. Quiero salir contigo, ¿a cenar está bien?

-¿Eres un buen chico?

No entendió la pregunta pero de todas formas respondió con la voz más sexy que podía convocar-Seré lo que quieras.

Se lamió los labios, estaba nervioso. Yoochun era alguien peligroso.











Doctor Kim Junsu cap 3
A la familia se la respeta, ¿cierto? Jaejoong sabía eso y como no si venía de una numerosa familia, pero… ¿Por qué le resultaba imposible llegar a tiempo a su casa?

-Sung Woong tenía hoy una consulta con el pediatra-le dijo Yunho una noche, eran casi las once y media, su turno en el hospital terminaba a las diez pero nunca lograba salir a hora. Yunho tenía que entender.

-Lo siento…

Pero nada de lo que dijera valía la pena. No se perdonaba a sí mismo, ¿Cómo Yunho podía?

-Quedaste en llevarlo porque yo finalmente iba a tener un descanso, ni siquiera pude avisarle a Heechul que no viniera.

Jae cerró los ojos. No podía ser… lo había olvidado por completo.

-¿Por qué no lo llevaste junto a mí?

Eso, eso colmó su paciencia. Y Yunho no perdía la paciencia fácilmente, si era posible evitaba las peleas con Jaejoong.

-Sabes que tiene gripe, y que no me gusta llevarlo a tu hospital-dijo regulando su voz porque el bebé dormía arriba. No toleraba mirarlo a los ojos, volteó antes de romperle el rostro o algo.

-Yo intento…

Se detuvo frente a la escalera, Jae seguía detrás de él-No es suficiente.

Yunho podía soportar hasta cierto punto la irresponsabilidad de su marido, y ya le colmaba la paciencia.

Esa noche no durmió en la habitación con su esposo, tenía miedo que Yunho lo estrangule en sueños. Decidió mudarse a la piecita de su amado niño y compartir un momento, por corto que sea, con él.


*^*

-¿Disfrutaste de la cena?

Junsu esbozó una sonrisa al tonto de Yoochun porque era lo único que podía hacer. No estaba entre sus planes conquistarlo ni nada, como si Yoochun no estuviera enganchado por él, su moral de doctor no lo dejaba.

Caminaron hasta el estacionamiento, Junsu se detuvo frente al auto de Yoochun.

-Comiste mucha sal-dijo volteando hacia el mayor.

Eso tomó desprevenido a Yoochun pero entendió a lo que se refería. Intentó no parecer un idiota con esa estúpida sonrisa que revoloteaba en sus labios y abrió la puerta del auto por Junsu.

-Tienes razón.


*^*

-¿Qué estás haciendo?

Jae se inclinó a recoger a Sung Woong de la cuna; el bebé abrió sus ojitos poco a poco y rió al ver la cara que ponía su padre.

Meció al niño y besó su frente causando otro ataque de risitas. Sung Woong era una bendición, no sabía como lo había conseguido. Sintió la presencia de Yunho a sus espaldas y se estremeció por completo, ¿desde cuándo la presencia de su esposo se volvió tan incómoda?

-Dame al bebé-era una orden, Yunho no estaba jugando y Jae reconoció eso al instante.

Volteó, Sung Woong volvió a reír y pasó al lado de Yunho. Sabía que era hora de darle la leche. Enserio, ¿Qué pensaba Yunho de él? ¡Conocía a su bebé por amor a Dios!

Bajó las escaleras, en la mesa de la cocina ya estaba preparada la mamadera, la tomó y probó si la leche no estaba demasiado caliente.

-Aquí tienes…

El niño succionó la leche con avidez, hasta sorprendió a su padre. Yunho apareció en la cocina con una expresión que molestaba profundamente a Jaejoong.

-Tienes trabajo.

Esas palabras se clavaron hondo en su pecho. Él necesitaba estar un tiempo con su bebé y también con Yunho… ¿Qué era toda esta tensión en el ambiente?

-No voy a ir-dijo dejando la mamadera vacía en su lugar. Siguió a Yunho con la mirada que se acercaba a él, cuando intentó sacarle al bebé se quedó en shock. Eso ya era el colmo.

Aceptaba que no pasaba mucho tiempo en casa y eso, pero Yunho no tenía derecho a sacarle al inocente de Sung Woong.

-¡También es mi hijo!

Yunho rió a carcajadas, hasta pareció ver algunas lágrimas aparecer en sus ojos. Lo odiaba, odiaba a su esposo en ese momento, pero no podía evitar amarlo.

-¡Reaccionaste cuando te lo dije! Yo esperaba que hicieras algo, pero no. YO tuve que hacértelo notar… Así no vamos a poder Jaejoong.

La formalidad de Yunho lastimó más a Jae. Nunca era “Jaejoong”, era o “Boo” o “Joongie” ¿Qué estaba pasando?

-Dime la verdad-dijo acercándose tanto que asustó al mayor-¿Enserio querías tenerlo?

Los ojos del mayor se abrieron como platos. Yunho estaba fuera de sí. No, no podía comportarse así con él…

-¿Dudas de mí?-dijo al borde de las lágrimas, su voz falló y aferró al bebé contra su pecho-Amo a mi hijo…

Cerró los ojos, Joongie no podía hacer la situación más difícil de lo que ya era.

Una lágrima rodó por la mejilla de Jaejoong y la limpió con el dorso de su mano; sentía rabia e impotencia.

Nunca habían llegado hasta el punto de pelear de esa forma. Todo era demasiado irreal; el trabajo de Jae que parecía nunca terminar, y su propio comportamiento.

-Mi vida-lo sujetó de los hombros para que no escapara pero eso sólo asustó más a Jaejoong-Perdóname. Estoy bajo mucha presión. El bebé y…

No estaba en posición de disculparse pero aún así, no podía evitarlo.

Jae se mordió el labio y bajó la mirada-Idiota, yo soy el que está en deuda… Vamos-acomodó al niño en sus brazos, que ahora lo miraba fijamente y movía sus pequeñas manitos-Tenemos una consulta con su pediatra.

Lo abrazó, con cuidado de no aplastar al niño pero logró envolverlo con sus brazos. ¿Cómo hacían para que todo resultara tan bueno al final? Juró nunca más hablarle de esa manera al hombre que más amaba en el mundo junto con Sung Woong.













Doctor Kim Junsu cap 4
-¿Eh?-la visita de la pareja sorprendió completamente a Junsu-¿No estabas de vacaciones?

Yunho cerró la puerta a sus espaldas mientras Jae hacía malabarismos con Sung Woong en brazos y todos los bolsos. Yunho lo ayudó a sentarse en la silla de los pacientes y le pasó la mano a Junsu.

-Así es. Pero… ¿Te molesta la visita?

Junsu sacudió sus brazos y sonrió nervioso, no quería que Yunho le partiera el rostro o algo así; conocía al esposo de su amigo pero eso no aseguraba que estuviera a salvo. Yunho parecía tan… hombre al lado del lindo de su colega.

-¡Claro que no!-se levantó de su silla para ver bien al bebé que dormía en los brazos de Jae-¡Lindo, bonito! ¿Cómo está?

Jaejoong sonrió a Junsu y luego tomó el pie de Sung Woong para jugar con él-Bien… ya no tiene rastros de fiebre.

-¡Bien!-volvió a tomar asiento-¿Y disfrutando de las vacas?

Le pasó el bebé a Yunho y estiró sus brazos que comenzaban a entumecerse. Suspiró profundamente antes de contestar-Si, me paso el día en casa con mis dos hombres-sonrió a Yunho-Es mejor de lo que esperaba.

Yunho bostezó, sorprendiendo a los dos doctores-Vamos, Boo… Quiero descansar.

Se levantó con una agilidad increíble, se notaba que estaba acostumbrado a tener al bebé en brazos-Nos vemos Doctor.

-Bye~ Cuídense.

Jae siguió a Yunho con todos los bolsos colgando y volteó para guiñarle un ojo a Junsu, asustando al menor.

-Tienes un paciente-le cantó antes de cerrar la puerta.

-¿Eh, hyung?

En eso alguien llamó a la puerta. Junsu arregló su bata y dijo “Adelante” con suavidad.

Yoochun abrió la puerta con una enorme sonrisa, estaba feliz de volver a verlo. Podría decirse que comenzaba a extrañar al dulce doctor; ¡Pero si hasta ayer lo había visto!

Junsu permaneció con esa expresión de doctor, mantenía el rostro serio y lo miraba por encima de sus anteojos, bueno, no podía estar más cara larga. Yoochun tomó asiento, Junsu seguía sin abrir la boca y lo comenzaba a preocupar.

-Vengo en son de paz-dijo moviéndose de forma incómoda en su asiento-¿Por qué esa cara?

No había pasado de dejarlo en su departamento y solo hasta ahí, hasta se controló y no aceptó la invitación de Junsu de ofrecerle una taza de café.

-Mucho trabajo-dijo mirándolo por sobre sus anteojos de marco grueso-¿Te sientes bien?

-¿Yo?-Yoochun se señaló a sí mismo, como si no fuera obvio, era el único ahí.-Me siento perfecto.

Junsu lo siguió observando por largo rato como acostumbran los doctores y luego prosiguió a mirar entre sus papeles.

-Bueno, si estás perfecto no entiendo por qué viniste a consultar. Señor Park por favor…

-¡Me duele el pecho!-dijo saltando de la silla y haciendo una mímica extraña-Me duele mucho…

Indicó con una seña que se acostara en la camilla y Yoochun obedeció con una sonrisota; era su deber atender a Yoochun y su salario salía de eso así que…

-¿Donde?

Desabotonó la camisa de Yoochun dejando al descubierto su piel blanca y suave, sus dedos estaban temblando, en un intento de que Yoochun no notara eso agarró su estetoscopio de forma bruta y lo golpeó en la mejilla.

-¡Ouch!

-Lo siento…

Prosiguió con el palpamiento del torso de Yoochun; ¡No era un cardiólogo por amor de dios! No tenía idea de lo que estaba haciendo.

-¿Duele aquí?-preguntó mientras presionaba con gentileza.

Yoochun negó con la cabeza y tomó la mano de Junsu, la guió hacia su corazón y la posó ahí.

-Me duele aquí porque parece que no estás interesado en mí y no respondes a mis avances.

-Yo…

Se levantó y abotonó su camisa; si, lo aceptaba se sentía exageradamente desmotivado en presencia del doctor, Junsu no estaba interesado en él, punto.

Si Kim Junsu dejaba salir a Yoochun de su consultorio se arrepentiría toda la vida; decidió que si no se arriesgaba entonces nada. Esa tarde detuvo a Yoochun en la entrada principal de la clínica, y hasta algunas jovencitas vieron como besó a Yoochun frente a todos los médicos de guardia.











Doctor Kim Junsu cap 5
Kim Junsu era como todos los doctores promedio; a excepción de Jaejoong que era todo menos normal; pero siempre mantuvo un perfil bajo, nunca era motivo de quejas y nunca armaba escándalos. No hasta el día de ayer en el que se le vio besando a un paciente y frente a toda la clínica. Algunas enfermeras se desmayaron y manifestaron que era a causa del calor pero nadie les creyó.

Eso le costó a Junsu, no una suspensión sino que todo el plantel de doctores lo felicitara y más de una enfermera lo interrogó sobre “el apuesto joven de cabello oscuro”. Él decidió no contestar, ya llamaba demasiada la atención.

Jaejoong irrumpió en su consultorio sin importarle el hecho de que Sung Woong estaba dormido en sus brazos o que Yunho le suplicara que por favor que no haga alguna locura.

-¡KIM JUNSU!-Sung Wong se estremeció en los brazos de su padre y volvió a cerrar los ojos.

Yunho entró al consultorio y retiro al bebé de los brazos del mayor, estaba a punto de entrar en combustión. Jae a veces no controlaba su emoción, ni su tono de voz…

Junsu se sacó los anteojos y abrió los ojos bien grandes. “Dios”, pensó, “este Jaejoong nunca avisaba cuando daría alguna de sus visitas.”

-¿No ves que estoy trabajando?

El chico permaneció sentando en la silla frente a Junsu, miraba su regazo como si fuera lo más interesante del mundo y a su lado, un hombre le sonreía con picardía.

-Bueno, supongo que la consulta terminó-dijo, soltando un largo suspiro, comenzó a escribir la receta-Nos vemos la próxima semana, toma esas pastillas que te receté la semana pasada y en unos días estarás como nuevo.

El hombre mayor tomó el pedazo de papel, lo dobló y metió en su bolsillo.

-Gracias doctor Kim-dijo, levantándose para pasarle la mano.

-Dong Wook, cuida de Changmin… puede que la fiebre no haya desaparecido del todo.

El chico llamado Changmin hizo una reverencia y siguió al mayor.

-¿No habla?-preguntó Jae cuando la pareja salió del consultorio-¿Son pareja?

Junsu masajeó sus sienes y le indicó a Yunho que podía tomar asiento ya que el pobre hombre estaba sufriendo con el peso del bebé en sus brazos.

-Si, habla pero tiene una gripe que le afecta la garganta y… son pareja, ¿no te diste cuenta que Dong Wook lo tomó de la mano al salir?

Jae se encogió de hombros

-A veces soy despistado, pero ese Dong Wook es muuuuuuucho mayor que Changmin.

-Min tiene veintiuno, Dong Wook veinticinco, no se llevan mucho-explicó Junsu.

El día estuvo cargado de pacientes, por suerte Changmin fue el último en marcar turno. Se encontró pensando en Yoochun, recordó el beso, la expresión de sorpresa del mayor…

-¿Y?-la voz de Jae lo sacó de sus pensamientos-¿Qué pasó ayer?

-Lo besé… frente a todos-la expresión de sorpresa de Yunho no pasó desapercibida a Junsu-Le dije que su corazón iba a estar bien.

-¿Le dijiste que?

-Aish, yo me entiendo.


*^*

Yoochun esperó pacientemente en su auto, si claro, estaba a punto de correr escaleras arriba, otra vez.

Pero le había prometido a Junsu no hacer una estupidez y por ahora lo esperaría como perrito amaestrado en el auto.

Miró su reloj. ¿Dónde estaba Junsu?

La puerta de su derecha se abrió y una cosa blanca se instaló a su lado.

-Hola.

Su voz no podía sonar más a esos pobres diablos enamorados pero no podía evitarlo, era un tonto cerca de Junsu, se derretía, se hacía gelatina, todo al mismo tiempo.

-Hola-dijo tímidamente.

Dios, sus mejillas estaban a punto de entrar en combustión.

-¿Cómo estás?-Yoochun no pudo evitar acercarse y besar su mejilla, Junsu bajó el rostro avergonzado.

¿Cómo era posible que esa cosita hermosa se avergonzara tanto? Si ayer lo había besado frente a toda la clínica.

-B-bien…

Nota mental: No tartamudear frente a Yoochun.

El mayor encendió el auto y posó las manos en el volante. Junsu estaba tan lindo en su bata de hospital, pero… ¿Cuándo no lo estaba? Sonrió al menor.

-¿A dónde quieres ir?

Cualquier lugar contigo está bien…, pensó Junsu pero no se lo dijo, estaba demasiado ocupado mirando su regazo.

-¿Junsu?

-¡Ah!-se rascó la cabeza avergonzado - Donde tú quieras.

Yoochun asintió y fijó la vista al frente. Tampoco estaba seguro de adonde irían pero cualquier lugar con Junsu estaba bien, era así de simple.

Maniobró por el estacionamiento y salieron a la calle; afuera la cuidad estaba llena de vida, la gente iba y venía, Junsu observaba atento por la ventana “ignorando” a Yoochun que estaba concentradísimo en el camino.

-Pensé que después del trabajo sería lindo que te relajaras-dijo Yoochun parando el coche y mirándolo-¿Conoces este parque?

Junsu miró al parque que se extendía detrás de Yoochun y asintió-Vengo cuando tengo tiempo.

Dejó su bata de médico en el auto, quedándose con su chaleco y pantalones blancos, se sentía casi vulnerable sin su uniforme frente a Yoochun.

Ambos salieron del auto y Junsu no estaba seguro si estaba bien tomar a Yoochun de la mano o quizás acercarse un poco a él. Suspiró, no se suponía que pensara demasiado.

-¿Algo te preocupa?-preguntó Yoochun viendo la cara de Junsu, todo ensimismado.

-No, nada-dijo sonriendo, porque si estaba cerca de él no tenía por qué preocuparse.

El mayor devolvió la sonrisa y lo abrazó por la cintura, Junsu casi muere. Hacía tanto tiempo que no sentía esa sensación de mariposas, o como se estremecía al entrar en contacto con alguien tan especial.

-¿Está bien así?-Yoochun podía jurar que se estaba sonrojando, se sentía un estúpido colegial adolescente en presencia del menor, se suponía que él era tranquilo.

Junsu asintió y se relajó en el agarre de Yoochun, se sentaron en un banco. Yoochun no quería quedarse callado, no era su estilo y si estaba nervioso, era peor, no paraba de hablar.

-Ah… Tengo que decirte algo.

La seriedad en la expresión de Yoochun casi sorprendió a Junsu-¿Qué?

-No comí sal, de hecho creo que me falta azúcar…

Ladeó su rostro y besó los labios del menor, era dulce, algodón que se derretía en su boca. Cuando se alejó los labios de Junsu no podían estar más rojos, pero si apenas le había rozado los labios, ¿Qué pasaría al besarlo como pretendía al final del día?

-Eres dulce-era casi un susurro y temió que Yoochun no escuchara.

-Gracias, tú también-atrajo la mano de Junsu a su boca y le besó los nudillos, un gesto con el que pretendía demostrar su amor. Parecía que finalmente los huecos en su corazón comenzaban a llenarse, todo encajaba de nuevo.

-¿Qué hiciste hoy?

-Mmm, el consultorio estuvo lleno-mientras hablaba enlazó sus dedos con los de Yoochun-ah… estoy feliz de haber salido ¿Y vos?

-A ver… me regañaron en la universidad por haber llegado tarde, ¿al final que es lo que los alumnos quieren? Deberían alegarse por perder clase.

-¿Por qué llegaste tarde? Eso no se hace-golpeó a Yoochun en el brazo y rió ante la cara de sorpresa del mayor.

-Me quedé dormido-dijo Yoochun como si fuera lo más normal del mundo-Además, por suerte, son muy tolerantes conmigo-dejó salir un suspiro exagerando la situación.

Junsu rió porque Yoochun era como lo imaginaba, y a la vez no. Era fácil estar cerca de él, tan cerca como ahora…

-¿Somos…?-sabía que estaba bien preguntar pero tenía vergüenza y nervios, ¿Qué le diría Yoochun?

-¿Qué?-lo animó Yoochun a que siguiera.

-¿Somos una pareja?

El pelinegro abrió los ojos enormes antes de sonreírle con ternura-Claro… ¿quieres ser mi novio?

Por segunda vez en el día estaba a punto de estallar en llamas, Yoochun era tan directo, ¿Cómo podía ser así?

-Sí.

Eso fue suficiente para Yoochun. Se levantó, jaló a Junsu hacia él y lo abrazó; él, que ya pensaba que Junsu nunca le iba a dar esperanzas y terminaban siendo novios. Wow, era el más afortunado de Seúl.

Ahora que estaba oficial, no quería desperdiciar el tiempo. ¿Debería presentar a su novio? ¿Qué día era hoy? ¡Tenía que recordar su aniversario!

-¿Chunnie?-preguntó medio inseguro, el mayor tenía esa sonrisa de oreja a oreja y parecía librar una batalla interior.

-¿Chunnie?-sus piernas estaban a punto de ceder, menos mal que Junsu tenía sus manos posadas en su cintura-¿Así me dijiste?

Bajó el rostro, ni siquiera podía controlar su boca, genial, ahora no tartamudeaba pero decía lo primero que se le venía a la cabeza.

-Su… no tienes por qué avergonzarte, ¿Dónde está mi súper duper cute doctor?-dijo tentándole, simplemente no se cansaba de verlo sonrojado.

-¿S-Su?- y volvía a tartamudear, pero era inevitable teniéndolo tan cerca. Yoochun comenzó a inclinarse peligrosamente hacia él, Junsu tragó, ¿Por qué estaba tan nervioso de repente? ¡ÉL lo había besado primero!

Lo besó dulcemente, como últimamente hacía, por nada del mundo lo forzaría a… sus perversiones. Aunque Junsu no era para nada inocente, lo sabía demasiado bien.

Se alejó y Junsu seguía con los ojos cerrados, se veía tan tierno que Yoochun reprimió un chillido de emoción mordiéndose el labio. Lo llevaría a su casa, le daría un beso y al día siguiente sería otra historia.









Doctor Kim Junsu cap 6
Yoochun despertó esa mañana con una sonrisa decorando el hermoso rostro, rodó a su costado y suspiró como esos pobres enamorados. Había llevado a Junsu a su casa, más bien era un departamento, por afuera muy lindo… pero recordó el beso que le había dado en el vestíbulo antes de que el chico subiera al ascensor, wow, Junsu era increíble.

Se desperezó y agarró su celular que estaba debajo de su almohada, un hábito que nunca perdió desde su época de estudiante en los Estados Unidos. ¿Lo llamaba? Bueno, ¿Qué hora era? Once y media… Junsu seguro ya estaba despierto.

-¿Chunnie?

La voz le pareció demasiado dulce, demasiado Junsu.

-Su-cerró momentáneamente los ojos y volvió a recostarse en la cama-¿Quieres salir a almorzar?

Escucho el sonido del agua correr y luego algo que se abría.

-Estoy preparando algo, ¿quieres venir?

Juraría que Junsu se sonrojaba en ese preciso instante. Sonrió como un tonto y se sentó al borde de la cama.

-Claro, estaré ahí en cuestión de segundos.

Junsu rió, y si lo no hacía por lo menos cinco veces al día Yoochun moriría.

-Nos vemos… Adiós

-Te amo.

Lo dijo sin titubear, ni siquiera lo pensó dos veces, era así de simple.

-Yo también.

Y la llamada terminó.

*^*

Agarró sus llaves y billetera, se preguntó si necesitaba algo más… No.

Bajó las escaleras corriendo, últimamente tenía muchas energías. Si, por Junsu, quería verlo, besarlo, hablar con él. Entró al auto, ¿era seguro conducir en ese estado? Estaba tan saltarín que podía acelerar y chocar y… quizás Junsu lo ponía más nervioso de lo que pensaba.

Cuando llegó al edificio de departamentos pensó que colapsaría en el auto. Junsu estaba sonriéndole a un niño, tenía el periódico en una mano y una pelota roja en la otra.

Estacionó como pudo, porque apenas controlaba su sistema nervioso. Y Junsu notó su auto, el dueño.

Yoochun estaba caminando hacia él con una GRAN sonrisa, cabe destacar el atuendo de su novio. ¿Eso era la perfección? Si, estaba enamorado pero su Chunnie era precioso en negro.

-¡Su!

El mayor besó su mejilla y lo envolvió en un abrazo.

-Hola-dijo el niño pequeño a Yoochun-¿Tu quien eres?

-Soy el novio de Su-dijo todo orgulloso, Junsu rió y sin querer rozó sus labios contra el cuello de Yoochun.

-¡Chunnie!-todavía sonreía pero intentó parecer avergonzado, lo golpeó en el brazo-Moonbin, vuelve adentro-le pasó la pelota al pequeño y palmeó su cabeza con cariño.

-Chau novio de Su.

-Chau-casi cantó Yoochun lleno de felicidad. Junsu sería un buen padre.

Junsu volteó para mirarlo a los ojos y de la mano lo llevó hasta el vestíbulo. Ignoró las miradas que le dirigía el conserje y subieron las escaleras corriendo. Yoochun lo hacía sentir vivo y otras emociones que no podía nombrar.

Abrió la puerta de su departamento y Yoochun tropezó contra algo, cayó sobre él. Estaba bastante consciente de que Yoochun estaba prácticamente encima de su, bueno, parte trasera. Su rostro se tiñó de rojo.

-Chunnie…

-¡Ah! Perdón-dijo parándose y ayudando a Junsu a ponerse en pie. No estaba rojo, pero Junsu parecía un tomatito.

-Em… ¿quieres que te muestre el lugar?

Yoochun no registró las palabras, las entendió después de medio procesar la información.

Nota mental: No mirar los labios de Su cuando habla.

-Claro.

El departamento de Junsu era lindo, no tan grande como el suyo pero tenía eso que a Yoochun le agrada. Todo estaba en perfecto orden, la sala impecable, su colección de discos ordenada por orden alfabético y tenía una estantería llena de libros de medicina de las cuales no entendía nada.

-¿Qué es esto?-preguntó cuando Junsu paró justo frente a la estantería.

-Mis libros de la universi…

Yoochun presionó a Junsu contra el mueble y escondió su rostro en el cuello del menor. Dios, ¿se acababa de bañar? Tenía esa aroma a lavanda y… Iba a morir.

-Chunnie-dijo todo sonrojado, el cuerpo firme del mayor no le dejaba otra que pensar en cualquier cosa. Una de las manos de Yoochun viajó hasta su cadera-¿Hmm?

-¿Por qué estás tan lindo?-besó ese cuello, Junsu tembló bajo de él de una manera exquisita-No haces justicia…

Junsu posó ambas manos en el pecho de Yoochun para alejarlo un poco, necesitaba hacer algo con todo ese calor que se expandía por su cuerpo, ¿fiebre? ¡No! Claro que no.

Los labios de Yoochun siempre tan carnosos, rojos, suaves… Se le acababan los adjetivos pero no las ganas de probarlos.

-Su-acercó su rostro al de Junsu, quería sentir la respiración de otro contra sus labios, la sensación lo volvía loco. Sin titubear una vez más cerró el espacio que los separaba.

No sabía si estaba mal aferrarse a la camiseta negra de Yoochun de esa forma pero no pensaba de forma coherente, todo se le nublaba cuando el mayor jugaba con su boca de esa forma. Sus pulmones le exigían oxigeno y aunque no quería tuvo que ceder.

-Chunnie… todavía tengo que cocinar…

-No… cocinaremos ambos.

No digas eso que me derrito...

-Está bien.

Yoochun se hizo a un lado y dejó que el menor pasara para que siguiera guiándolo. Cuando entraron a la cocina el aroma a café despertó sus sentidos.

-¿Tienes café?

Junsu sacó unas verduras de la heladera y señaló sobre su hombro hacia el mueble de la cocina-¿Vas a tomar café? ¿A esta hora?

-Nope, pero es bueno saber que tienes café-ayudó a Junsu con algunos condimentos, el pobre chico no podía cargar con todo-Soy un adicto al café.

-Pensé que te gustaba la sal.

Y con eso ambos estallaron en risas.

*^*

Yunho sonrió al niño pequeño y bajó las escaleras. Jae lo estaba esperando en la cocina, le había prometido cocinar un súper banquete y Yunho esperaba ansioso la hora de la comida.

-¿Boo?

Jae dejó unas ollas en el lavadero y volteó hacia su esposo con una sonrisa-¿Y el bebé?

-Duerme… y con razón, ayer se durmió muy tarde.

-No es mi culpa-aunque estaba medio mal jugar con Sung Woong hasta tarde no lo podía evitar-¿Quieres algo especial?

Se acercó a él y lo besó con los labios suavemente, ya casi no hacía eso…

-Me da igual.

*^*

Terminaron de almorzar y después de levantar todos los platos sucios fueron a la sala a “ver” una película. Yoochun tenía otras intenciones, era obvio.

-Yoo…chun…

-¿Hmm?-siguió repartiendo besos por todo el cuello del doctor, poco le importaba si lo que salía de la boca de Junsu no eran gemidos o su nombre.

-Quiero ver la película…

-Su-se alejó del otro lo suficiente como para mirarlo a la cara-¿Cuántas veces la habrás visto?

-Un par de veces-dijo arreglando su camisa pero sin abotonarla-¡Es Titanic!

Yoochun se cruzó de brazos y miró a la pantalla-Pues no me gusta como miras a Di Caprio.

Junsu comenzó a reír bajito y eso fue directo a los pulmones de Yoochun, viviría. Celoso de Di Caprio, si, pero viviría.

¿Cómo demonios lograba ser tan cute y tan tontito al mismo tiempo? Yoochun era multifacético. Se colgó del brazo del mayor y besó su mejilla-Chunnie…

¡Demonios! Quería mirar sus labios cuando pronunciaba su nombre, pero ¿sería eso posible si los cubría con los suyos? No, entonces tenía que aguantarse las ganas.

-Mírame…-Yoochun siguió mirando la película con el seño fruncido, Junsu quería decirle que era adorable, que no se comparaba a Di Caprio, besó su cuello para llamarle la atención.

Yoochun giró el rostro y Junsu tocó su mejilla-¿Qué?

Maldita sea, no podía enojarse con él para salvar su vida…

-Di Caprio es lindo, pero tú más.

Bastó con eso para que Yoochun se pasara la tarde en brazos del doctor.












Doctor Kim Junsu cap 7
-Buenos días Doctor Kim.

-Buenos días-respondió con una sonrisa y entró a su consultorio.

Justo cuando terminó de organizar su escritorio y de ver el horario de las consultas su celular sonó. Un mensaje de Yoochun.

Mi vida, aish… Te extraño, ¿es eso posible? Pasé el fin de semana en tu casa. Te llamo luego, mis alumnos no dejan de preguntar cuando comenzará la clase. I love you…

Junsu rió bajito y apagó su celular, él lo llamaría. Apretó el comunicador y dijo:-Que pase el primer paciente.


*^*

-¡Profesor Park!

-¿Qué?-preguntó Yoochun levantando la voz por encima de la de sus alumnos, no dejó de escribir las oraciones en la pizarra-¿Qué quieres preguntar?

-¿Por qué no deja de sonreír?

Yoochun volteó al instante, sus ojos estaban tan abiertos que la alumna pensó que entraría en crisis en cualquier momento.

-¡No les dije!

Todos los alumnos miraron a su loco y joven profesor que parecía haber consumido demasiado café en el desayuno, siempre parecía que tenía demasiada azúcar también.

-¡Me voy a casar!-gritó emocionado.

Unas cuantas chicas (y chicos) comenzaron a llorar mientras otros lo felicitaban.

-¿Cuando?

-Bueno… aún no lo sé… Él tampoco-agregó segundos después.

*^*

-¿Ya te sientes mejor?-preguntó, en serio, estaba preocupado.

El jovencito asintió sonrojado mientras el doctor Kim escuchaba los latidos de su corazón con el estetoscopio. Entró en pánico al sentir sus latidos aumentar.

-Estás muy agitado.

Intentó calmarse un poco, respiró hondo antes de responder-Vine corriendo.

-No deberías hacer eso…-colgó el estetoscopio por su cuello y le indicó que podía ponerse la camiseta. Se sentó en su silla y comenzó a tipear una receta-¿Estás tomando tus pastillas?

-Si-dijo el chico sentándose frente a Junsu. Su corazón aún no estaba estable.

-Bueno… nos vemos la próxima semana-le pasó la hoja impresa con sus recetas y le dedicó una sonrisa.

-Seguro…

Cuando el chico cerró la puerta Junsu pudo respirar finalmente. Encendió su celular y llamó al profesor.

-¡Su! Ya cállense, es mi novio… ¡Silencio!

-¿T-todavía estás en clase? ¿Te llamo después?

-Naaa, ya está por terminar. ¿Quieres que te busque, Su?

Escuchó unos “Awwww” y unos cuantos “Miren la expresión del profesor Park”, se sonrojó.

-Emm, está bien.

-¡Bien! Nos vemos.


*^*

Cuando Junsu entro al auto lo recibió con un beso, cuando cerró la puerta se abalanzó sobre él. Junsu nunca entendería lo sexy que se veía todo de blanco.

-¡Me vas a ensuciar todo!-dijo librándose del agarre del pelinegro, mantuvo los brazos de Yoochun lejos de él.

-Pero es injusto… solo quería un beso-Junsu soltó sus brazos y los puso en el volante, sonrió con picardía-Hoy vamos a mi departamento.

Junsu no registró bien el tono de su novio, ni la forma en la que brillaban sus ojos al decir eso. Hoy estaba siendo muy inocente.

Después de veinte minutos de conducir Yoochun estacionó el auto en el estacionamiento. Volteó a mirar a su ángel con una sonrisa pegada en la cara.

-Vamos.

No entiende en serio que es lo que tiene Yoochun; siempre tan versátil, es la persona más inquieta del mundo, pero será estable en la vida de Junsu, de eso está seguro.


*^*

La casa se llenó de risas y más de un grito causado por Jaejoong, a veces no se controlaba, dejaba salir su niño interior y aunque Sung Woong apenas podía hablar Yunho entendía cada una de las muecas que Jae le hacía al pequeño.

Era pediatra y por ley tenía que ser bueno con los niños, bueno Jae tenía todos los requisitos.

-¿Qué están haciendo?-preguntó al ver a su esposo tirado en el pasto boca arriba con Sung Woong encima de su pecho.

-Mira, tu papi Yunnie…-el bebé sonrió a su padre y se acostó sobre Jae-¿Ya quieres que prepare el almuerzo?

Yunho se arrodilló frente a él y acarició el cabello del bebé… estaba tan grande, dentro de poco cumpliría un año… Era tan afortunado, pero bueno, había tenido sus sacrificios. Como dejar su trabajo momentáneamente para cuidar de él, no le importaba tanto, se había acostumbrado.

-¿En qué piensas, Yunnie?

-¿Crees que debería tener un hermanito o una hermanita?

Nunca había visto a Jaejoong más feliz en su vida.

*^*

Yoochun dejó la puerta abierta y dejó que Junsu pasara - Las damas primero - con ese comentario consiguió un golpe en la nuca y un no tan feliz Junsu entrando a su departamento.

Sabía que su departamento era lindo, el dinero no le sobraba pero su trabajo en esa prestigiosa universidad pagaba bien y tenía ciertos privilegios ser unos de los mejores profesores, además de ser atractivo e inteligente, Yoochun nunca se cansaba de enumerar sus virtudes.

Por eso no le sorprendió la mirada de asombro que Junsu intentó disimular al entrar en el departamento. Sonrió por quincuagésima vez a las espaldas de su ángel, tenía un plan e iba a ejecutarlo.

-Bebé Su…

Volteó hacia su novio aguantándose la risa, sentía un poco de vergüenza ajena también-¿Cómo me dijiste, Chun? Eso fue tan… tú estilo.

-Bebé Su, osito, angelito, doctor de mi alma, mi vida, mi Pato…-recitó Yoochun tentándolo, nunca se cansaría de inventarle apodos cariñosos.

Junsu quería reír a carcajadas o saltarle encima, no sabía cual-¿Pato?

Yoochun se acercó lo suficiente como para que sus cuerpos encajaran a la perfección, sus manos se posaron en la cadera del menor-¿No sabes por qué?-le susurró al oído con esa voz que igualaba a su inglés sexy, nadie se resistía.

Se estremeció bajo Yoochun. Maldita voz de sexo, maldito susurro sexy contra su oído… No podía hacer nada, gimió bajito cuando las manos del mayor descendieron hasta su culo.

-Trasero de pato.

-¡YOOCHUN!-lo apartó y al ver como Yoochun se tambaleaba un poco sintió la urgencia de aferrarse a él de nuevo-¡no me digas así!

El mayor podía tener hasta esa aurora de ángel sobre su cabeza, puso una expresión de inocencia total-¿Pato?

Le dio la espalda y se cruzó de brazos. Hmp, estoy enojado.

-Mmm… ahora tengo una perfecta vista de tu…

-¡No voy a escucharte!-dijo tapándose los oídos. Dios, ¿Quién hubiera pensado lo infantil que sería Yoochun? Ni Jaejoong se le comparaba.

¿Qué no entendía que lo volvía loco? Estaban ya en su tercer día de noviazgo y bueno, Yoochun era humano. Tenía unas ganas de esto y aquello con Junsu pero… como buen chico que quería ser no se permitía a forzarlo a nada.

-Quiero besarte, ¿puedo?

Fingió pensarlo un momento y luego giró hacia el más alto, ambos eran infantiles, pero Yoochun más. Asintió y envolvió sus brazos alrededor del cuello de Yoochun.

-¿Por qué eres tan alto?-le susurró mirándolo a los ojos, esos ojos rasgados que lo fascinaban.

-No soy alto… eres un enano.

Le dio un besito y sonrió, seguro que Junsu se esperaba la mejor sesión de besos del día, no, eso quedaba para después.

-Te quiero tanto…

-Yo también, Chunnie.

Y cuando lo besó de nuevo fue intenso y apasionado, con eso Junsu le entregó a Yoochun su alma.


*^*

Cerró la puerta de la habitación de Sung Woong con sumo cuidado de no volver a despertarlo. De puntillas caminó por el pasillo hasta su habitación. Hoy iba a ser una buena noche, de eso estaba seguro.

-Yunnie~♥

Abrió la puerta para encontrarse con Jae ya metido en la cama, estaba tapado con las sábanas hasta el mentón pero sabía que no tenía puesto los pijamas.

-¿Hmm?-se sacó la camisilla blanca que llevaba puesta dejando a la vista su abdomen y los bóxers de Calvin Klein que Jae adoraba.

-¿Está dormido?-levantó las sábanas para que Yunho se metiera dentro y después el blanco los cubrió por completo.

-Si…-acarició la mejilla de Jaejoong, su piel era tan suave y nívea, trazó el contorno de sus labios con un dedo.

Se acercó un poco más a su marido y apoyó la cabeza en su pecho; era increíble escuchar los latidos del corazón de Yunho, increíble.

Estar así con Jae lo hacía sentir pleno de amor. Lo estrechó con más fuerza y besó el cabello negro del mayor - Buenas noches.


*^*

Nadie se compararía a Junsu, nadie. Yoochun lo supo desde el momento en el que el doctor lo hizo sonrojar. Él había sido el primero en lograr ponerlo tan nervioso, emocionado, impaciente…

-Chunnie…-dijo sin aire, casi ahogándose en la boca de Yoochun. ¿Cómo era posible? Hacía unos segundos estaba a punto de matarlo, y ahora no pensaba en otra cosa más que besarlo.

-Su… ¿Quieres…?-se lamió los labios nervioso-¿Quieres…?

¿Quieres que pasemos a mi habitación? La frase era re común, la había dicho millones de veces, pero no se atrevía a decirle a Junsu.

-Sí, quiero - dijo tímidamente, se sintió como si estuviera respondiendo a una propuesta de matrimonio. Yoochun lo besó de nuevo y de la mano lo llevó a su habitación.

Era grande, muy grande y en medio de esa enorme estancia distinguió una cama matrimonial. Yoochun soltó su mano y Junsu se sentó al borde de la cama; ¿Qué se suponía que harían? Se sentía peor que cuando besó a alguien por primera vez.

-¿Prendo la luz? - preguntó después de un buen rato - Dios… estoy nervioso.

Junsu curvó sus labios en una media sonrisa y negó con la cabeza - Estoy tan nervioso que si prendes la luz capaz que me desmayo - admitió.

Yoochun comenzó a besarlo de nuevo, sus manos se enlazaron con las de Junsu y lo fue echando en la cama. Estaba consciente de lo torpe que eran sus besos y sus manos pero no podía evitarlo, Junsu lo ponía así.

Desabotonó el chaleco blanco y sus labios descendieron hasta llegar al cuello del menor, era sobredosis de dulzura. Pequeños gemidos comenzaron a escapar de los labios de Junsu incitándolo a seguir.

-Junsu…-su voz estaba un tono más bajo casi no la reconoció-¿Disfrutas de esto?

Desabotonó la camiseta blanca del menor y comenzó a descender repartiendo besos por todos lados, ¿Cómo podía la piel de alguien convertirse en algo tan adictivo?

-Chunnie ah… - ya no podía soportarlo, necesitaba despojar a Yoochun de esas ropas - Quítate esto.

No esperaba que los labios de Yoochun abandonaran su piel, pero lo que siguió era mejor que cualquier otra caricia; Yoochun se sacó la camisa, ¿Quién se hubiera imaginado que tendría un cuerpazo? Junsu pensó que momentáneamente su paciente favorito estaba demasiado bien como para ser verdad.

Volvió a acercarse a Junsu y dejó que sus erecciones aún cubiertas con ropa se rozaran - Dios… Su…

Apartó la camisa de Junsu con prisa y la tiró al suelo sin importarle lo que Junsu se quejaría después, ahora mismo no podía pensar coherentemente.

Se preguntó dónde estaría su camisa blanca pero Yoochun ya tenía una mano sobre sus pantalones y si no prestaba atención tal vez se perdería la mejor parte.

Y fue en serio algo digno de ver, Yoochun estaba hecho un dios de arriba abajo, sus propias manos se dirigieron hacia los botones de sus pantalones blancos pero el mayor sujetó sus muñecas.

-¿Puedo hacerlo? - y la mueca de Junsu respondió por sí sola. Prácticamente le arrancó los pantalones y los arrojó sobre su hombro. Una de sus manos se escabulló por los bóxers de Junsu y comenzó a acariciar su miembro.

-Chu… Chunnie…-dijo entre jadeos antes de que la boca del mayor cubriera su boca.

-No es justo… tú todavía llevas ropa - retiró su mano de debajo la ropa interior del menor y quitó esa última prenda. Ahora podía admirar a su ángel en todo su esplendor.

Junsu se sintió incomodo bajo la mirada de Yoochun pero no podía evitar sentirse halagado de cierta forma, ¿y él no lo había mirado de esa forma minutos antes?

-Eres hermoso - dijo trazando el contorno de los músculos del abdomen de Junsu con las yemas de los dedos; ver para creer y Yoochun sentía que podía casi comparar esa nívea piel con alguna seda.

Y Junsu deslizó sus manos por el torso de Yoochun hasta su miembro, lo envolvió con una mano y comenzó a acariciarlo, tenía que devolver el favor que Yoochun le había hecho.

Quizás se había emocionado demasiado porque cuando Yoochun comenzó a gemir su nombre sin vergüenza Junsu se pensó que era él y nadie más que le causaba a Yoochun esas sensaciones.

-Su… ah… espera…

Junsu apartó su mano y Yoochun lo atrajo hacia sí para besarlo hasta dejarlo sin aire.

Yoochun tanteó con una mano debajo de una almohada y sacó una caja de condones y un pomo de lubricante.

-¿Qué?-dijo Junsu mirando a Yoochun fijo a los ojos-¿Lo tenías todo planeado, no?

-Yep-sacudió la caja de condones frente a Junsu-¿Cuántos necesitaremos?

-Aish, Chunnie… ponte uno y ya.

-¿Ansioso?-sacó uno de la caja y se lo pasó a Junsu.

Junsu miró el paquetito y luego a Yoochun-¿Yo arriba?

-En tus sueños… pónmelo, please - suplicó exagerando un poquito para que Junsu lo perdonara al rato.

Abrió el paquete y extendió el condón sobre el miembro de Yoochun causando que éste palpitara bajo su mano y se acostó en la cama.

-Su, nunca he estado tan nervioso en mi vida.

Lo besó rápidamente en los labios - Estás haciendo que me sienta especial… - Yoochun no tenía idea de lo encantador que era en ese momento, tan sincero… Y Junsu supo que era imposible encontrar a alguien más afectuoso que Yoochun.

-Eres especial - besó su cuello y luego su boca - Voy a prepararte.

Abrió el pomo de lubricante y esparció un poco sobre su erección, apretando los dientes al sentir los oleajes de placer. Insertó un dedo y comenzó a aflojar a Junsu, no quería de ninguna manera lastimarlo.

-Chun… Chunnie… - pasó un brazo sobre su rostro para esconderlo del mayor, ya no podía soportar más - Estoy listo.

Le costó tiempo procesar las palabras de Junsu, pero reaccionó como debía; levantó una de las piernas del menor sobre su hombro y antes de deslizarse en él lo besó en los labios.

Se deleitaba con cada jadeo que escapaba de los labios entreabiertos de Junsu, eran adictivos, como su piel, sus labios, todo; tocó, palpó y apretó todo lo que estuvo a su alcance, llevarlo al límite era lo único en su mente.

-Junsu…-siguió empujando incitado por su nombre que ahora Junsu repetía como si fuera lo único en su lengua.

-¿Hmm?-los labios de Yoochun estaban justo encima de los suyos pero apenas lo rozaban, si tan solo se agachara un poco más - Yoo… chun…

Y de pronto Yoochun no lo soportó más, quería escuchar más de su nombre, más gemidos por parte de Junsu. Sus movimientos se volvieron frenéticos y el calor se volvió insoportable. La piel de Junsu estaba tan caliente que por un momento pensó que estaba mal, pero el menor no paraba de repetir su nombre.

-Su… ya no puedo.

Y terminó. El líquido caliente de Junsu se derramó en medio de los dos y Yoochun se desplomó encima del pequeño. Dios, estuvo momentáneamente en el cielo.

Cuando sus corazones volvieron a un ritmo normal Yoochun rodó al costado de Junsu y lo atrajo hacia su pecho, la cabeza del menor se recostó por él.

-¿Quieres darte una ducha?

-Quiero dormir…-dijo semidormido y los brazos de Yoochun se envolvieron por él; en realidad quería quedarse así con él, con Yoochun envolviéndolo y diciéndole cosas lindas al oído.












Doctor Kim Junsu cap 8
Despertó porque Sung Woong no paraba de dar vueltas a su lado y Yunho ya no estaba en la cama.

-Hola bebé-dijo cariñosamente, Sung Woong estaba sentado a su lado sonriéndole.

-Hola.

Jae se quedó petrificado, ¿acababa de escuchar bien? Sung Woong había hablado.

-¡JUNG YUNHOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

El grito lo mandó disparado escaleras arriba. Miles de imágenes pasaron por su cabeza, ¿Jae estaba loco? Sí, pero si tenía que ver algo con el bebé…

-¡¿Qué pasa?!

Su esposo estaba sentado en la cama y Sung Woong a su lado jugando con un leoncito de peluche, todo parecía normal.

-Hola.

-¡¿QUE?!

-¡Su primera palabra!-gritó emocionado Jae para variar.

Yunho se sentó al borde de la cama y Sung Woong siguió comiendo el leoncito. Su niño, la primera palabra de su hijo… “Hola” ¡Tan adorable!

-No puedo esperara a que diga “papá”-le confesó a Jae, y éste asintió tiernamente.

-¿A quién le dirá Umma?


*^*

-¡Buenos días a todos!

El profesor Park entró con una sonrisa en el rostro y azotó contra su mesa una pila de fotocopias.

-¡Exam!

Los alumnos se miraron entre ellos, apenas entendían el humor del Park.

-¿Examen?

Yoochun se puso sus anteojos de marco grueso y volteó hacia la pizarra y escribió: “I love Kim Junsu”

*^*

Junsu suspiró soñadoramente al recordar los hechos del día anterior… Sí, estaba enamorado de ese loco.

Su celular sonó, casi ocasionando que desparramara sus papeles; tenía que ser Yoochun.

-¿Hola?

-¿Amor?

De fondo las voces de los alumnos del mayor. Junsu suspiró, Yoochun no se ubicaba, nunca.

-Chunnie… ¿estás llamando en horas de trabajo? ¡Te llamo después! Tendrás problemas…

-¿Eh? ¡No hay problema! Yo…

Se levantó y caminó hacia la puerta; la secretaria todavía no le había pasado la lista de pacientes del día. Quería terminar temprano y pasar a buscar a Yoochun a la universidad, después de todo el también tenía auto.

-Espera. Te llamo después, ¿está bien?

Presionó el botón rojo antes de que Yoochun pudiera protestar. Sabía demasiado bien que Yoochun era unos de los favoritos pero no quería causarle problemas.

El pasillo estaba lleno de enfermeras atendiendo a los pacientes que llegaban y la sala de espera parecía que no daba más, ¿entonces por qué no entraban pacientes a su consultorio?

-Disculpa…

Pero la chica que estaba sentada detrás del escritorio no era Elly, su secretaria de siempre, la que le avisaba siempre que “Park” llegaba corriendo a los pasillos alarmando a más de un paciente.

-¿Y Elly?-preguntó a la nueva chica que no paraba de sonreír.

-¡Oh! Elly está enferma, yo seré su reemplazo. Eres el doctor Kim…-después de observarlo un buen rato agregó-Tú… eres el novio del profesor Park.

Los ojos de Junsu se abrieron como platos y apoyó ambas manos en la superficie del escritorio para mantenerse en pie.

-Sí… ¿Cómo sabes?

-Solía trabajar en la secretaría de la universidad-sonrió antes de volver la vista a unos papeles-Él es muy conocido ahí.

Junsu sonrió nervioso. ¿Cómo que conocido? ¿A qué se refería?

-¿Conocido?

La chica se sonrojó un poco y Junsu palideció.

-Sabe tratar a las mujeres…

*^*

-Adiós profesor Park.

Yoochun despidió a su última alumna con una sonrisa. Estaba feliz porque la clase resultó muy bien y vería a Junsu en el almuerzo. Tomó la pila de papeles y libros e intentó no echarlos al suelo mientras cerraba la puerta del aula con llave.

El pasillo estaba desierto o eso pensaba.

-Hola.

Junsu estaba a unos metros de él, con la vista al suelo y todo de blanco. Parecía un ángel. Yoochun se acercó a él con una sonrisa, los libros estaban pesados y no podía abrazarlo, intentó besarle la mejilla y Junsu se alejó.

¿Qué le pasaba?

-Mi vida, ¿Qué pasa?-preguntó temiendo la respuesta del menor; todavía miraba el suelo y parecía triste.

-Una chica me dijo hoy que eras muy conocido por aquí-con un esfuerzo sobrehumano mantuvo la calma, quería llorar. Había aprendido a confiar en Yoochun y ahora parecía que lo traicionaba.

¿Cuánto habían durado? Semanas…

-Soy uno de los mejores profesores…

-Dijo que te acostabas con todo el mundo.

-¿Enserio creíste eso?-dijo dolido, era imposible ocultar el hecho que estaba a punto de arrodillarse frente a él y rogarle perdón-Yo… me acosté con algunas chicas, es verdad. Pero no con todo el mundo.

-Pero…

-Soy bisexual, Su. Antes de conocerte era un loco.

Junsu rió amargamente y levantó la mirada hacia Yoochun para que viera sus ojos al borde de las lágrimas. Se felicitó a sí mismo por tener el coraje de hablar con el mayor cara a cara.

-¿Eso significa que podrías dejarme por una mujer?-dolía decir esas palabras. Se limpió las lágrimas con el dorso de la mano y aspiró hondo.

-Yo te amo.

-¿Por qué no me dijiste que eras bi?-le sorprendía el hecho de mantener la voz tan baja, de todas formas nadie los molestaba, era la hora del almuerzo-Para tu información me gustan solo los hombres, ¿entiendes?

Yoochun abrió la boca y antes de que pudiera formular respuesta una voz resonó en el pasillo.

-¡Yoochunnie!-la chica paró en seco al ver como Yoochun negaba con la cabeza y le lanzó un beso de despedida.

Junsu miró a la chica desaparecer después de doblar en una esquina.

-¿”Yoochunnie”?

Ese tono de voz no podía ser su Junsu. Sin pensarlo dos veces dejó caer los libros al suelo y se abalanzó sobre el más pequeño.

-Soy Chunnie-dijo con la voz quebrándose porque Junsu no dejaba de golpearlo en el pecho, en el rostro. Tan solo quería abrazarlo y Junsu apartaba sus brazos como si fueran una plaga-Escúchame.

-No quiero. Aléjate de mí.

Sus brazos cayeron a sus costados, se sentía derrotado. La situación era demasiado irreal, no podía estar pasando.

El menor dio unos pasos para atrás y le dio la espalda. Sus hombros comenzaron a temblar de forma descontrolada mientras lloraba.

-No voy a escucharte…

Y con eso se despidió de él.


*^*

-¿Hola?

-Hyung…

-¿Junsu?-con un gesto le indicó a Yunho que vaya a preparar la comida de Sung Woong. Jae caminó con el teléfono inalámbrico hasta el patio de la casa para tener más privacidad-¿Estás llorando?

-No… no sé qué pasó con Yoochun…

-¿Qué? Explícame-dijo aterrado. El chico no dejaba de sollozar.

-Peleamos o algo así… Me mintió. No, no me contó algo y ahora estoy enojado con él. Estoy triste, hyung… Me siento muy mal.

-Pero…-se mordió el labio, Junsu no sonaba nada bien-Lo mejor será que vaya a tu casa.

-No hace falta, yo puedo…

-Voy.

Y con eso entró a la casa para terminar de alimentar al bebé y prepararse para una terapia en casa de Junsu.















Doctor Kim Junsu cap 9
El profesor Park nunca en su vida había entrado a su clase fingiendo una sonrisa. Hoy lo hizo. Fingió por su propio bien, no le convenía dar una clase con mal humor, siempre resultaba mal.

Y raramente se deprimía, pero cuando lo hacía se sentía una basura. No le gustaba… No le gustaba el hecho de sentirse así por culpa de Junsu. Las cosas no eran así; se suponía que todo iba bien, que nada resultaría de esa manera.

Despidió al último alumno, como siempre esperó que todos hayan salido para recoger sus cosas. Con pocas ganas recogió sus materiales y cerró la puerta. Ese maldito pasillo le traía malos recuerdos.

-‘Uta.

Desde ese encuentro con Junsu que no hablaba con él, parecía que el menor lo evitase a toda costa. Caminó al estacionamiento arrastrando los pies y su expresión de total abandono no había pasado desapercibida al guardia de seguridad, ni a algunas secretarias.

Malditas mujeres…

Se metió al auto y por un momento permaneció ahí, sentado y desdichado pensando en Junsu. Sacó su celular.

*^*

Quiero hablar contigo… Atiende.

Beep.

Apenas escuches esto llámame.

Beep.

Junsu, no entendiste nada… Necesito explicarte, ¿está bien?

Beep.

Por Dios, Junsu atiende…

Beep.

Te amo.

Cerró los ojos esperando otra llamada. Era un maldito masoquista escuchando la voz de Park Yoochun una y otra vez. ¿Cuántas veces había escuchado ese último mensaje? Incontables veces. No se cansaba, y nunca se cansaría de escuchar la voz de ese profesor.

-¡Junsu! -La voz de Jaejoong resonó por el pasillo sacándolo de sus pensamientos. -¡Ya está la comida!

Abandonó a su celular en el sofá y se dirigió hacia la cocina. Jae estaba con su delantal que por lo que tenía escrito era bastante viejo. “Bebé a bordo” decía la serigrafía justo encima de su ahora plana panza.

-Gracias por todo esto, hyung.

El mayor llevó el kimchi a la mesa y se sentó frente a él. -Si no es nada. Sung Woong se pone feliz cada vez que su “Tío Su” viene de visita.

-¿Y Yunho? -Preguntó nervioso.

-¡Él también! -Le sirvió la comida y se levantó para llamar a su esposo que estaba en el jardín jugando con el bebé.

Yunho estaba echado en el césped con Sung Woong sentado a su lado; el bebé le tocaba la cara, le jalaba los cabellos, todo al mismo tiempo pero al padre parecía no importarle. A Jae le encantó la escena y se quedó parado en silencio antes de llamarles la atención.

-Jung Yunho y Jung Kim Sung Woong, vengan a comer.

-Ya vamos, Boo. -Dijo sonriendo al bebé.

Cuando todos estuvieron sentados en la mesa y Jae había finalizado su discurso sobre lo exquisita que era su comida, comenzaron a comer. Junsu no levantaba la vista de su plato, estaba ido, como acostumbraba desde el día de ayer.

-Y… ¿Qué tal el día? -Pregunta al menor, es un intento de iniciar una conversación, Jae sólo quiere animarlo un poco.

No ha ido al consultorio porque tiene miedo de que Yoochun vaya allá, lo sorprenda y todo quede mal. ¿Y porqué las cosas resultaron así? Junsu no sabe, pero las malas experiencias ya habían sido demasiadas.

-Me tomé el día libre, además es viernes… Intentaré relajarme el fin de semana para volver el lunes al trabajo.

Jae asiente y vuelve a concentrarse en alimentar al niño. Yunho permanece callado porque cree que interferir no sería bueno, y Junsu no tiene cara de hablar del tema.

Su esposo había llegado a las diez de la noche con Junsu a la casa, el chico parecía demasiado triste en comparación a como era antes, todo sonrisas. No habló mucho, pero se tragó todo el helado que Jae le podía proporcionar.

-Yo… Gracias por la comida hyung. Ahora me voy. -Se levantó y fue en busca de sus cosas a la sala. Jaejoong y Yunho no necesitaban otro bebé en la casa.

Nuevo mensaje de voz.

Se mordió el labio deliberando si escuchar o no. Asegurado que el mensaje era de Yoochun.

Si no vienes a mi casa en treinta minutos cometeré alguna estupidez…

Presa del pánico salió corriendo hacia su auto, podía escuchar los gritos de Jaejoong pero no importaba.

¿Y si Yoochun se mataba?

*^*

Lo intentó tres veces y la puerta no cedía; apenas podía mantenerse en pie porque estaba demasiado asustado por Yoochun, pero debía encontrar la forma de entrar al departamento.

Miró a su alrededor. Bueno, estaba parado sobre una alfombrita que decía “Welcome” Pero ¿Yoochun era tan común como para esconder una llave ahí?

El tipo estaba loco, así que todo valía.

Pateó la alfombra y una pequeña llave apareció. La tomó y con sus manos temblorosas la metió en el cerrojo.

-Mierda.

Temblaba tanto que ni mover el pomo podía. Escuchó un “click” y empujó la puerta con toda la fuerza que le quedaba.

Al entrar algo crujió bajo sus pies, miró horrorizado los papeles de Yoochun y siguió caminando por el pasillo.

La luz de la sala estaba encendida.

-Yoochun… ¡Yoochun!

*^*

-¡Eso duele!

-¡Pues que te duela!

Yoochun acarició su brazo que recién había recibido un pinchazo; ¿hacía cuánto que no lo inyectaban? Junsu se sacó los anteojos y le pasó a la enfermera la jeringa y el frasco de medicamento.

-¿Estás loco? No, espera, yo sé que estás loco. -Dijo volteando hacia el mayor. -¡¿Por qué nunca me dijiste que eras alérgico a los mariscos?! ¡Pudiste morir!

Bajó de la camilla asustando al joven doctor que le dio la espalda.

-Valió la pena comer esos pescados…

Se acercó por atrás y luchó contra sus ganas de envolverlo en un abrazo.

-Su…

-Me asustaste… mucho…

No sabía que decir, en realidad apenas pensaba coherencias y si Junsu no le creía comería un frasco de mariscos. Se odiaba a sí mismo, ¿cómo fue capaz de asustarlo de esa manera? ¿En qué estaba pensando? Era un idiota. Pero todo valía para recuperar a Junsu, todo.

-Lo sé… Y…

El doctor volteó para mirarlo a los ojos. De todas formas no estaba mal prestarle algo de atención al mayor.

-¿Quieres la verdad? -Al ver que Junsu no contestaba siguió. -Creo que reaccionaste de forma exagerada; te quiero explicar pero tú te niegas, ¿cómo es eso, Su? Te comportas como un niño. ¿En serio le creíste a esa mujer?

La mirada de Junsu se mantuvo fija en el mayor; no quería tener esa conversación, pero no podía hacer nada para evitarlo.

-Sí, ya te lo dije, es cierto que me acostaba con mujeres. -Hizo un intento de agarrarle la mano, atraerlo hacia sí un poco, pero Junsu se negó, otra vez. -Mira, esto… Esto es algo que tenemos que superar.

-¿Superar qué Yoochun?

Unas palabras duelen más que mil golpes, y Yoochun lo estaba viviendo en ese preciso instante. La formalidad y el tono frío de su “novio” lo mataban lentamente.

-Yo nunca iría con otra mujer estando contigo.

-Entonces…-Bajó la mirada, se sentía un tonto admirando el suelo del hospital pero no tenía la fortaleza suficiente para soportar eso de frente.

Antes de poder oponerse, los brazos de Yoochun lo envolvieron por completo en un tierno abrazo, medio inseguro de que lo volviera a rechazar.

-Es verdad que te amo mucho, nunca jugaría contigo.

*^*

-Me lo cuentas todo AHORA.

-Después hyung…

-¿Está Yoochun ahí? Dile que si te vuelve a causar un paro lo mato.

-Te aseguro que lo mataré con mis propias manos…

El mayor rió. -Está bien… Mañana me cuentas todo. Ah, Sung Woong está llorando. Yunnie cárgalo, ¿sí?

-Cuida de tu familia, hyung.

-¡Eso hago! Estoy aprovechando al máximo. -Salió de la habitación y se encerró en el baño. -Tengo una conferencia en Japón la semana que viene.

-¿QUÉ?

-Deja de gritar o me quedo sordo… Sí… -Se sentó en el suelo frío y escondió la cabeza entre las piernas. -Creo que estará *Seung Hyun…

-¿Todavía te persigue? -La voz de Junsu era cautelosa, como si no quisiera hablar de ello.

El tema de Seung Hyun casi nunca se mencionaba, estaba prohibido. Jae no se atrevía a hablar sobre ese hombre y menos desde que se había casado con Yunho.

Choi Seung Hyun. El chico que solía molestarlo en sus días de universidad, el que no lo dejaba en paz, hasta conseguir finalmente una cita con él, se había convertido en uno de los más renombrados cirujanos de toda Corea.

-Dejó de llamar cuando nació Sung Woong. Es que tengo miedo de Yunho.

Bueno, eso era bastante nuevo para Junsu. ¿Jae tenía miedo de su esposo? Pero si el señor Jung era un pan de Dios, o eso aparentaba. Hasta donde sabía los celos de Yunho fueron siempre moderados y sus rabietas no se pasaban de la raya.

-¿Jae?

Jaejoong se levantó de un salto al escuchar la voz de Yunho tan cerca del baño. No podía encontrarlo así, escondido.

-Junsutellamomástarde.

Abrió la puerta y esbozó una gran sonrisa. Yunho mecía a Sung Woong de lado a lado. -¿Eh, hablando a escondidas?

-¡No, nada que ver! -Con un movimiento rápido tomó al bebé en sus brazos. -Bueno, Yoochun y Junsu ya están bien.

Yunho se cruzó de brazos.

-¿Ocultas algo Joongie?

Jae rió repentinamente nervioso. No quería ni en sueños que Yunho se enterara que Seung Hyun estaría en la conferencia.



*Seung Hyun: T.O.P de Big Bang

Continuará…



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