jueves, 22 de julio de 2010

Mi Vida Junto a Ti



Titulo: Mi Vida Junto a Ti
Autor: Lenochka
Pareja: Jaechun




Jaejoong abrió sigilosamente la puerta del dormitorio, colándose dentro y volviéndola a cerrar. Frente a él se encontraba aquella amplia cama blanca en la que se dibujaba la forma de su cuerpo bajo las finas sábanas. Algunos tímidos mechones de su pelo se movían sinuosamente sobre la almohada, debido a la suave brisa que hacía hondear el semitraslúcido bisillo que cubría el gran ventanal de la habitación. La escasa luz que entraba por él, procedente de las farolas y mezclada con la claridad de la luna llena, iluminaba pequeñas franjas de aquella piel blanca. Dormía plácidamente sobre su pecho, regalando la maravillosa visión de su espalda y cintura descubierta. Le daba muchísima pena despertarle y más sabiendo su pasión por dormir, pero le superaba el deseo de acercarse a él. Sólo se oía su acompasada respiración, mezclado con el susurro de la suave brisa. Jaejoong decidió acercarse con sigilo y tumbarse a su lado donde podía observarle; su atención se centró, después de pasear por todo su dulce rostro, en sus carnosos labios ligeramente entreabiertos… No podía resistirse… se fue escurriendo entre las sábanas hasta estar lo suficientemente cerca para besar suavemente su labio inferior atesorando su delicioso tacto y tibieza. Al retirarse de nuevo a su lado, Jaejoong se dio cuenta de que le había despertado con aquel beso y ahora le miraba aún con cierta somnolencia.
- ¿Qué haces aquí, Jaejoong-ah…?
- Siento despertarte, Chun, pero esque no podía dormir…
Yoochun le acarició la mejilla para después atraerle de nuevo a sus labios.
- Anda, ven… - le dijo ofreciéndole hueco para que se acurrucara en su pecho, lo cuál Jaejoong acertó y besó suavemente su pecho para después descansar sobre él. – Que duermas bien, Rubito.
- Que duermas bien, Chun.




JaeChun~
Situación 2.

- ¿Estás seguro de que quieres ver esta película? Mira que tú te asustas con nada… - le advirtió Jaejoong arrodillado frente al DVD, aireando la película que sostenía en su mano ya fuera de la caja.
- Que sí, hombre, que seguro que no es para tanto. – Le respondió cansinamente Yoochun desde el sofá con el bol de palomitas en las manos.
- Bueno, bueno, ya verás como al final me lloras. – le dijo Jae mientras se acercaba al sofá con el mando de la tele.
Se sentó recostándose hacia un lado y subió una pierna al sofá. Yoochun se amoldó a su cuerpo de forma que pudiera echarse sobre él. Empezaron a ver la película y al rato Yoochun comenzó a aburrirse, no le acababa de pillar el hilo, y se le ocurrió algo con lo que entretenerse…
Mientras Jae estaba absorto en la película, Yoochun comenzó a deslizar una mano bajo la chaqueta de chándal que llevaba y vigilaba el momento en el que Jae se diera cuenta. Yoochun comenzó a buscar su ombligo y prosiguió con unas caricias circulares sobre su suave vientre. Jae apartó la mirada de la tele y miró muy seria a Yoochun, luego le agarró del mentón y le besó suavemente arrancándole finalmente un leve quejido de puro placer. Al separarse, se dibujó una sonrisa en los perfectos labios de Jae y dijo:
- Quiero ver la peli, no me intentes distraer que te conozco, pequeño manipulador – Yoochun se separó de él algo molesto por el fracaso de su plan, y se fue a la otra punta del sofá, no quedándole otra que ver aquella aburrida y previsible historia. La película empezó a entrar en su punto álgido al llegar a la típica escena en la que la chica guapa y tonta va caminando hacia el sótano oscuro donde está el asesino de fijo.
- ¡Jennifer, no vallas para allá! ¿Desde cuando un sótano oscuro y tenebroso es un lugar seguro? Verás como te mata… - decía Yoochun con un cojín entre sus manos con pinta de utilizarlo como escudo. La película dio dos segundos de tensión seguidos de un susto por parte del asesino en cuestión.
- ¡OSTIA! – gritó Yoochun pegando un salto y tirándose contra Jae en busca de refugio. Jae, muy divertido por dicha escena, pasó su brazo por los hombros de Yoochun para tranquilizarle.
- Te lo avisé, Jennifer – dijo Yoochun todavía bajo el brazo de Jae. – Jaeee~ ¿por qué tenemos que verlaa?
- ¿No decías que no era para tanto? – dijo entre risas.
- Bah, pero si sabes que van a morir todos…
- Pero quiero saber cómo.
- ¡Eres un sádico! – dijo Yoochun haciendo un intento de marcharse de allí, lo cual no le dejó Jae por tenerle sujeto del pantalón del chándal.
- Vale, vale, ya la quito, pero ¿a dónde te crees que vas? – le dijo con aquella mirada pícara, rematada con su sonrisa, sujetando a Yoochun de pie frente a él.
Jae aún sentado en el borde del sofá sujetaba la cintura de Yoochun con ambas manos que empezaron a subir un poco por su camiseta para dejar su vientre al descubierto, pero poco tiempo, ya que Jae empezó a cubrirlo de besos.
- Siempre te sales con la tuya… - le susurró Jae aún contra su piel. Yoochun le hizo levantar y le acercó a sus labios regalándole un beso lento, intenso y profundo.
- Yoochun-ah… estos besos son los que me dan la vida… - le dijo mientras acariciaba algún mechón suelto de la coletita que llevaba Yoochun.
- Y a mi lo que me da la vida… es tu comida, ¡hazme la cena anda! – dijo Yoochun saliendo disparado hacia la cocina y dejando a Jae con la boca abierta.
- ¡Tendrás morro! ¡Como te pille, verás!




JaeChun. Situación 3

Yoochun luchaba contra la luz del amanecer cubriéndose la cara con su brazo derecho. Dado que aun así algunos rayos se colaban, tiro de la sabana hacia arriba para quedar totalmente tapado. Ahora se podría hacerse el remolón durante algunos minutos más antes de levantarse. Saboreaba aquellos minutos de tranquilidad cuando sintió un nuevo peso en la cama a ambos lados de su cuerpo. Retiró la sabana de su cara e intento enfocar la vista. Le empezaron a caer gotas sobre su cara y esto le ayudo a despejarse y darse cuenta de que tenía a Jae a cuatro patas sobre él y las gotas de agua procedían de su pelo aun húmedo. En aquella posición no le fue muy difícil ver gran parte de su pecho gracias a la abertura del albornoz blanco que probablemente solo llevaba encima.
-Buenos días – le dijo Je a media voz con aquellos ojos aleonados sobre Yoochun y aquella expresión juguetona.
-¿Sabes que me estas mojando toda la cara?- le dijo Yoochun haciéndose el desinteresado a su provocativa desnudez.
-Perdona-dijo echando el pelo hacia atrás con la mano inútilmente para después quitar cada gota del rostro de Yoochun con sus rosados labios. Su frente, su nariz, su pómulo, su mentón y por ultimo sus labios de los que no pudo retirarse ya que Yoochun lo había atrapado.
-Jae… una pregunta inocente… ¿solo llevas el albornoz puesto?- le pregunto Yoochun sin poder ignorar por más tiempo aquel sinuoso camino hasta su cintura.
-¿Tu que crees?- le dijo Jae desafiante.
Yoochun sin dejar de mirar a los ojos a Jae bajo sus manos hasta la cintura de Jae y de un tirón deshizo el sencillo nudo que llevaba en el cinturón de dicho albornoz. Aun refrenando eel impulso de bajar la vista, Yoochun prefirió pasear sus manos desde la cintura hacia si parte baja de la espalda y así deleitarse con el suave tacto de la piel de Jae sin ningún tipo de impedimento en su camino. Jae acabo por dejar caer todo su peso sobre Yoochun acortando así toda distancia y poder morder su cuello.
-Bueno… ¿y que me vas ha hacer para desayunar?- le dijo Yoochun con la respiración acelerada y toda intención de picarle.
A lo que Jae respondió guiando una de las manos de Yoochun hacia la parte baja de su vientre – Sírvete tu mismo – le dijo maliciosamente robándole el aliento con un beso al cual le seguirían muchos más aquella mañana.



Fin...






1 comentarios:

Unknown dijo...

Wooooo...ame el sirvete tu mismo....<3<3<3<3

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